ALONSO+CRACIUN: UN RECORRIDO POR 10 AÑOS DE TRABAJO
Se podría decir que alonso+craciun es un bicho peculiar en la escena de arte contemporáneo uruguayo. Con su carácter interdisciplinario, que trata de cruzar públicos y campos, han forjado diez años de trabajo que los llevaron de la Casa del Inmigrante a la Bienal de Venecia. Hoy se dan la oportunidad de repensar su trayectoria como proyecto y proceso en una exposición en el Centro Cultural de España en Montevideo y a través de la publicación de un libro que revisita su práctica. Es en este marco que surgen algunas preguntas.
Roxana Fabius: La obligada: ¿cómo surge alonso + craciun?
a+c: La idea de trabajar en colectivo surge a partir de una colaboración puntual que realizamos en el año 2002. Nos habíamos conocido en una huelga estudiantil en la Facultad de Arquitectura donde ambos estudiábamos. Eran épocas de largas asambleas y discusiones. Comenzamos colaborando sobre un video, luego nos propusimos construir otro, y así fuimos llegando a una metodología proyectual que seguimos manteniendo hasta la fecha.
RF: Allá por el 2004, principios del siglo 21, valores como “estética relacional” y “prácticas sociales” se popularizan en el “anglo-norte”; ¿qué influencia real tienen este tipo de prácticas en su obra? ¿Cómo se relacionan ustedes respecto a prácticas autóctonas latinoamericanas anteriores a la estética relacional como la estancia de Hélio Oiticica en la Favela de Mangueira, las performances de Lygia Pape o Tucumán Arde?
a+c: Desde el colectivo y desde un principio, entendimos nuestras prácticas en un contexto ampliado. No nos sentimos parte del movimiento o tendencia llamado «arte relacional» sino que concebimos nuestro trabajo desde lugares diversos, transdisciplinares, políticos y estéticos. Las referencias a las que haces mención las pusimos críticamente en consideración en cursos en la Universidad de la República, Escuela Nacional de Bellas Artes y la Facultad de Arquitectura. Desde los comienzos nos sentimos más entusiasmados con propuestas que relacionan el arte y política y la construcción de posiciones antagónicas.
Podríamos mencionar a artistas como Gordon Matta-Clark, Robert Smithson, Martha Rosler; referencias que nos posicionaron para la construcción de la imagen, como la fotografía de Francesco Jodice, Jordi Bernadó; y las publicaciones como Brumaria de Barcelona, desde donde conocimos a Paolo Virno, Mauricio Lazzarato y Brian Holmes, entre otros.
Con respecto a lo relacional o a los vínculos humanos que fuimos construyendo con los proyectos, nos importaba más la elaboración de dispositivos activadores de sentido que las referencias concretas. Incluso podemos decir que parte de nuestra trayectoria está relacionada a la militancia universitaria y la extensión universitaria.
Es así que frecuentemente, como parte de nuestro trabajo, llevamos a cabo actividades pedagógicas y de difusión artística, colonizando y descubriendo otros espacios públicos más allá de museos y galerías. Estas actividades quizás dejan de pertenecer estrictamente al orden de lo artístico y dialogan en el ámbito de lo cultural-social, como lo puede ser El Hombre invisible (2006-2009), un proyecto que reúne un grupo de acciones, eventos, comidas, instalaciones, textos, en torno a la relación de alonso+craciun con Carlos Valderrama, director de la Casa del Inmigrante César Vallejo.
Los materiales producidos, video registros, fotografías y objetos han dado lugar a exposiciones pero también a talleres con grupos de jóvenes, colaboraciones más amplias como la organización de la Fiesta del Migrante junto a varias organizaciones locales. Asimismo, nos preocupaba sobremanera incluir estos acontecimientos en el seno de la universidad, hacerlo parte de los programas de estudio, de las actividades universitarias.
