BENJAMÍN OSSA SOBRE LA PUBLICACIÓN DE SU «LIBRO TEMPRANO»

No sólo la feria Chaco 2013 nos llevó a revisar las propuestas expositivas tanto de las galerías nacionales como internacionales sino, también, desde un programa de actividades paralelas, fuimos testigos de lo que implica la circulación y difusión de los artistas chilenos que no superan los 30 años. Una generación que se ha destacado en el último tiempo por sustentar su trabajo bajo una serie de fórmulas que pretenden apoyar la promoción de todas sus actividades, sobresalir con renovadas propuestas que no circundan los ya conocidos espacios de exhibición y promoción. Espacios que a estas alturas están más preocupados por halagar deficientes sistemas políticos de promoción y que, lamentablemente, son controlados por un par de instituciones.

De esta manera, el lanzamiento en el marco de Chaco del Libro Temprano, de Benjamín Ossa, responde a una necesidad que tiene la escena local de irrumpir en una dinámica de trabajo que debe ser promovida por la acción sistemática de la misma escena, que busca posicionar acciones e imágenes y, por sobre todo, refrescar los discursos.

En esta entrevista, conocemos más de Libro Temprano, lanzado en el stand de Ediciones Daga durante la última feria Chaco.

Libro Temprano, de Benjamín Ossa. Cortesía: Ediciones Daga/Artespacio

Rodolfo Andaur: Indudablemente, la publicación de un libro de arte apoya la circulación de los artistas; sin embargo, en este libro, más allá de posicionar una parte de tus proyectos, me llama la atención su texto principal, donde el repaso historiográfico y teórico no posee una vinculación estricta con Chile. ¿A qué responde ese análisis escrito por Maya Errázuriz para Libro Temprano?

Benjamín Ossa: Jorge Losse, de Ediciones Daga, invitó a Maya para que formara parte del proceso. El hecho de ser una teórica joven podía ser un aporte para el desarrollo de esta publicación, por el simple hecho de que su visión no tiene que ver con Chile. Maya estudió en el extranjero y con su análisis podía refrescar la observación que se tiene de mi obra en el contexto chileno. Además, creo que es una forma más orgánica, horizontal y fresca de generar contenido. El texto no pretende validar la obra, sino que expandir las lecturas del trabajo. Me interesa que esto sea construido generacionalmente.

Libro Temprano, una monografía de Benjamín Ossa editada por Ediciones Daga, Santiago, 2013. Foto: Martín Quiroz. Cortesía: Daga/Artespacio

Libro Temprano, una monografía de Benjamín Ossa editada por Ediciones Daga, Santiago, 2013. Foto: Martín Quiroz. Cortesía: Daga/Artespacio

Libro Temprano, una monografía de Benjamín Ossa editada por Ediciones Daga, Santiago, 2013. Foto: Martín Quiroz. Cortesía: Daga/Artespacio

R.A: En este sentido, ¿cómo observamos tu obra en el medio local de la mano de esta publicación?

B.O: Me parece necesario publicar, ya que un libro es un documento que genera un impacto en el circuito. Existe una distancia entre lo que está sucediendo realmente en la producción artística y lo que finalmente se mediatiza o visualiza públicamente. Esta forma de entender el medio me facilita y me coordina para crear y visibilizar mi trabajo. Siento que con la edad que tengo (29) un libro sintoniza y proyecta una forma de entender la actividad. Publicar y circular ideas debería ser parte del quehacer de todos los que estamos en esto.

R.A: Otra cosa que rescato de Libro Temprano se refiere al trabajo en equipo. ¿Cuál es tu opinión sobre el trabajo colaborativo, no sólo en tu gestión como artista, sino también para la compilación de este tipo de proyectos?

