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6,7 GB. UNA EXPOSICIÓN ENCAPSULADA

«Cada vez me parece más evidente que nosotros, los portátiles, hemos venido al mundo para expresar el fondo más secreto y recóndito de nuestra naturaleza. Esto es lo que nos separa de nuestros tibios contemporáneos. Y es que creo que estamos unidos profundamente al espíritu de nuestra época, a los problemas subyacentes que la acosan y le dan su tono y carácter. Somos siempre duales en apariencia y lo somos porque encarnamos siempre lo nuevo y lo viejo al mismo tiempo. Nosotros tenemos nuestras raíces en el mismo futuro que tan hondamente nos preocupa».

Enrique Vila-Matas, Historia abreviada de la literatura portátil

 

Por Inés R. Artola

El 30 de junio de 2016 llegué a Buenos Aires y me marché el 18 de julio desde la misma ciudad. Durante esos días localicé a más de una docena de artistas en Argentina y Chile trayéndome en un artefacto diminuto varios gigas de arte. Cuando llegué a Europa, abrí la caja de Pandora para montar una exposición a la inversa en el sentido curatorial del término.

El 30 de junio de 2016 llegué a Buenos Aires y me marché el 18 de julio desde la misma ciudad. Durante esos días localicé a más de una docena de artistas en Argentina y Chile trayéndome en un artefacto diminuto varios gigas de arte. Cuando llegué a Europa, abrí la caja de Pandora para montar una exposición a la inversa en el sentido curatorial del término.

Motivos, historia y resultados se encuentran en las páginas venideras.

Vista de la exposicíón "6,7 GB. Una Exposición Encapsulada", en el Centro de Arte Contemporáneo (Torun, Polonia), 2018. Foto cortesía de CSW Torun Znaki Czasu
Santiago Carrera, Substancia, 2016, impresión en papel de algodón, 60 x 85 cm. Cortesía del artista

LA BOÎTE-EN-VALISE

… Aquella famosa maleta de Marcel Duchamp; las cajas de Fluxus; las exposiciones que cabían en una maleta allá en los 70; las time boxes de Andy Warhol; las curadurías portátiles de Lucy Lippard; el Nanomuseum de Hans Ulrich Obrist; el museo portátil de Domenico Quaranta; el “esto no es un museo” de Martí Peran; aquella sociedad secreta de sabios chiflados shandys narrados por Vila-Matas. Todos pueden ser tomados como fascinantes antecedentes para el proceso de creación de este proyecto. Aunque también podríamos tratarlo con más modestia como un mensaje en una botella que ha atravesado el Atlántico en dirección a Europa.

Lo objetual y táctil fue conditio sine qua non: un dispositivo de almacenamiento en manos de todos, que viaja y que transporta una exposición al completo. Fetiche y leitmotiv.

El encuentro real, cara a cara, era de estricto cumplimiento. La red de contactos por el boca a boca. Métodos y herramientas sencillos y extremadamente eficaces. Se podría haber hecho una búsqueda en red, sincronizar horarios para encontrarse virtualmente por Skype, solicitar envíos en Dropbox, Wetransfer o Google Drive. Pero es que eso, simplemente, no me interesaba. Así que tomé un dispositivo moderno aunque algo anticuado y opté por la comunicación directa, en persona.

Quería, además, cuestionar deliberada e incómodamente el papel del curador. Alterar el modus operandi habitual e incluso invertirlo. El camino recorrido aquí ha sido de la persona a la obra y de la obra al discurso.

¿Qué pasa si el curador no escoge la obra sino que lo hace el artista?, ¿si el artista es invitado a una exposición colectiva sin conocer el nombre de los otros participantes?, ¿si el curador tiene todo el tiempo que quiera concederle el artista y no al revés?, ¿y si el curador no sabe de qué obra dispone hasta no compilar todo el material y estar a miles de kilómetros de distancia?, ¿qué sucede si se fusionan papeles y el juego que se establece elimina jerarquías?

Y si ya forzamos un ejercicio de otredad respecto al objeto protagonista: ¿no resulta asombroso que un artefacto tan diminuto albergue una exposición?, ¿una colectiva que a su vez presenta, como si de muestras en una probeta se tratase, universos artísticos completamente diferentes que abren puertas a mundos tan dispares como únicos?