También nos interesa el dispositivo de la comida como generador de encuentro y nuevas relaciones, no sólo como un evento estético, sino que también desde sus significados sociales y constructivos. De este modo dimos iniciativa a proyectos como Amorir, un lugar de prácticas artísticas, estéticas y políticas (2008), desarrollando durante un año treinta y dos acontecimientos donde la comida cumplía una función socializante, generando extrañeza en el barrio y a los convocados con las propuestas en el espacio público y privado. El proyecto emergía desde una actitud problematizadora, conflictiva, exigía de los participantes algo más que la presencia
RF: Sus obras, o los “acontecimientos” creados por las mismas, tienden a generar más preguntas que respuestas. ¿ Creen que esto refleja una situación general de inseguridades? ¿Qué consecuencias trae al sujeto?
a+c: Estos acontecimientos los promovemos buscando activar sentidos diversos, formas diversas. Volviendo a la figura del extrañamiento, una forma en el espacio, recontextualizada, un espacio enmarcado, audios y fotos procuran poner a los públicos en una situación inmersiva, activa y desconcertante. Haciendo mención de ejemplos en concreto, la incorporación de un elemento «forma» con una densa capa de materia negra en su superficie (instalación Sin título en la exposición del CCE); o una construcción circular de bloques de hormigón que contiene un auto en ruinas y vegetales en su interior acompañados por un extraño sonido a estática y viento (Público, posiciones en un mundo real, 2009, Plataforma, MEC).
Por otra parte, el acontecimiento es narrado a través de lo audiovisual. En Julia Lafranaconi nos vemos inmersos en una situación nocturna en un bosque nativo y unidos de una linterna buscando rastros de ese intrigante personaje del folklore y la política del Río de la Plata. En Sin título (CCE, 2014), las distintas piezas sonoras, composiciones, paisajes sonoros, y recitados, presentan lugares imaginarios que remiten a paisajes y sonidos-ruidos obtenidos de grandes máquinas que buscan activar referencias y componer en el imaginario para proponer lugares otros y nuevas narrativas a los públicos. Las imágenes son observadas escuchando estos audios, observando la forma enigmática.
RF:¿Cómo es eso de los públicos diversos? ¿Pueden expandir un poco su concepto de públicos? Y por otro lado, ¿qué tipo de relación mantienen ustedes con los participantes o público general de sus obras a largo plazo?
a+c: Nos interesa hablar de públicos, ya que los entendemos como varios y diversos, con intereses y sensibilidades bien distintas. Son ellos quienes conectan, conforman el sentido último o primero. Es así que nos interesa trabajar en la construcción de los públicos, como lo hicimos en Amorir, un lugar de prácticas artísticas, estéticas y políticas (2007-2008), incorporando esta premisa desde el inicio del proyecto, entendiendo que el proyecto no contaba solamente con un posible público sino con varios, que variaban de acuerdo a las distintas propuestas. Entendemos la construcción de los públicos como motor verificador de la incertidumbre de quienes nos miran o contemplan y como partes constituyentes de las propias obras artísticas.
Varios de nuestros trabajos surgieron de las relaciones humanas, de nuestros afectos. Estas persisten y sobreviven al tiempo de producción de los proyectos. De igual forma, las iniciativas para desarrollar una obra vienen de lugares diferentes, ya que elegimos trabajar con procesos abiertos, es decir, no guionamos, ni hacemos storyboards al momento de pensar un video, por ejemplo. El video Tirincón por ejemplo surge luego de 3 días de intensos encuentros en su vivienda en las costas del Río de la Plata junto a su compañera, colegas y amigos. Con Carlos, director de la Casa del Migrante, desarrollamos una relación que lleva más de 8 años, marcada por encuentros, charlas desde donde se desprende el proyecto El Hombre Invisible, pero también talleres y colaboraciones puntuales.
RF:¿Qué significa para a+c como colectivo una institucionalización tan potente como una exposición retrospectiva en un lugar como el Centro Cultural de España?
a+c: Es para nosotros una gran oportunidad de poner en juego nuestro trabajo en relación, dar nuevas chances de complejizar las propuestas, desplegarlas en otras condiciones y vincularlas entre sí.
