NOÉ MARTÍNEZ: EL SUDOR DE LAS PLANTAS
Noé Martínez (Morelia, Michoacán, México, 1986) trabaja con el legado de los pueblos originarios y la historia colonial para visibilizar problemas que aquejan al México contemporáneo. El lenguaje, la identidad, el proceso de colonización en el siglo XVI, las luchas y reivindicaciones de las comunidades indígenas, así como las manifestaciones sociales y comunitarias, son temas recurrentes en su trabajo, que abarca desde proyectos editoriales hasta dibujos, videos e instalaciones.
A partir de la investigación etnográfica, el trabajo de campo, el estudio de distintas fuentes bibliográficas y documentales, así como de su propia historia familiar, el artista genera cuerpos de obra que proponen miradas críticas sobre la interpretación del pasado y la construcción del presente. En el centro de su práctica artística, marcada por la interrogante sobre cómo se construyen la identidad y la historia, opera una visión que se mueve a contracorriente de los discursos oficiales y que pone de manifiesto la fuerza y el potencial político de la memoria, generando planteamientos que reconstruyen afecciones y circunstancias ideológicas desde la fenomenología de la imagen y el objeto artístico.
El espacio LLANO abre sus puertas en la Ciudad de México con El sudor de las plantas, un nuevo cuerpo de trabajo del artista que hace visible una historia casi desconocida dentro del relato oficial: la esclavitud de miles de personas de la zona huasteca en México en los primeros años de la colonización. Cada obra es una curación simbólica a la memoria de sus ancestros y los lugares de donde fueron extraídos para ser intercambiados por animales.
En la cultura Huasteca, los lugares también pueden enfermarse. Así, en la serie El sudor vegetal recorremos -a través de fotografías análogas- “La Antigua”, uno de los primeros pueblos fundados por el colonizador Hernán Cortés en la costa del Golfo de México. Cada tela fue teñida con impresión botánica utilizando tabaco, muicle y ruda, plantas utilizadas en los rituales de curación y protección de los Huastecos de México. Imprimir plantas rituales sobre estas imágenes es, en cierto modo, una forma de curar el paisaje. La metáfora de la curación es una manera de confrontar las heridas coloniales del artista y encontrar así una forma de salir a la continuidad colonial.
Los dibujos en acuarela Notlacayo son una serie de registros en los que los cuerpos de actores profesionales y del artista son interrogados por medio de ejercicios de entrenamiento actoral del método biomecánico y marcha de danza Butoh. La intención es conectar con los ancestros comunes y con el antiguo mundo Mesoamericano, tomando el cuerpo como archivo.
Notlacayo Tlalpantok es un collar con reproducciones en porcelana de fragmentos de esculturas realizadas por los ancestros huastecos de Noe Martínez. Cada fragmento representa partes del cuerpo humano en una metáfora del cuerpo colectivo que el artista explora como memoria de una herida colonial compartida en América.
La exposición va acompañada de un texto del artista, parte poemario, parte declaración de principios, parte narrativa de las violencias y despojos que han ido y venido por siglos. Un extracto:
Les dijeron a los compradores de esclavos:
la envidia es más fuerte que la empatía
el rencor es siempre mas fuerte que la ayuda
hagan esto para dormir cuatrocientos años.
¿No estamos viendo lo mismo hoy?
Nos separan y nos clasifican
Nos aceptan o nos excluyen
Crearon a los otros en nosotros.
¿Nos van a dominar más años?
A veces yo soy el otro
A veces tú eres el otro
Y perdidos siempre.
Paralelamente, el Orange County Museum of Art (OCMA), en Santa Ana (California, Estados Unidos), presenta su exposición The Homeland of the Images (La Patria de las Imágenes), curada por Ruth Estévez. Centrada también en la historia huasteca, consta de esculturas y dibujos montados sobre estructuras de madera que emulan el estrecho espacio asignado a cada cuerpo a bordo de barcos esclavistas.
Las figuras colgadas o retorcidas en los dibujos sugieren el dolor de esta migración forzada y hacen referencia a una figura mítica embaucadora del folclore yoruba que se decía que vivía entre la vida y la muerte, la realidad y la fantasía. Los poemas, las letras de las canciones y las historias visibles en la parte posterior de los dibujos evocan una sensación de pérdida, así como el miedo a un futuro que incluye el olvido de una identidad cultural pasada. Asimismo, en la muestra, una serie de discos de vinilo reproducen música influenciada por estas canciones, enfatizando aún más esta transformación de identidad que consiste tanto en aprender como en olvidar.
Noé Martínez: El sudor de las plantas estará abierta hasta el 19 de diciembre en LLANO, Ciudad de México.
Noé Martínez: The Homeland of the Images (La Patria de las Imágenes) se podrá ver hasta el 3 de enero de 2021 en el Orange County Museum of Art (OCMA), en Santa Ana (California, Estados Unidos).
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