AGENCIA DE BORDE: BOSQUES DE FUEGO

Superar la relación binaria entre conservación y explotación es parte de lo que propone Bosques de Fuego, exposición a cargo del colectivo Agencia de Borde que se presenta desde el pasado 25 de marzo en el Museo de la Solidaridad Salvador Allende (MSSA), en Santiago.

Compuesta por una instalación de cerámica y sonido, video, fotografía y dibujo, la muestra da cuenta de una investigación que ha llevado al colectivo por plantaciones de eucalipto a lo largo de Chile y bosques de conservación en Wallmapu.

La investigación y exposición apelan a desdibujar los límites de lo que consideramos natural y humano, indagando en las relaciones, historia y la construcción cultural de los monocultivos.

Para ello, el colectivo realiza el riesgoso ejercicio de complejizar las percepciones sobre el eucalipto, un árbol que pareciera encarnar y ser culpable de una serie de males en el territorio de Chile, partiendo por los incendios de 2017.

Desde entonces, el colectivo Agencia de Borde -compuesto por Paula Salas, Rosario Montero y Sebastián Melo– viene realizando una serie de viajes e investigaciones que, a su vez, se han convertido en exposiciones.

“En todos los lugares que visitamos se repetía el mismo patrón geométrico de árboles, desde el Tabo a Chaihuín, al sur de Valdivia. Sin embargo, también vimos que cuando el eucalipto tiene espacio y tiempo, puede ser frondoso, retorcido e imponente. Recorriendo las plantaciones, descubrimos que necesitábamos separar mentalmente al eucalipto de las operaciones de la industria forestal. Si bien no hay duda de que los monocultivos generan un grave daño en los ecosistemas, necesitábamos volver a ‘ver’ al eucalipto como una especie sometida a las maniobras del capital, más que como un enemigo”, cuenta el colectivo.

Es esa la perspectiva que se despliega en esta exposición que, según los artistas, complejiza y profundiza la relación del eucalipto con el territorio y las personas a la luz de los descomunales incendios que se dan en el verano.

Este cambio de mirada sobre el eucalipto está relacionado con un intento de evitar la separación cartesiana hombre-naturaleza. Es por lo mismo que, más que dar respuestas o exponer datos, Bosques de Fuego busca generar una reflexión a partir de una aproximación holística e inmersiva.

“En la exposición hay dos salas y un espacio de mediación. Estas buscan interrogar nuestra relación con la naturaleza desde el sentir, el tacto, la visión y la escucha”, señala Agencia de Borde.

En la primera sala encontramos una instalación a la que se ingresa como quien accede a un bosque, donde se encuentran cerámicas realizadas en el Bosque Pehuén (ubicado en Palguín Alto), a partir de las cortezas de antiguos troncos cortados. Estas cerámicas funcionan como una interfaz entre cortezas de árboles muertos, troncos y manos humanas.

La otra sala, en tanto, presenta cuatro obras, entre ellas Línea de corte, una fotografía nocturna de larga exposición iluminada por un haz de luz horizontal, en la cual se presenta el bosque como un ecosistema compacto, donde es imposible separar los árboles, las especies, lo animal de lo vegetal e incluso lo vivo de lo muerto. Un gesto que sirve de contrapunto a la geometría y al orden de la plantación, que pretende separarlo todo y extraer un único recurso del territorio.

Este interés por diluir los límites también afecta al propio colectivo Agencia de Borde, ya que su propuesta se instala en la intersección entre arte y antropología. Utilizando herramientas propias de esta ciencia social (etnografía, cuadernos de campo), recolectan y producen documentación (entrevistas y oralidad, video, dibujos, fotografías) que luego se transforman en arte visual.

Para Agencia de Borde la resistencia a lo binario y búsqueda de lo holístico es, más allá de los eucaliptos, “una crítica al pensamiento eurocentrado cartesiano”. Un relato que puede parecer académico, pero que considera al ser humano como parte de la naturaleza y dialoga con la mirada de distintas culturas ancestrales, como la noción de Pachamama utilizada, entre otros, por los pueblos andinos, así como por los mapuches.

Durante el 2022, en la residencia que realizó el colectivo en Fundación Mar Adentro, en elBosque Pehuén, región de La Araucanía, trabajaron con la poeta mapuche María Lara Millapán y con la artista visual Seba Calfuqueo, donde ambas aportaron desde sus saberes y sensibilidades. “Fue muy enriquecedor percibir formas no binarias de ver las cosas”, destaca el colectivo.

Bosques de Fuego se podrá visitar hasta el 13 de agosto de 2023 en el segundo piso del MSSA, ubicado en República 475, Santiago de Chile