
WILLIAM CÓRDOVA: ESTE FUTURO ES OTRO FUTURO
En este futuro es otro futuro, william córdova (Lima, 1971) sigue apostando por una síntesis cultural, étnica y racial, como método para trastocar, desafiar y reevaluar las influencias de la historia y la práctica de la arquitectura secular occidental, el modernismo y la teoría. Para córdova, ha sido un proceso continuo de resaltar y conectar pruebas históricas del trabajo ritual y su teoría con ejemplos modernos. Su proceso es un intento de reconsiderar cómo la evidencia abstraída de la materia cultural desempeña un gran papel en el mundo moderno.
El objetivo de córdova es recuperar las huellas codificadas de las influencias andinas, africanas y asiáticas en nuestro paisaje transcultural; la coexistencia de antiguos espacios espirituales y su contrapartida secular contemporánea.


La escultura el puente (según Marley Marl+MC Shan) es una vía fluvial de hormigón construida a partir de la silueta del patio Kalasasaya de Tiwanaku (Bolivia). La estructura de la vía fluvial propuesta funciona como un espejo celestial reflectante cuando se moja con agua o chicha morada. Pero también es el color púrpura el que juega un papel consistente en las narrativas históricas peruanas, desde la andina (Chicha morada) hasta el Señor de los Milagros (El Mes Morado) y Babalú-Ayé’, el Orisha (santo) en santería y yoruba celebrado con el color púrpura.
tonos polirrítmicos (o el balcón de Pedro Dalcón) utiliza andamios metálicos y dibujos enmarcados a medida realizados con pigmentos orgánicos, cacao y café. La instalación hace referencia al proceso de construcción o deconstrucción de una estructura, un mural, una idea o un movimiento afín a gestos rítmicos dictados por alteraciones espacio-temporales dentro de un entorno confinado. El balcón de Pedro Dalcón es un monumento fantasma que oscila como la Cumanana… llamando y respondiendo.
El artista quiere destacar la evidencia de cosas que no se ven directamente, motivos, sánscritos, diseños grabados, patrones textiles codificados en la materia. Se consideran la base de la abstracción en las civilizaciones antiguas, a menudo apropiadas por el arte moderno, pero a las que rara vez se les da crédito o se les permite formar parte de un diálogo. Su objetivo es reconectar estas evidencias como forma de revelar las conexiones eufónicas, espirituales y astrológicas incorporadas en nuestros paisajes formales y seculares.



badussy (o Machu Picchu after Dark) es una película en Super 8 que alude a ciertos rituales y tradiciones orales que reflejan nuestro uso contemporáneo de la abstracción y el minimalismo. El concepto tradicional de una narrativa lineal se derrumba intencionalmente en esta pieza para dar a entender la fluidez del pasado, el presente y también el realismo mágico.
En la granulada película a color, la intérprete y artista Crystal Z. Campbell, de ascendencia afro-filipina, vestida con un atuendo de finales de los 70 y principios de los 80, teje rítmicamente con sus manos, haciéndose eco de rituales y tradiciones del pasado. Para construir este reflejo imaginado de un pasado se utilizó una Kodak Super 8 análoga.
El audio de badussy (o Machu Picchu After Dark) es una muestra de Aguirre, la ira de Dios (1972), una película poco convencional del cineasta alemán Werner Herzog, en la que narra la surrealista historia de Lope de Aguirre, un conquistador español que explotó brutalmente a esclavos andinos y africanos en la búsqueda sin éxito de la mítica ciudad de El Dorado en la selva peruana (1560s).
En la película de Herzog, un esclavo andino saca una flauta y empieza a tocar libremente mientras Aguirre, interpretado por Klaus Kinski, observa en un momento de realización. El esclavo andino, a pesar de ser de su propiedad, encuentra la liberación a través de la música.


En yo contra el mundo (pa’ Edgar Valcárcel), una improvisada plataforma de madera sirve de improvisado recipiente para la música electroacústica del fallecido compositor peruano Edgar Valcárcel, creada durante su beca Guggenheim en la Universidad de Columbia (1965-1967). El Canto Coral A Túpac Amaru II de Valcárcel se transmite y amplifica a través de un “shaker”, un dispositivo que normalmente se instala en el interior de los vehículos para magnificar los niveles graves de los instrumentos acústicos bajos. Ritmos abstractos que reverberan más como retumbos lejanos o frecuencias de latidos débiles.
El título de esta exposición, este futuro es otro futuro se inspira en la publicación homónima de José Ignacio López Ramírez Gastón sobre el desarrollo de la música electrónica en Perú. Ramírez Gastón es director de Innovación y Transferencia Tecnológica de la Universidad Nacional de Música de Lima (Perú).

william córdova: este futuro es otro futuro
Livia Benavides, Malecón Pazos 252, Barranco – Lima, Perú
Del 9 de agosto al 30 de septiembre de 2023
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