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Uruguay en la Bienal de Venecia | Marco Maggi:global Myopia (pencil & Paper)

Los dibujos, esculturas e instalaciones de Marco Maggi codifican el mundo. Compuestos por patrones lineales que sugieren tableros de circuitos, vistas aéreas de ciudades imposibles, ingeniería genética o sistemas nerviosos, sus dibujos son un tesauro de lo infinitesimal y lo indescifrable. El lenguaje abstracto de Marco Maggi se refiere a la manera en que la información se procesa en una era global. Su obra desafía la noción de dibujo en sí. Para la 56° Bienal de Venecia, el artista uruguayo presenta Global Myopia (pencil & paper) [Miopía Global (lápiz y papel)], una instalación de sitio específico hecha enteramente de papel, pegatinas y lápices.

Para Venecia, Maggi se planteó un reto: concebir un proyecto que pudiese viajar en su totalidad en una compacta maleta de mano, para luego desplegarse por completo en las paredes del Pabellón de Uruguay como una suerte de archivo .zip, una obra portátil e infinita capaz de expandirse lentamente durante los meses previos a la inauguración. Los diminutos papeles se diseminan y se conectan por las paredes como redes o una acumulación de sedimentos. Estas colonias o constelaciones entran en diálogo con una pista de iluminación específicamente diseñada para crear miríadas de sombras de alta definición y proyecciones incandescentes que tienen como único objetivo ralentizar al espectador.

Marco Maggi, Pabellón de Uruguay, Giardini della Biennale, Venecia. Cortesía del artista y Josée Bienvenu Gallery

Marco Maggi, Pabellón de Uruguay, Giardini della Biennale, Venecia. Cortesía del artista y Josée Bienvenu Gallery

El proyecto divide el acto de dibujar en dos etapas. En primer lugar, mediante el recorte de un alfabeto de 10 mil elementos a lo largo del año 2014 en Nueva York, y en segundo lugar, mediante el uso de los elementos precortados para «escribir» en las paredes del pabellón durante la primavera de 2015. De la misma manera, el proyecto separa los dos elementos clave de dibujo, lápiz y papel, en dos espacios: dibujos de papel en la sala principal, y una instalación de lápices en la primera habitación del pabellón.

Drawing Machine (nine possible starting points) [Máquina de Dibujo (nueve posibles puntos de partida)] son nueve lápices puestos en penitencia. Varios lápices, alineados paralelamente apuntando contra la pared, están suspendidos en el aire por la tensión de nueve cuerdas de tiro con arco. Con la inestabilidad similar a la de un sismógrafo, la obra intenta documentar las opciones disponibles en el inicio de un dibujo.

«El dibujo es un diálogo con una superficialidad. Es una disciplina superficial que le permite a uno tomar distancia de la profundidad del pensamiento con el fin de des-multiplicar una empatía por lo insignificante. El dibujo para mí es como escribir en un idioma que no entiendo. Yo no creo en los mensajes o las ideas. Las ideas tienen la tendencia a ser fijas y aspiran en última instancia al estatus de ideología. Las ideas son precarias y sólo deberían ser entregadas con una fecha de caducidad. Mi único objetivo con Global Myopia es promover pausas y hacer el tiempo visible», dice el artista.

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Marco Maggi, Drawing Machine (nine possible starting points), lápices negros y cuerdas de tiro con arco, 2015. Vista de la instalación en el Pabellón de Uruguay en la 56° Bienal de Venecia. Foto: Ugo Carmeni Studio

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Marco Maggi, Drawing Machine (nine possible starting points), lápices negros y cuerdas de tiro con arco, 2015. Vista de la instalación en el Pabellón de Uruguay en la 56° Bienal de Venecia. Foto: Ugo Carmeni Studio

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Marco Maggi, Paper Drawings (Sticker Room), 2014-2015, Abecedario autoadhesivo sobre muro. Vista de la instalación en el Pabellón de Uruguay, 56° Bienal de Venecia, 2015. Foto: Ugo Carmeni Studio

Pausa capital*

Global Myopia (pencil & paper) es un dispositivo expositivo no convencional, donde el dibujo es el foco cuestionado y su soporte expandido a límites fuera de la escala habitual y fácilmente aprehensible. Maggi ha elaborado un abecedario personal de 10 mil elementos (stickers blancos) con los que dibuja durante meses pegando y plegando sobre las paredes. Esos pequeños papeles blancos necesitan, para que sean visibles y existan, en este caso sobre un muro también blanco, un tipo de iluminación especial, una luz pareja y al mismo tiempo capaz de moldear sombras de alta definición. Maggi construye a partir de signos, de líneas de corte, de sombras y de códigos que se vinculan y relacionan generando lenguaje. Del signo a la construcción, ha logrado elaborar un diccionario conformado por series de pequeñas piezas a partir de las cuales alcanza la más discreta de las monumentalidades.

