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SARAH ZAPATA. ARTE TEXTIL DESDE LA INTERSECCIONALIDAD

La obra de la artista visual y escritora peruano-estadounidense Sarah Zapata (nacida en Texas en 1988 y residente en Nueva York) ha ganado notable expansión y visibilidad en los últimos años. Su distintivo enfoque autobiográfico en el arte textil, explorado a través de las propiedades materiales, está siendo ampliamente reconocido por museos y galerías. Varias exposiciones recientes destacan la manera en que Zapata integra su herencia cultural peruana y su identidad queer en sus creaciones.


Vista de la exposición “Sarah Zapata: Beneath the breath of the sun” [Bajo el aliento del sol], en el ASU Art Museum, Tempe, Arizona, 2024. Foto cortesía del ASU Art Museum © Shaunté Glover

El trabajo textil de Sarah Zapata, rico en color, patrón y textura, está profundamente arraigado en técnicas tradicionales como el tejido, el bobinado y el ganchillo. Sin embargo, su mayor interés está puesto en expandir las posibilidades del medio más allá del tacto, la tradición y la utilidad. Lo que intriga a la artista es la presencia del textil, es decir, su poder físico, envolvente, casi omnipresente, mientras utiliza el espacio como un material en sí mismo.

A lo largo de su trabajo, Zapata también indaga en la posibilidad de vincular de manera tangible la historia humana con la historia del textil. «Los textiles tienen un significado profundo en la experiencia individual”, señala la artista. «Recuerdo haber leído que las alfombras no llegaron a Sudamérica hasta después de la colonización española. Ahora son tan comunes en estos países, pero es interesante considerarlas como un borrado de las dinámicas de poder y cambio. Suelen ser percibidas como símbolos de tradición, pero más bien son indicativas de cómo la tradición ha sobrevivido y a la vez se ha transformado debido a la colonización».

La obra de Sarah Zapata se nutre de estas historias coloniales, de su herencia cultural peruana, de las tradiciones textiles ancestrales y la teoría feminista. En particular, su experiencia como mujer queer criada en un hogar evangélico la ha llevado a integrar en sus textiles formas arquitectónicas, versículos bíblicos, iconografía y simbolismo religioso.

«El detallismo y la paciencia necesarios para hacer tejidos a mano hablan de devoción, y hay textos bíblicos que lo describen”, cuenta la artista. “En los Salmos, se menciona a la mujer virtuosa que trabaja la lana con sus manos, como una expresión de fe». Del mismo modo, el tejido y el bobinado son testamentos de fe en el arte textil de Zapata, reflejando su esperanza en un futuro más positivo.

Vista de la exposición “In vastness of borrowed time (The taxing of a fruitful procession)”, de Sarah Zapata, en Crisis Galería, Lima, 2021. Foto: Juan Pablo Murrugarra
Vista parcial de la instalación “Sarah Zapata: Una hambruna de audición”, 2019. Obra por encargo de Performance Space, Nueva York. Foto cortesía de la artista y Performance Space NY
Vista parcial de la instalación “Sarah Zapata: Una hambruna de audición”, 2019. Obra por encargo de Performance Space, Nueva York. Foto cortesía de la artista y Performance Space NY
Vista de la exposición “Sarah Zapata: To Strange Ground and High Places”, Galleria Poggiali, Milan, Italia, 2023. Foto cortesía de la galería
Vista de la exposición “Sarah Zapata: To Strange Ground and High Places”, Galleria Poggiali, Milan, Italia, 2023. Foto cortesía de la galería
Pinturas alfombradas

En algunas de sus esculturas anteriores, formas antropomórficas se elevan sobre bases de cuerdas enrolladas que aluden a la cestería del antiguo Perú, pero sin adherirse a la simetría, optando por una abstracción más libre. Las figuras emergen como momias envueltas en paños de algodón, reminiscentes de la cultura Paracas, aunque construidas como collages matéricos de colores vivos. Del mismo modo, sus pinturas alfombradas o alfombras de pared adoptan prácticas artesanales contemporáneas para reinterpretar las ricas tradiciones textiles peruanas.

Sus trabajos recientes, en tanto, se expanden en tamaño y complejidad. Zapata explora el textil en dimensiones escultóricas y arquitectónicas de gran magnitud, dando lugar a la creación de espacios inmersivos fantásticos. En estos ambientes de transición, donde se difuminan los límites entre presente y futuro, combina la familiaridad del textil con la desorientación provocada por la experiencia alucinatoria de la geometría y el color.