Teniendo todo esto en cuenta, procedo a abrir ese pendrive aquí y ahora, no sin antes contarles el procedimiento de contacto para luego mostrar las obras cedidas, presentar a los artistas y dar algunas pinceladas subjetivas de lo que fue el encuentro con ellos.

A todos ellos, artistas que aceptaron esta naturaleza portátil y han dado contenido a este proyecto, queda dedicado este trabajo.

Así empieza la historia de 6.7 GB

Norton Maza, Recorridos del deseo, 2006, papel semibrillo, 50 cm vertical (horizontal en proporción). Cortesía del artista
Cecilia Reynoso, Los Flores y las flores, 2009-2016, papel fotográfico, 60 x 40 cm. Cortesía de la artista
Florencia Reta, El mundo es un lugar horrible lleno de cosas hermosas, 2014, papel epson exhibition fiber paper o Hahnemühle baritado, 30 x 45 cm. Cortesía de la artista
Demian Schopf, La Nave: Alicia Galán, 2016, Bolivia, papel Canson Rag Photographique, 310 gm, 110 x 160 cm. Cortesía del artista

GAME´S RULES

  • Contacto por mail con el artista solicitando un encuentro. Se ruega llevar ordenador.
  • El artista propone día, hora y lugar. Decide igualmente la duración del encuentro.
  • Entrevista (generalmente grabada previo consentimiento del entrevistado) improvisada sobre obra, carrera, motivaciones. No se menciona el proyecto.
  • Fin de la grabación. Expreso mi deseo de llevar una exposición que quepa en un pendrive a Europa explicando los motivos. Muestro el objeto. Propongo participar, explicando las normas:
  1. No se revela el nombre de otros participantes para no causar interferencias en la toma de decisiones.
  2. Ceder un mínimo de 1 y un máximo de 5 obras. Fotografía o vídeo.
  3. El artista escoge las obras libremente.
  4. Las incluye en una carpeta que lleve como título sus iniciales para preservar el anonimato.
  5. Doy mi palabra de no abrir los archivos hasta llegar a Europa.
  • El artista queda a solas: dispone de entre 15 y 30 minutos para decidir y grabar.
  • Retrato fotográfico del artista con el dispositivo en la mano como documento-prueba.
  • Se anotan los requisitos técnicos de producción de la obra.
  • Envío por mail un “acuse de recibo” como prueba legal.

(…)

  • Regreso a Europa: apertura de todas las carpetas.
  • Contacto individual y mail colectivo revelando los participantes.
  • Puesta en marcha.
Sebastián Mejía, Playa, 2012, Colombia. 110 x 87 cm. Cortesía del artista
Nicolás Franco, Greyhound, Barn, Stomach, 2016, plotter de corte negro, dimensiones del tamaño de un muro (ej. 300 x 400 cm). Cortesía del artista
Rodrigo Gómez, Rovira, Tierra de fuego, 2011, 60 x 90 cm (formato fotografía; también disponible en formato video). Cortesía del artista
David Sisso, Sin título (de la serie “Tierra vacía”), 2015, impresión Inkjet, papel Canson Infinity Rag, 70 x 70 cm. Cortesía del artista
Sebastián Szyd, Light (31 diciembre 2015), papel orgánico, 105 x 102 cm. Cortesía del artista
Enrico Fantoni, La rebelión de las cosas, 2015, papel algodón mate o semi-mate, 60 x 90 cm. Cortesía del artista

6,7 GB. UNA EXPOSICIÓN ENCAPSULADA

Curaduría: Inés R. Artola

Santiago Carrera. Andrés Durán. Enrico Fantoni. Nicolás Franco. Rodrigo Gómez Rovira. Norton Maza. Sebastián Mejía. Florencia Reta. Cecilia Reynoso. Demian Schopf. David Sisso. Sebastián Szyd.

Centro de Arte Contemporáneo (CSW Torun Znaki Czasu), Torun, Polonia

Del 23 de marzo al 20 mayo de 2018

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