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ADRIÁN GUERRERO: EL TIEMPO NO ES NADA

El trabajo de Adrián Guerrero (Guadalajara, México, 1975) se caracteriza por la exploración de la percepción humana a través de la filosofía y la reinterpretación de asuntos tanto existenciales como comunes de la humanidad. En sus investigaciones, el interés está puesto en ampliar nuestras perspectivas de la realidad e, incluso, abrir nuevas incógnitas.

Los procesos del artista parten de lo sencillo: observar y detenerse en aspectos de la realidad que suelen pasar desapercibidos. Al insistir en ello, se embarca en lo que puede interpretarse como un ciclo continuo, en el que regresa -aunque de manera renovada- a los temas y preocupaciones que han sido una constante en su trabajo: el tiempo, las relaciones espaciales y la fenomenología de las cosas.

“El tema del tiempo es una inquietud que ha estado siempre presente en mi trabajo. El tiempo visto desde varias dimensiones y revisado desde varios autores”, dice el artista.

Adrián Guerrero, El tiempo no es nada. Vista de la expisición en el Museo Cabañas, Guadalajara, México, 2023. Foto cortesía del artista
Adrián Guerrero, El tiempo no es nada, 2023, madera y cable de acero, medidas variables. Cortesía del artista

Su exposición El tiempo no es nada, que se presenta hasta el 30 de septiembre en el Museo Cabañas en Guadalajara, indaga en cómo concebimos y comprendemos el tiempo, conectando estas reflexiones con el lenguaje y el espacio, la ontología y las ideas filosóficas de San Agustín de Hipona (354-430).

Para el teólogo, Dios existe fuera del tiempo y no está sujeto a sus limitaciones. Por lo tanto, no se puede preguntar qué hacía Dios «antes» del tiempo, ya que la noción misma de «antes» no se aplica a Dios, quien es considerado eterno y atemporal. Dios es visto como el creador del tiempo y del universo.

Una de las célebres frases de San Agustín, escrita desde una perspectiva teológica tradicional, dice: “¿Qué es pues el tiempo? Si nadie me lo pregunta, lo sé; pero si quiero explicárselo a quien me lo pregunta, no lo sé”.

“Pareciera que su abordaje es en primer momento muy religioso, pero si logramos quitar esa capa nos encontramos con grandes reflexiones sobre el tiempo, el cual, en sí, ‘no es nada’. Por eso el título de la exposición”, explica Guerrero. “Si las cosas futuras y las cosas pasadas existen, quiero saber dónde están. Y el presente es una frontera inexistente entre el pasado y el presente”.

Adrián Guerrero, Tensión, 2023, madera, cable de acero y concreto. Cortesía del artista
Adrián Guerrero, Ad·herir, 2020, piedra basáltica, 25 x 160 x 4 cm. Cortesía del artista

El tiempo no es nada es también el título de una de las piezas en esta exposición. Consiste en una cimbra de madera -una pieza utilizada para colar un cubo de concreto- que está vacía. Esta ahí, sostenida en el aire, sin contenido, pero presente.

Similarmente, Tensión, conformada por dos cubos de concreto que sostienen una cimbra de madera (la que dio origen a los cubos), es una representación de la tensión continua entre pasado-presente-futuro. Más allá, en un vértice de la sala, está instalada Ad herir, obra que nos invita a descifrar un juego de palabras. “Si descomponemos adherir, es lo que el tiempo nos va ad·hiriendo, lo que nos va sumando el estar en el tiempo, hiriendo, envejeciendo”, explica Guerrero.

Pero, para llegar a estas piezas, debemos pasar primero por Sobre la dirección del tiempo, el tríptico que abre la exposición. En su superficie negra -grafito sobre tela- se lee, por partes, una reflexión sobre la dirección del tiempo: “El tiempo viene de lo que aún no existe” (futuro) | “Pasa por lo que carece de espacio” (presente) | “Y va hacia lo que ya no existe” (pasado).

“Si leemos textual lo que dijo San Agustín, vemos cómo podemos invertir la dirección del tiempo; el tiempo viene del futuro, pasa por el presente y va hacia el pasado. Esta es una pieza de inflexión en este proyecto, ya que abre la muestra, pero también es el punto de partida para lo que seguirá en mi trabajo sobre el tiempo”, explica el artista.

Adrián Guerrero, Sobre la dirección del tiempo, 2023, grafito sobre tela y letras en altorelieve. Cortesía del artista

Invertir la dirección del tiempo no implica que avanzamos de la vejez a la juventud, sino que, en nuestra percepción actual, el tiempo proviene del pasado, aunque este ya haya transcurrido y no exista más. Por el contrario, y siguiendo a San Agustín, el tiempo se origina en el futuro y se convierte en pasado.

Esta idea tiene importantes implicaciones en la forma en que concebimos el mundo, y podría ser una fuente poderosa para el desarrollo de la filosofía, así como del futuro de la obra de Adrián, como ya lo ha mencionado.

“Digamos que el tiempo es hoy por hoy una limitante, algo que nos coordina, un acuerdo social”, afirma el artista. “Pero el tiempo es también una manera de cuantificar el hacernos viejos, el ver podrirse una fruta. El tiempo es algo tan instituido en el ser humano que no nos preocupa hurgar en su significado, en lo que es en realidad. Me gusta trabajar como lo hace la filosofía: ‘rascar donde no hay comezón’”.

Adrián Guerrero, Partir del colapso, 2023, cerámica vidriada, 20 x 20 x 20 cm. Cortesía del artista

ADRIÁN GUERRERO: EL TIEMPO NO ES NADA

Museo Cabañas, Cabañas #8, Plaza Tapatía Zona Centro, Guadalajara, Jalisco México.

Hasta el 30 de septiembre de 2023

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