Es netamente una propuesta ideológica de desplazamiento de la obra artística hacia territorios que promueven la consideración de “la obra” como un dispositivo abierto, cambiante, vinculante. De algún modo habíamos ensayado en el 2009 un recorrido por algunos proyectos y obras en Plataforma MEC. Preferimos hablar de un recorrido por 10 años de trabajo. Trabajar junto a Rodrigo Alonso como curador y a Gabriel Peluffo Linari como editor de la publicación que estamos preparando, es todo un desafío para este recorrido del colectivo donde los procesos, la autogestión y la autorealización fueron los protagonistas.
Esta exposición nos permite repensar y reinstalar trabajos, otros se muestran por primera vez. Cada una de las 14 propuestas que se presentan fueron reproducidas o producidas para esta ocasión considerando la sala y la narrativa general actual. La pieza central de la misma nace en las palabras del curador como «una suerte de taller experimental que apunta hacia el futuro, mediante la puesta en escena de un proyecto abierto y potencial.» La instalación se conforma como un espacio-forma en el centro de la sala: cuatro paredes de yeso que dejan a la vista su estructura desde el exterior definen una interioridad negra, de 4 x 4 metros, dónde 4 fotografías, 3 piezas de audio y una forma escultórica industrial negra de base circular y 3 metros de alto se relacionan en una composición.
La exposición nos permite, al mismo tiempo pensarnos desde el formato libro, la publicación que recorre todo nuestro trabajo con textos de Gabriel Peluffo Linari, Rodrigo Alonso y Fernando Miranda; allí cobra especial sentido nuestro archivo.
Consideramos al CCE como un “dispositivo de representación museal” homologador de prácticas. Lógicamente ha priorizado ciertas tendencias sobre otras, en el transcurso de los años 2000, marcando desde sus inicios una tendencia post-conceptual. A nosotros nos importa poner en juego nuestras modalidades de hacer arte contemporáneo. La idea de hacer esta exposición en el CCE surge de nuestra relación con la Directora de Exposiciones del Centro, Patricia Bentancur.
RF: ¿Cuáles son los planes a mediano plazo de a+c?
a+c: En este momento nos encontramos finalizando dos publicaciones y planificando los eventos-acciones de presentación. La primera, como te comentábamos, un libro sobre nuestro colectivo, la segunda una publicación llamada Colaboración, que nace como fruto del proyecto llamado El Ojo Colectivo y cuenta con textos de varios colegas uruguayos e internacionales como CRAC Valparaíso de Chile, Stephen Wright, de Canadá, Heinz-Norbert Jocks, de Alemania, Fernando Miranda, de Uruguay, y Aida Sánchez, de España, por nombrar algunos.
El proyecto editorial reúne textos e imágenes en torno a las prácticas artísticas colectivas y a los procesos de colaboración que venimos desarrollando en y con distintos proyectos, artistas, colectivos, profesores y escritores. Es, antes que nada, el resultado de una construcción colectiva en el tiempo, determinada por los afectos y las relaciones que hemos venido cimentando. Nos hemos propuesto trabajar sobre las experiencias propias y aquellas que de algún modo han estado cercanas a nosotros como colectivo. Es entonces que la experiencia de lo realizado es la matriz constitutiva de esta propuesta editorial. Se reúnen acontecimientos a los que nos hemos acercado y/o hemos participado activamente, desarrollando en estos instancias reflexivas en los modos de hacer en el arte contemporáneo, entendido éste como un campo abierto a la crítica, al pensamiento, a otros campos disciplinares y al favorecimiento y prospección del trabajo colectivo.
Para el 2015, también fuimos invitados a participar en la XII Bienal de La Habana en torno al eje curatorial Entre la Idea y la Experiencia.
RF: Y unas palabritas de conclusión.
a+c: Tomando las palabras de Gabriel Peluffo: criticar y subvertir todas aquellas formas de la vida cotidiana que celebran la convivencia aséptica!!!
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La muestra alonso+craciun: un recorrido por 10 años de trabajo, con la curaduría general de Rodrigo Alonso y la curaduría editorial de Gabriel Peluffo Linari, permanecerá abierta en el Centro Cultural de España de Montevideo hasta el 8 de noviembre de 2014.
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