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PRIMERA RETROSPECTIVA DE ROSANA PAULINO ABARCA 25 AÑOS DE SU PRODUCCIÓN

[VERSÃO EM PORTUGUÊS ABAIXO]

La Pinacoteca de São Paulo presenta Rosana Paulino: La costura de la memoria, la mayor exposición individual hasta ahora realizada sobre la obra de esta artista brasileña en un museo importante de Brasil, y la última del año que esta institución dedica a artistas mujeres. Curada por Valéria Piccoli y Pedro Nery, la retrospectiva presenta más de 140 obras producidas a lo largo de veinticinco años, en las que la artista viene abordando los problemas sociales derivados de la posición que ocupan las mujeres negras en la sociedad contemporánea.

Retomando su propia historia personal, Paulino (São Paulo, 1967) vio que el problema con la manera en que se representa a los negros se traduce en su casi completa ausencia de la historia y de una amplia gama de actividades en Brasil, especialmente cuando se trata de artes visuales. Desde sus inicios como artista en la década de 1990, Paulino se distinguió rápidamente por haber encontrado una voz única entre sus contemporáneos, opinando de manera inteligente sobre cuestiones sociales, étnicas y de género, todas problemáticas en el contexto de la sociedad brasileña.

La producción de Paulino ha abordado situaciones derivadas del racismo y los estigmas asociados a la esclavitud que aún afectan a las mujeres negras en la sociedad brasileña, así como los muchos tipos de violencia a las que están sujetas. Esto lo aborda a través de instalaciones, grabados, dibujos y esculturas que ponen en tela de juicio las (falaces) afirmaciones perpetuadas por la perspectiva colonialista de democracia racial en Brasil. Tales aseveraciones terminaron finalmente sesgando el conocimiento científico y biológico de los pueblos y naturalezas de los trópicos y contaminando las narrativas religiosas hasta que alcanzaron un ámbito doméstico, sirviendo como la base lógica utilizada para legitimar la supresión de las identidades de hombres y mujeres africanxs en Brasil.

Vista de la exposición "Rosana Paulino: La costura de la memoria", en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

Vista de la exposición «Rosana Paulino: La costura de la memoria», en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

Vista de la exposición "Rosana Paulino: La costura de la memoria", en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

Vista de la exposición «Rosana Paulino: La costura de la memoria», en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

Rosana Paulino: La costura de la memoria presenta obras producidas entre 1993 y 2018, como Bastidores (1997) y Parede da memória (Pared de la memoria, 1994-2015), trascendentales en el momento de sus inicios. Ambas piezas, situadas en la sala principal, evocan su narrativa personal y se presentan como el punto de partida de la exposición. Bastidores consiste en aros de bordado con imágenes de parientes mujeres impresas en tela, sus ojos, bocas y gargantas cosidas encima para expresar la falta de voz impuesta a las mujeres negras, a menudo como consecuencia de la violencia doméstica.

Parede da memória, una pieza que pertenece a la colección de la Pinacoteca, está compuesta por 1500 “patuás”, pequeños artefactos que las religiones de origen africano usan como amuletos de protección, y que aquí muestran once retratos familiares que se multiplican, la manera que con naturalidad ha encontrado la artista para investigar su propia identidad basándose en sus ancestros. Las viejas fotos familiares se transforman así en una denuncia poética y poderosa de la invisibilidad de hombres y mujeres negrxs, vistos no como individuos sino como grupos de personas anónimas.

En la siguiente sala se muestran varios conjuntos de dibujos, «un aspecto que a menudo se pasa por alto en la obra de Rosana Paulino, ya que es más conocida por sus instalaciones y grabados», según comenta la curadora Valéria Piccoli. En estos dibujos, la artista revela su fascinación por la ciencia y, en especial, con la idea de la vida como una transformación eterna. Los ciclos de vida de un insecto, por ejemplo, se aproximan en estas obras a las mutaciones en el cuerpo femenino. Junto a los conjuntos de dibujos, se muestra la instalación Tecelãs (Tejedoras, 2003), compuesta por unas 100 piezas hechas de loza, terracota, algodón e hilo que llevan a un espacio tridimensional el tema de la transformación de la vida que Paulino explora en sus dibujos.