Vista de la exposición “Sarah Zapata: Beneath the breath of the sun” [Bajo el aliento del sol], en el ASU Art Museum, Tempe, Arizona, 2024. Foto cortesía del ASU Art Museum © Shaunté Glover
Beneath the breath of the sun

Hasta el 21 de julio, el Museo de Arte de la Universidad Estatal de Arizona (ASU), presenta el proyecto más ambicioso de Zapata hasta la fecha: Beneath the breath of the sun, un conjunto deobras inéditas realizadas durante su residencia en CALA Alliance (Phoenix, Arizona, 2023), las cuales establecen un diálogo coherente y activo con la arquitectura del espacio.

La exposición consiste en una instalación site-specific de gran escala, compuesta por obras textiles en las que la artista examina su identidad interseccional. Los llamativos tonos en naranjas y amarillos hacen referencia al sol y al aire abrasador del desierto y, de manera más amplia, a la topografía del paisaje de Arizona. En este entorno inmersivo y mareante, Zapata juega con la percepción imaginativa del tiempo. Para ella, el tiempo y el espacio son elementos activos de sus composiciones.

Un aspecto central de la instalación es una serie de columnas cubiertas de tufting que emergen del techo y brotan desde el suelo del espacio expositivo, el cual ha sido intervenido con motivos a rayas. La incorporación de este patrón hace alusión a la histórica marginación de las minorías, según la artista.

«Las rayas tienen una historia muy controvertida: hay textos bíblicos que hablan de que no se debe vestir un tejido que esté hecho de dos [telas diferentes], así que desde la época medieval las rayas se utilizaban para etiquetar a las personas que estaban al margen de la sociedad, como los bufones y las prostitutas. De ahí también provienen las rayas de los uniformes carcelarios y de la bandera estadounidense. Para mí ha sido una forma de acceder a esta suerte de desconfianza en un patrón específico, así como de exaltar a los marginados de la sociedad», explica la artista.

Los textiles y rayas que revisten los pilares de la instalación funcionan como elementos que adornan el espacio en lugar del cuerpo. Algunas de las columnas están partidas por la mitad, un gesto intencional de la artista para referirse al espacio liminal. Desde su perspectiva, la ambigüedad de lo intermedio es crucial: el espacio negativo es tan significativo como la obra misma.

Vista de la exposición “Sarah Zapata: Beneath the breath of the sun” [Bajo el aliento del sol], en el ASU Art Museum, Tempe, Arizona, 2024. Foto cortesía del ASU Art Museum © Shaunté Glover
Vista de la exposición “Sarah Zapata: Beneath the breath of the sun” [Bajo el aliento del sol], en el ASU Art Museum, Tempe, Arizona, 2024. Foto cortesía del ASU Art Museum © Shaunté Glover

Cerámicas de la colección del museo de la ASU. “Sarah Zapata: Beneath the breath of the sun”, ASU Art Museum, Tempe, Arizona, 2024. Foto cortesía del museo © Shaunté Glover

Zapata se interesa en crear obras genuinamente accesibles y desafiar la noción de que la cultura es un privilegio exclusivo de las élites. Por esta razón, utiliza materiales con los que podamos establecer una conexión física, concibiéndolos como puertas de entrada. Desde su punto de vista, los textiles no son simplemente productos de consumo efímero o adornos corporales, sino elementos que embellecen el espacio y guían el cuerpo hacia experiencias más profundas y significativas.

Tras su incursión en la moda antes de dedicarse por completo al arte, Zapata descubre que los textiles tienen la capacidad de ser arquitectónicos y formar parte integral de grandes instalaciones, donde el espectador se convierte literalmente en parte de la obra. A este cambio de percepción se suma su estudio de las teorías del autor cubano José Esteban Muñoz sobre futurismo queer, que invitan a la responsabilidad colectiva de soñar y decretar mejores formas de existencia para construir nuevos mundos y futuros.

La muestra en el museo de la ASU, organizada por la curadora de la institución Alana Hernández en colaboración con Sade Moore, asistente curatorial de CALA Alliance, incluye además una serie de pequeñas obras que descansan o se apoyan en las columnas. Su diseño de forma astral, inspirado en las Gaillardia (o flor manta solar de Arizona, de colores rojo, naranja y amarillo), establece una correspondencia visual con los rostros de las cerámicas de la colección del museo, exhibidas en la sala adyacente.

Estos artefactos ancestrales, elaborados en arcilla y seleccionados personalmente por la artista como puntos de partida para la exposición, subrayan su conexión con la tierra y con las tradiciones artesanales de su herencia peruana.

Vista de la exposición “Sarah Zapata: So the roots be known”, en el Kemper Museum of Contemporary Art, Kansas City, Missouri, 2023-2024. Foto: E.G. Schempf.
Vista de la exposición “Sarah Zapata: So the roots be known”, en el Kemper Museum of Contemporary Art, Kansas City, Missouri, 2023-2024. Foto: E.G. Schempf.
So the roots be known

Zapata también exhibe obras recientes en la exposición So the roots be known, que estará abierta hasta el 27 de julio en el Kemper Museum of Contemporary Art, en Kansas City, Missouri. En esta instalación creada específicamente para la ocasión, se enfoca en las historias locales de lesbianas y feministas a partir de una investigación realizada en el Gay and Lesbian Archive of Mid-America de la Universidad de Missouri-Kansas City.

