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JUAN CARLOS LEÓN: ELLA QUERÍA FLORES

La exposición Ella quería flores, de Juan Carlos León (Guayaquil, 1984), nace de la relación íntima del artista con las plantas medicinales, cómo su materia y formas activan su memoria afectiva y se convierten en disparador del proceso creativo. Presentada hasta el 22 de octubre en la galería Casa del Barrio, en Guayaquil, reunió siete piezas bajo la curaduría de Santiago Ávila Albuja.

Una receta herbolaria para el asma, traspapelada en un antiguo diario escrito por su madre, es el inicio de una reflexión acerca de los ciclos de la naturaleza y los vínculos familiares que transmiten los secretos del reino vegetal. Esto lleva a Juan Carlos a indagar en su relato familiar, un universo femenino relacionado con los conocimientos de las plantas medicinales.

Estos saberes son a su vez adquiridos por el artista en el ambiente rural del campo montubio, atravesado por los vaivenes de la migración a las urbes y los afectos que se mueven de las costas a los puertos, a las grandes ciudades.   

Juan Carlos León, Licuar: Borraja + Nogal + Eucalipto + Espinaca + Llantén. Lápiz grafito, pintura acrílica, madera de laurel tallado, apliques de aluminio y latón sobre papel Fabriano. Medidas variables. Foto: Ricardo Bohórquez. Cortesía de la galería.
Juan Carlos León, Machacar. Sangre de Drago. Lápiz grafito, sangre de drago y violeta de genciana en parafina, papel plano y caja de acrílico, 46 x 32 cm. Foto: Ricardo Bohórquez. Cortesía de la galería.
Juan Carlos León, Vaporización: Manzanilla + Romero. Vidrio farmacéutico, aceites de manzanilla y romero, vaporizador y pedestal de hierro. Medidas variables. Foto: Ricardo Bohórquez. Cortesía de la galería.

En estas circunstancias, las plantas se arrojan a la vida, prolongan su existencia y se presentan en forma de imágenes que se desdoblan, se entrelazan y se vuelven retratos cuidadosamente elaborados e indivisibles, que se asientan en paredes y pisos. Son pergaminos vivientes que emergen desde las esquinas, se emplazan y toman cuerpo en el espacio, en nuevas tierras que sobresalen del cemento.

Cada una posee una carga emocional distinta y una cualidad de sanación que responde a una preparación y uso. Vaporizar, machacar, infusionar o licuar son los actos desde donde se busca sanar heridas, limpiar el cuerpo y conversar con la muerte.

A través del dibujo expandido, el artista se permite evocar a estos seres vegetales, no como ilustraciones científicas o bodegones decorativos, sino como representaciones que afloran de la experiencia, los recuerdos y la necesidad de volver a ser y sentir.

Ella quería flores existe como dibujo e imaginación. Es retornar a lo importante y tejerse en red con lo humano y no humano. Es una forma de resaltar la conexión con otros seres y exaltar la presencia de su madre, que sigue presente, ahora creando. Es querer sanar, despedir y brindar un espacio a la ausencia, al vapor y a la pausa.

Es dar gracias.

Juan Carlos León, Planta para calmar las lunas crecientes de Fobos y Deimos: Salvia + Eucalipto + Pirul + Malva + Ceibo. Encapsulada en cromado de plata y proyección de 2 lunas con una pantalla de glicerina. Medidas variables. Foto: Ricardo Bohórquez. Cortesía de la galería.
Juan Carlos León, Planta para calmar las lunas crecientes de Fobos y Deimos: Salvia + Eucalipto + Pirul + Malva + Ceibo. Encapsulada en cromado de plata y proyección de 2 lunas con una pantalla de glicerina. Medidas variables. Foto: Ricardo Bohórquez. Cortesía de la galería.
Juan Carlos León, Planta para calmar las lunas crecientes de Fobos y Deimos: Salvia + Eucalipto + Pirul + Malva + Ceibo. Encapsulada en cromado de plata y proyección de 2 lunas con una pantalla de glicerina. Medidas variables. Foto: Ricardo Bohórquez. Cortesía de la galería.

JUAN CARLOS LEÓN: ELLA QUERÍA FLORES

Casa del Barrio, Panamá 200 y Juan Montalvo, Guayaquil, Ecuador

Del 22 de septiembre al 22 de octubre del 2023.

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