AMALIA VALDÉS
El trabajo de Amalia Valdés (Chile, 1981) hace uso de la geometría a través de patrones que se organizan en una cuadrícula. En sus pinturas -sean planas o con volumen-, las tramas, la repetición, la estructura modular y los juegos con la simetría crean, al final, un cierto orden. Este orden aparente de las cosas se rompe mediante el empleo de formas poligonales irregulares, módulos impredecibles, diagonales, horizontales y verticales irreconocibles, situaciones reglamentarias normadas por bordes duros, ocultos a veces, donde desaparecen y aparecen figuras o fondos y, así, nuevamente, figuras.
La cualidad especular de algunas obras, como en el caso de Retorno (2014) –ganadora del Concurso Transparentarte 2015-, incluye al espectador como un agente activo de participación, logrando que el afuera de la obra sea constitutiva a la construcción de su imagen, siempre cambiante y en movimiento. En los trabajos en papel, el foco está puesto en el material, su reutilización y maleabilidad para la repetición de cortes, su ductilidad y nobleza. Es aquí donde la artista mejor plasma su interés en rescatar el proceso manual en la práctica artística, en la producción artesanal en un mundo plagado de imágenes digitales.
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