Vista de la exposición "Rosana Paulino: La costura de la memoria", en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

Vista de la exposición «Rosana Paulino: La costura de la memoria», en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

Vista de la exposición "Rosana Paulino: La costura de la memoria", en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

Vista de la exposición «Rosana Paulino: La costura de la memoria», en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

La iconografía de la naturaleza brasileña en el siglo XIX, incluidas las ilustraciones científicas de plantas, animales y personas, ha servido como fuente de recursos para Paulino. En su reelaboración de estas imágenes, que circulaban principalmente en libros escritos por viajeros europeos, la artista investiga cómo la ciencia y la religión, y las nociones de progreso, se utilizaron como pretexto para la colonización, la esclavitud y el racismo. Esto se puede ver en los collages hechos a partir de impresiones, grabados y monotipos, como A Geometria à brasileira chega ao paraíso tropical (La geometría a la brasileña llega al paraíso tropical, 2018) y Paraíso tropical (2017).

Junto a ellos está la instalación Assentamento (Asentamiento, 2013), que consiste en imágenes en tamaño real de una esclava retratada por August Sthal para la expedición Thayer, comandada por el científico Louis Agassiz. Estas imágenes monumentales impresas en tela, el material favorito de Paulino en sus trabajos más recientes, están acompañadas por videos y fardos. Las telas, cosidas entre ellas de forma azarosa, denuncian el trauma de la esclavitud y la necesidad de “rehacer” como una estrategia de supervivencia usada por aquellos hombres y mujeres que arribaron a las costas.

“La imagen, que se suponía que representaba la degeneración racial a la que estaba siendo sometido el país, como solían decir las teorías racistas de esa época, se convierte en una imagen que representa la fundación de un país brasileño, una cultura brasileña. Esta inversión me interesa mucho”, dice Paulino. El título de este trabajo, el último de la exposición, tiene un doble significado: es el fundamento de una cultura singular, una identidad singular, y a la vez la energía mágica que envuelve el lugar de culto de las religiones de origen africano. «Es donde se encuentra el poder de la casa, su axé», concluye la artista.

Vista de la exposición "Rosana Paulino: La costura de la memoria", en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

Vista de la exposición «Rosana Paulino: La costura de la memoria», en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

Vista de la exposición "Rosana Paulino: La costura de la memoria", en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

Vista de la exposición «Rosana Paulino: La costura de la memoria», en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca


ROSANA PAULINO: A COSTURA DA MEMÓRIA

A Pinacoteca de São Paulo apresenta a exposição Rosana Paulino: a costura da memória, que ocupa três salas do 1º andar da Pina Luz. Com curadoria de Valéria Piccoli e Pedro Nery, curadores do museu, trata-se da maior exposição individual da artista em uma grande instituição no país. Reconhecida pelo enfrentamento de questões sociais que despontam da posição da mulher negra na sociedade contemporânea, a artista apresenta mais de 140 obras produzidas ao longo de vinte e cinco anos. A mostra encerra o ano dedicado às artistas mulheres na Pinacoteca.

Ao revolver o início de sua história pessoal, Rosana Paulino observa que o problema da representação dos negros traduz-se na sua quase ausência nos mais variados aspectos da vida dos brasileiros e na história, sobretudo na história das artes visuais. A artista surge no cenário artístico nos anos 1990 e se distingue, desde o início de sua prática, como voz única de sua própria geração, ao abordar de forma afiada temas socais, étnicos e de gênero. Questões perturbadoras no contexto da sociedade brasileira.

A produção de Paulino tem abordado situações decorrentes do racismo e dos estigmas deixados pela escravidão que circundam a condição da mulher negra na sociedade brasileira, bem como os diversos tipos de violência sofridos por esta população. A artista se vale de técnicas diversas – instalações, gravuras, desenhos, esculturas, etc – e as coloca a serviço do questionamento da visão colonialista da história que subsidia a (falsa) noção de democracia racial brasileira. Esses fundamentos embasaram o conhecimento científico e biológico dos povos e da natureza dos trópicos, contaminaram as narrativas religiosas até atingir o foro doméstico, servindo como eixo para a legitimação da supressão identitária dos africanos e africanas no Brasil.