La instalación rinde homenaje en parte a Womontown, un grupo mayoritariamente compuesto por mujeres queer que estableció una comunidad revolucionaria en el barrio de Longfellow (Dutch Hill) en Kansas City a finales de la década de 1980. Al crecer en Texas en el seno de una familia evangélica, Zapata enfrentó los desafíos de su sexualidad e identidad de género después de mudarse a Nueva York, junto con el sentimiento de culpa asociado a abordar estos aspectos de su vida. En lugar de rechazar estos dilemas, decidió sumergirse en su investigación.

En la obra presentada en el Kemper Museum, Zapata incorpora los tulipanes del estandarte de Womontown, junto con su tonalidad lavanda, la cual, asociada con la resistencia de las comunidades gay y lesbiana, fue estigmatizada a mediados del siglo XX.

Las escaleras, un motivo recurrente en su obra que evoca ideas de fantasía y espacios de transición, hacen referencia en esta instalación a The Ladder (1956-1970), una revista para lesbianas fundada por las Hijas de Bilitis y posteriormente dirigida a distancia por la reconocida escritora y editora Barbara Grier en Kansas City.

De particular interés para la artista son los métodos de protesta política y solidaridad entre culturas y contraculturas, especialmente aquellos expresados a través del textil, como las arpilleras, una forma de arte desarrollada por mujeres chilenas en resistencia a la violenta dictadura de Augusto Pinochet, y el AIDS Memorial Quilt, un tapiz de 54 toneladas exhibido en el National Mall en 1985 en memoria de las vidas perdidas durante la epidemia de sida.

Curada por Krista Alba, So the roots be known destaca poéticamente la resistencia y el trabajo de las voces feministas y queer. Las piezas textiles de Zapata se sitúan suspendidas y extendidas a lo largo de la pared para evocar las diversas banderas, pancartas y colchas creadas de manera colaborativa en las luchas por un futuro mejor, a través de la solidaridad y el cuidado mutuo.

Vista de la exposición "Sarah Zapata: A resilience of things not seen", en el John Michael Kohler Arts Center, Sheboygan, Wisconsin, 2022. Foto cortesía de la artista y JMKAC.
Vista de la exposición «Sarah Zapata: A resilience of things not seen», en el John Michael Kohler Arts Center, Sheboygan, Wisconsin, 2022. Foto cortesía de la artista y JMKAC.
Vista de la exposición «Sarah Zapata: A resilience of things not seen», en el John Michael Kohler Arts Center, Sheboygan, Wisconsin, 2022. Foto cortesía de la artista y JMKAC.
A resilience of things not seen

En A resilience of things not seen, muestra curada en 2023 por Laura Bickford en el John Michael Kohler Arts Center (Sheboygan, Wisconsin), Sarah Zapata configuró un universo visual único a partir de elementos simbólicos. La disposición de las obras en esta exposición se inspiró en la dicotomía presentada en el Apocalipsis.

Este libro del Nuevo Testamento de la Biblia cristiana delinea dualidades como el bien y el mal, el cielo y el infierno, y advierte consecuencias severas y eternas para los pecadores. La artista materializó estos contrastes a través de la instalación simétrica de sus «esculturas-ruinas» -como ella misma las denomina-, ubicando al espectador en el centro, en la Tierra. La disposición invitaba a reflexionar sobre las decisiones futuras y las implicaciones de nuestras acciones y elecciones en un contexto apocalíptico, extrapolado a nuestros días.

Sarah Zapata llama a sus esculturas «ruinas» para sugerir el vínculo con los vestigios materiales y el legado cultural precolombino del Perú. La artista viaja con cierta frecuencia a la tierra natal de su padre para (re)conocer los rituales de la península de Paracas, donde las mujeres colaboran en la creación de textiles. Zapata no solo celebra y reinterpreta su herencia cultural a través de su arte, sino que también incorpora el sentido de comunidad presente tanto en las prácticas ancestrales como en la vivencia queer.

Su trabajo artístico es una constante indagación y reflejo de su propia identidad: una creadora contemporánea que investiga la cultura de sus antepasados, una tejana que vive en Nueva York, una mujer queer criada como cristiana evangélica, una artista plástica que trabaja con medios artesanales, una peruana-estadounidense en Estados Unidos. El suyo es un arte que existe en el espacio liminal entre la artesanía y las bellas artes, entre América del Sur y América del Norte, como un testimonio de la interseccionalidad.

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