PABLO CONCHA | MARTÍN DAIBER: TERRÍCOLA

TIM Arte Contemporáneo presenta la exposición Terrícola, de los artistas chilenos Pablo Concha (1984) y Martín Daiber (1979), un cruce entre los procesos de cada uno y la posibilidad de generar una trama visual que indique nuevas formas de leer sus trabajos como producto de esta colaboración.

La muestra combina una serie de esculturas en madera en las que Concha recoge y monumentaliza partes del cuerpo animal que, trabajadas con hacha y motosierra, dan pie a una cadena de relaciones en torno a la deriva evolutiva entre diferentes especies y nuestra propia forma de adaptarnos al entorno.

A su vez, el proceso pictórico de Daiber opera de forma análoga a esa cadena evolutiva: su obra se deja afectar por las eventualidades de su método y su contexto, un proceso visual que se informa de su experiencia existencial y que encuentra salida a través de la sucesión de capas y los cambios formales y cromáticos que se forjan en cada sesión de taller. Una búsqueda que apunta a traducir intuitivamente esa infinita tensión entre lo figurativo y lo abstracto, nuestra propia experiencia entre el mundo concreto y el subjetivo.

El trabajo escultórico de Pablo Concha circula a partir del viaje evolutivo que modela los cuerpos animales en su interactuar con el entorno o nicho ecológico. Sus esculturas realizan un tránsito entre los espacios públicos y privados.

El medio urbano se ha prestado, en sus más recientes obras, para albergar la producción de monumentos públicos: obras de mediano y gran formato instaladas de manera furtiva en diferentes sitios específicos de las ciudades.

Sobre la obra que presenta en esta exposición, Martín Daiber comenta: “Veo estas pinturas como una suerte de tótems provenientes de un mundo interior donde hay una figura central que se construye a partir de fragmentos o testimonios de cada sesión de trabajo (capturas de un instante dentro de la historia personal y del espacio tiempo) y donde encuentro el desafío en hacer confluir esta diversidad de elementos en un fin común. Así, la pintura se va construyendo por medio de la superposición de capas o momentos y armándose como un puzle en que cada pieza que se integra al cuadro busca estar en armonía con el resto, hasta que de pronto el cuadro parece caminar por cuenta propia, sobreponiéndose a los intereses personales del pintor y avanzando a lugares remotos que abren nuevos senderos que explorar”.

PABLO CONCHA | MARTÍN DAIBER: TERRÍCOLA

TIM Arte Contemporáneo, Calle Rafael Sotomayor 232, Santiago, Chile.

Del 3 de junio al 1° de julio de 2023