B.O: El trabajo en equipo es fundamental. Al estar en contacto con otros profesionales, las visiones enriquecen el contenido final. En el caso particular de Libro Temprano, la participación de alrededor de nueve a diez personas contribuyó a que el libro fuese un documento fresco y enfocado en lo que realmente importa, su contenido. La metodología que se utilizó para la confección del libro se basa en las personas que lo realizaron, en sus formas de trabajo. La participación de Maya Errázuriz fue clave bajo la idea de ampliar los referentes y salir de esta localidad. Junto con Jorge Losse logramos generar una narrativa visual paralela al texto. Javier González Pesce fue invitado a observar el proceso, lo que derivó en un texto como anexo. Por otro lado, Sebastián Rodríguez implantó un método de diseño página a página lo que le da un código visual de autor y un orden fluido a todo el libro. Alejandro Matamala ha logrado conectar con ferias de editoriales independientes y hacer circular el libro. Además, Galería Artespacio, mediante su participación en ferias internacionales, ayuda a la difusión de modo comprometido. También Javier Toro Blum y Constanza Güell aportaron con textos de muestras anteriores y Sebastián Mejía, Ian O’ Connor y Catalina Nazar aportaron con algunas fotografías. Finalmente, que aparezca mi nombre en la tapa es casi una coincidencia.

R.A: Las instituciones que avalan la circulación internacional al parecer han carcomido la visión que posee el medio local sobre la circulación de los artistas. Siento que algunos artistas chilenos sólo sueñan despiertos acerca de su promoción y validación en el circuito internacional. Ahora, a pesar de los esfuerzos, lamentablemente en Chile continúa siendo precario difundir a nivel local a los artistas visuales. ¿Con el libro en la mano cómo trabajas tu circulación?

B.O: La verdad que yo no analizo mucho las situaciones antes de actuar, las consecuencias son parte del inimaginable. Para que la circulación se concrete hay que estar pendiente a diario. Libro Temprano, en menos de un mes, circula por siete países, en donde distintas personas han podido ver mi producción. Y esto sólo puede pasar a través de publicaciones físicas.

Libro Temprano, una monografía de Benjamín Ossa editada por Ediciones Daga, Santiago, 2013. Foto: Martín Quiroz. Cortesía: Daga/Artespacio

Libro Temprano, una monografía de Benjamín Ossa editada por Ediciones Daga, Santiago, 2013. Foto: Martín Quiroz. Cortesía: Daga/Artespacio

Libro Temprano, una monografía de Benjamín Ossa editada por Ediciones Daga, Santiago, 2013. Foto: Martín Quiroz. Cortesía: Daga/Artespacio

R.A: Expones tu trabajo imponiendo un sentido site-specific que desmarca el espacio y conjuga inquietudes más exteriores,planteadas desde la misma observación de tu propuesta. De esta manera, lo que capturé de Formas/Borde en el 2011 en la Galería Tajamar parecía alterar la visión que poseemos de la arquitectura dentro de un ícono del mismo, como las Torre de Tajamar. ¿Cuál es la impronta de ese proyecto?

B.O: Mi trabajo nace desde los lugares, desde la arquitectura, historia y tiempo especifico. En ese sentido, el trabajo que presenté en Tajamar se adosa al lugar, a su arquitectura, historia e incluso a su especificidad estilística. De hecho, viendo algunos registros pareciera que las características del trabajo datan del tiempo de construcción de las torres. Me interesan este tipo de lugares, tienen más dinamismo y variantes que los espacios tradicionales de exhibición.

R.A: ¿Y qué aspectos planteados en tus exposiciones nos conducen a la intención compositiva de tu obra que, entiendo con lo que me cuentas, va más allá de lo geométrico?

B.O: Por ejemplo en el caso de Tajamar, era básicamente entender que en ese lugar, en esa amplitud de lugar, ese descampado, yo no podía sino entender a la galería como el soporte del trabajo y no como un contenedor. En ese sentido, la galería, su arquitectura, fue el soporte para que la obra se vinculara con el entorno del lugar y el espectador tuviera una participación más intensa al observar la obra. Esa obra tenía una dinámica de retroalimentación constante; el transeúnte se podía observar transitando y ver cómo el entorno transitaba en ese reflejo también.