NICOLÁS FRANCO: EL CARÁCTER DE CIERTOS PROCEDIMIENTOS
La calidez y seducción que poseen algunas imágenes nos conducen levemente a inmiscuirnos en su producción. Producción que puede ser alterada por el éxtasis que provoca un par de gestos audiovisuales y fotográficos. En ese tráfico de procedimientos se engendra una estética singular en los instantes en que el sujeto trastoca y absorbe una imagen. Aquí lo que ve el otro nos seduce y también lo que vemos seduce al otro.
En esa óptica, los esquemas con los cuales se editan varios relatos expositivos, en la capital de Chile, solo merecen ser catalogados como meras reliquias de una cultura expositiva en crisis. Sin embargo, en Cortado en Pedazos, proyecto que presenta actualmente Nicolás Franco en el Museo de Artes Visuales (MAVI), la diatriba de su reflexión la constituye el sello certero de su exploración. Para este artista la imagen no sólo se expande a través de diversos procedimientos técnicos, sino que también vacila sobre todo lo que la representa. Entre estos parajes de Franco se exhiben alegorías del otro, pero ese otro que desmonta y tensiona el propio paisaje que ha construido este artista.
Por otro lado, estas fotografías, textos y aguafuertes de Cortado en Pedazos establecen la mirada del otro desde la alteridad que cuestiona y convierte al artista en un lascivo constructor dentro de la cultura de la imagen. Ante él, las exigencias de toda realidad amalgaman la apariencia de los diversos procedimientos que incluso deben lidiar con la obsolescencia de ciertos reproductores de imágenes. Pero ante la manipulación de sus intersticios, todo el conjunto se transforma en una ilusión al servicio del imaginario de esta sociedad calculadora y oportunista que sucumbe ante el imperio de la seducción. Además, este artista trabaja ciertos desdoblamientos de la mirada y de la conciencia ya que simplemente ha estado sujeto a la mirada de otro. Esa mirada, esa sensibilidad visual dirigida que construye desde su conciencia corpórea.
Pareciera que la fotografía de Franco quiere descargar un juego vertiginoso: exhibir lo real desde un principio de obstrucción de esa misma realidad y arrojarlo a la extrañeza. Más allá de la reversibilidad de estas obras, el extrañamiento que abre su dimensión marca una des-realización estética. Aquí, la fragmentación de estas obras parte desde la recapitulación de una estética abstracta y laberíntica en la que cada fragmento opera independientemente, pero que a su vez encadena un continuo temporal y un instante narrativo único para Cortado en Pedazos.
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