RAÚL DE NIEVES: ENTRE LAS MANOS DEL TIEMPO

Hasta el 23 de marzo, Morán Morán presenta un conjunto de piezas inéditas del artista Raúl de Nieves que marcan su debut en la Ciudad de México, así como su primera muestra con la galería.

De Nieves (Michoacán, México, 1983) es un artista absolutamente interdisciplinar, cuya producción material se caracteriza por la ritualidad performativa de lo cotidiano y la influencia fundacional de la propia comunidad. Su práctica está llena de referencias a la deslumbrante imaginería de su Michoacán natal, así como a la alegría y el fervor de los clubes y la cultura queer de Nueva York, donde vive actualmente.

Toda la obra se sincretiza mediante un lenguaje visual barroco pero ferozmente contemporáneo que toma referencias de la iconografía religiosa y las narraciones místicas para trazar los caminos distintivos y siempre cambiantes de la identidad.

En esta ocasión, su proceso también se vio profundamente afectado por la cacofonía sensorial de la Ciudad de México, especialmente el mercado del centro de la ciudad, una experiencia desbordante en cuanto a texturas, colores, materiales, sonidos y paisajes.

Entre las manos del tiempo presenta un conjunto de obras escultóricas que giran en torno a la idea de estar ante un portal, un espacio atemporal, transitorio y trascendental, situado justo más allá del pasado, donde lo nuevo aún está por llegar.

Las propias piezas reflejan materialmente esta idea de un tiempo suspendido: evidencian un ejercicio meditativo y laborioso, reflejo de la creencia del artista en la resiliencia y en la importancia de las tradiciones, pero también en la aceptación del cambio y la apertura a la fluctuación, la novedad y la diferencia.

Las obras de De Nieves encarnan las nociones de potencialidad y transformación: están hechas con materiales humildes y cotidianos -como hilos de nailon, cuentas de plástico y maniquíes- pero vibran y resplandecen. Se construyen con retazos de ropa que antes estaba de moda para convertirse en algo totalmente nuevo: las manos trabajadoras que forman una mandala de colores en Treinta y tres segundos de compasión; el cuerpo de hilo y bisutería de un niño anfibio en Los hilos de la vida; los trajes de una performance que se convierten en reliquias de un ritual en la serie La piel de la celebración; o el hilo que pasa de ser una puerta a ser un rostro y luego un mapa a través de una metamorfosis continua en la pieza El pasaje.

Por su acumulación ornamental, estas piezas encarnan una piel de la celebración, una superposición de tiempos, lugares y experiencias que dan forma a una presencia tentativa, impermanente y aventurera.

La constante transformación que representan evoca a Xipe Tótec, la deidad centro-mexicana de la vida-muerte-renacimiento y renovación. Un dios igualmente oscuro y auspicioso, Xipe Tótec, que significa «el desollado», vestía su propia piel en representación tanto de la cascarilla del maíz que se quita antes de convertirse en alimento como de la sabia serpiente que continuamente muda de piel.

Como reconoce de Nieves, una serpiente puede provocar miedo en la mayoría de las personas, pero también es un poderoso símbolo de conocimiento, dos conceptos que tienden a enlazarse en nuestros ciclos de autoconfiguración.

RAÚL DE NIEVES: ENTRE LAS MANOS DEL TIEMPO

Morán Morán, Av. Horacio 1022, Polanco, Miguel Hidalgo, Ciudad de México

Del 6 de febrero al 24 de marzo de 2024