Si en decenas de artistas se verifica una dilución de objetivos centrales cuando se someten a las exigencias de los grandes espacios (bienales, ferias, museos, etcétera), en Maggi, por el contrario, se densifica una propuesta que no pierde sentido en una relación de cercanía. Esta instalación, al igual que todas sus obras anteriores, obliga a una experiencia directa: no hay forma de considerar el trabajo si no estamos físicamente presentes en el lugar de la exposición. Es necesario reducir la distancia, en términos estrictamente físicos, ya que esa proximidad es la que habilitará la inmersión en su trabajo, con un lenguaje que nada quiere decir a priori. Esta necesidad de proximidad, de hacer foco, no es menor si pensamos que será también la que nos permitirá construir una subjetividad analítica que nos reafirme en un consumo crítico.

El interés de Maggi está centrado en la calidad y la intensión de la mirada, en el tiempo que dedicamos a cada acto seudoconsciente, y en consecuencia en el aspecto espacial que es, en todos los casos, determinante en su trabajo. Los problemas relativos a la representación y su vínculo con la audiencia están condicionados por el espacio en tanto distancia y capacidad perceptiva, y por el tiempo, en tanto atención y capacidad analítica. Estos tres focos: espacio, tiempo y representación, son los que articulan y confieren sentido a la proposición de Marco Maggi.

Global Myopia es un nuevo dispositivo expositivo que involucra una vez más los dos elementos básicos del dibujo: el lápiz y el papel. El primero, en este caso, se transforma en una máquina fríamente preparada para dibujar y destinada a no hacer ningún trazo. El papel, en esta oportunidad, no será el soporte del dibujo sino la materia que lo genera. Nada es lo que parece ser, y sin embargo todo es exactamente lo que pensamos que estamos viendo. El soporte está expandido a límites fuera de la escala habitual, y esta escala necesariamente modifica la relación de la obra con el espectador. Éste entra a un dibujo y queda rodeado por ese dibujo.

Para Maggi la miopía se convierte en una ventaja; la condición miope nos obliga a acercarnos más, a reducir la distancia que existe entre las cosas y nosotros, y esa acción es la fundamental. El protocolo requiere detenerse, dudar y reenfocar, eliminar el espacio entre la obra y el que mira; esa distancia, muchas veces mínima, es lo que Maggi considera prioritario en su trabajo. Conseguir reducir esa distancia, activar la consciencia miope, imbuir una duda que nos haga entrecerrar los ojos y buscar un foco, ese es su objetivo. Esta obra se activa y es «eficaz» en la medida en que ese vínculo, sin duda exigente para el público, se genere y se sostenga.

Maggi plantea reducir la escala del dibujo, hacerlo poco visible, para intentar «humanizar el arte»; una vez más su foco no está en el objeto sino en el sujeto, en el protocolo particular y en el proceso de la mirada. Un proceso que además es estrictamente subjetivo, que va a construir una experiencia intransferible que requiere de un grado de atención particular.

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Marco Maggi, Paper Drawings (Sticker Room), 2014-2015, Abecedario autoadhesivo sobre muro. Vista de la instalación en el Pabellón de Uruguay, 56° Bienal de Venecia, 2015. Foto: Ugo Carmeni Studio

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Marco Maggi, Paper Drawings (Sticker Room), 2014-2015, Abecedario autoadhesivo sobre muro. Vista de la instalación en el Pabellón de Uruguay, 56° Bienal de Venecia, 2015. Foto: Ugo Carmeni Studio

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Marco Maggi, Paper Drawings (Sticker Room), 2014-2015, Abecedario autoadhesivo sobre muro. Vista de la instalación en el Pabellón de Uruguay, 56° Bienal de Venecia, 2015. Foto: Ugo Carmeni Studio