A exposição Rosana Paulino: A Costura da Memória reúne obras produzidas entre 1993 e 2018, como Bastidores (1997) e Parede da memória (1994-2015), decisivas do início de sua carreira. Estas remontam à sua narrativa pessoal e se apresentam como ponto de partida do percurso expositivo. Situadas na sala principal, a primeira traz, como no título, uma série de suportes para bordar com figuras de mulheres de sua família impressas em tecido cujos olhos, bocas e gargantas estão costurados, indicando o emudecimento imposto às mulheres negras, muitas vezes fruto da violência doméstica.

Parede da memória, que pertence à coleção da Pinacoteca, é composta de 1500 “patuás“ – pequenas peças usadas como amuletos de proteção por religiões de matriz africana – que traz onze retratos de família que se multiplicam, uma forma natural da artista investigar a própria identidade a partir de seus ancestrais. Antigas fotos de família são então transformadas em uma poética e poderosa denúncia sobre a invisibilidade dos negros e negras, que não são percebidos como indivíduos mas como um grupo de anônimos.

Na sala seguinte, estarão expostos vários conjuntos de desenhos, “um aspecto pouco abordado na obra de Rosana Paulino, mais conhecida pelas instalações e obras em gravura”, comenta a curadora Valéria Piccoli. Nesses desenhos, a artista revela sua fascinação pela ciência e, em especial, pela ideia da vida em eterna transformação. Os ciclos da vida de um inseto se aproximam nessas obras das mutações no corpo feminino, por exemplo. As séries de desenhos serão expostas junto da instalação Tecelãs (2003), composta de cerca de 100 peças em faiança, terracota, algodão e linha, que leva para o espaço tridimensional o tema da transformação da vida explorado nos desenhos.

A iconografia da natureza brasileira do século XIX – incluindo ilustrações científicas de plantas, animais e pessoas – também tem servido como fonte material para Paulino. Ao retrabalhar essas imagens, que circularam principalmente em livros de autoria de viajantes europeus, a artista investiga como a ciência, mas também a religião e as noções de progresso serviram como justificativa para a colonização, a escravidão e o racismo. Este interesse pode ser visto nas colagens feitas com impressões, gravuras e monotipias, A Geometria à brasileira chega ao paraíso tropical (2018) e Paraiso tropical (2017), que se encontram na terceira e última sala da exposição.

Junto a elas está a instalação Assentamento (2013), composta de figuras em tamanho real de uma escravizada retratada por Ausgust Sthal para a expedição Thayer, comandada pelo cientista Louis Agassiz. Essas imagens monumentais impressas em tecido, material predominante na prática mais recente de Paulino, são acompanhadas de vídeos e fardos de mãos. Os tecidos, suturados de forma grosseira, denunciam o trauma da escravidão e a necessidade de “refazimento”, como estratégia de sobrevivência, destes homens e mulheres que aqui aportaram.

”A figura que deveria ser uma representação da degeneração racial a que o país estava submetido, segundo as teorias racistas da época, passa a ser a figura de fundação de um país, da cultura brasileira. Essa inversão me interessa”, comenta a artista. O título da obra, que encerra a exposição, traz um duplo sentido: é tanto a fundação de uma cultura, de uma identidade , quanto a energia mágica que mantém o terreiro, segundo as religiões de raiz africana. “É onde se encontra a força da casa, seu ´axé´, finaliza a artista.

Vista de la exposición "Rosana Paulino: La costura de la memoria", en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

Vista de la exposición «Rosana Paulino: La costura de la memoria», en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

Vista de la exposición "Rosana Paulino: La costura de la memoria", en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

Vista de la exposición «Rosana Paulino: La costura de la memoria», en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

Vista de la exposición "Rosana Paulino: La costura de la memoria", en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

Vista de la exposición «Rosana Paulino: La costura de la memoria», en la Pinacoteca de São Paulo, Brasil, 2018. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca


ROSANA PAULINO: LA COSTURA DE LA MEMORIA

Pinacoteca, Praça da Luz 2, São Paulo, Brasil

Del 8 de diciembre de 2018 al 4 de marzo de 2019

Imagen destacada: La artista Rosana Paulino en la Pinacoteca. Foto: Levi Fanan / Pinacoteca

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