Uno de los cuestionamientos principales que propone All the World’s Futures es justamente qué pueden hacer el arte y los artistas frente al estado actual de las cosas: «¿Cómo pueden los artistas, pensadores, escritores, etcétera, a través de imágenes, objetos, palabras, sonido, reunir a los públicos en actos de mirar, de escuchar, de responder y participar, con el fin de dar sentido a la agitación actual?». En Global Myopia, al igual que en la propuesta disparada por Enwezor, se promueve una participación consciente por parte del público. La pregunta del curador general es en definitiva si el arte, a partir de cualesquiera de sus formas y formatos, será capaz de ayudar a construirnos, más analíticos, más agudos y críticos frente a la realidad que se nos presenta. También, si podemos colaborar desde este ámbito, por momentos tan elitista, tan alejado de la realidad, a promover alguna reflexión colectiva, algún tipo de acción que nos modifique en nuestras lecturas y, en consecuencia, que cambien también nuestras acciones, y como decía Antoni Muntadas, lleguemos a entender que en lo que vemos, la percepción requiere de nuestra participación. El trabajo de Maggi promueve esa percepción consciente, y en un grado tal vez anterior, también participativa. Estos espacios de pausa y pensamiento pueden llegar a ser fundamentales para enfrentar esta inquietud actual de nuestro tiempo, para ayudar en su infinita discreción a detener algo en nosotros que nos permita mirar y pensar desde otra perspectiva y tal vez construir en una dirección modificada.

Global Myopia es un trabajo desde el campo del arte y de la representación, que se aleja de las monumentalidades pornográficas y estruendosas para adentrarse en un universo formal escrupulosamente simplificado. Esta austeridad aguzada puede ayudar a revisar los mecanismos y la eficacia de la representación y sus muy diversas elecciones, al tiempo que revisa muchas de nuestras posibles opciones a seguir, como público y como ciudadanos. Si ya en los años cincuenta o sesenta otros artistas reflexionaron activamente sobre esto, no parece menor que medio siglo después continuemos señalando esta urgencia que muda su apariencia pero encierra los mismos daños colaterales que se intuyeron. Esta instalación actúa como una denuncia constructiva que, a priori, carece de la menor intensión y que no exige un resultado definido.

Global Myopia es también una oportunidad para desplegar y complejizar el trabajo de este artista, y al mismo tiempo es una circunstancia única para analizarlo desde distintas perspectivas y filtros, como los sugeridos en este texto y en el concepto curatorial general que lidera esta edición de la bienal. El uso de nociones como espacio, representación o tiempo, permite entender este dispositivo expositivo no convencional que conlleva la obra de Marco Maggi. La lectura solo podrá darse a través del desplazamiento espacial, de la proximidad física con el plano, de un tiempo de atención que permita un recorrido, y de un tiempo de comprensión que habilite la lectura de un lenguaje aparentemente inasible.

En Global Myopia hay que entender el espacio expositivo como una nueva experiencia de inmersión en un dibujo expandido que nos obliga a ser protagonistas físicos de ese dibujo, y que al mismo tiempo nos convierte en activadores de su lectura. Estando el interés de Maggi centrado en el espacio entre el objeto y el espectador, en la calidad y la intensión de la mirada, y en el tiempo dedicado a cada acto, espacio y tiempo son no solamente elementos determinantes en la producción de su propuesta, sino también elementos determinantes para que en nuestra calidad de espectadores podamos hacer cualquier tipo de análisis sobre esta representación visual. La reformulación de una herramienta tan primaria como el dibujo, y la implicancia física y temporal que le confiere Maggi a la percepción de éste, se suman para promover una reflexión política que parecería imposible de promover a partir de la abstracción. Global Myopia nos enseña a ver mucho más allá del lápiz y del papel. En realidad a ver mucho más allá y más allá de la apariencia prosaica de las cosas, como decía Walter Benjamin, más allá del sentido más romántico de la percepción que nos niega encontrar la belleza en la simpleza, y más allá de la profunda ceguera que nos impide ver al mundo político con la lucidez requerida.

*Extracto del texto curatorial de Patricia Bentancur

 

 

Global Myopia (pencil & paper)

Artista: Marco Maggi

Curadora: Patricia Bentancur

Comisario: Ricardo Pascale

Pabellón de Uruguay en la 56° Bienal de Venecia

Giardini della Biennale

Del 9 de mayo al 22 de noviembre de 2015

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