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DESCARTES. ARTE, ELECTRÓNICA Y RECICLAJE EN EL FIN DEL MUNDO

Coordinado por la gestora cultural Sandra Ruiz Díaz, Descartes es un proyecto heterogéneo y diverso con base en Tierra del Fuego, Argentina. Aborda distintas etapas, desde una residencia, talleres para niños y capacitaciones docentes, hasta recorridos por fábricas electrónicas, para culminar con una exhibición colectiva en el Museo Fueguino de Arte.

Ubicada en “el sur del mundo”, como se conoce a la provincia más austral de Argentina, la Fundación Inti Main y su Residencia Usted Está Aquí, ambas dirigidas por Ruiz Díaz, proponen un trabajo artístico local, atento a las condiciones geográficas, climáticas y culturales de su contexto. Y es que más allá de los paisajes imponentes y el turismo nacional e internacional, Tierra del Fuego se ha convertido en un polo tecnológico donde se desarrollan diversas industrias, especialmente la electrónica, con más de 58 empresas que producen televisores, celulares, aires acondicionados y textiles, con fábricas en Ushuaia y Río Grande.

En este sentido, la generación de residuos se ha transformado en un problema de gran relevancia, ya que la provincia se encuentra separada del continente, tiene altos costos logísticos de movilidad y una industria incipiente de reciclaje. Sólo en Río Grande, donde se concentran la mayoría de las fábricas, se generan alrededor de 120 toneladas de residuos por día, con materiales como plástico, telgopor, filmes y pallets. Frente a este contexto, el proyecto Descartes busca concientizar a la población a través de una propuesta artística.

Capacitaciones en electrónica a escuelas. Proyecto «Descartes. Filosofía para un mundo único», Tierra del Fuego. Foto cortesía Cultura-Gobierno de Tierra del Fuego
Capacitaciones en electrónica a escuelas. Proyecto «Descartes. Filosofía para un mundo único», Tierra del Fuego. Foto cortesía Cultura-Gobierno de Tierra del Fuego

Los participantes, entre los que hay artistas, docentes, empleados de plantas electrónicas, niños de escuela primaria y jóvenes estudiantes, fueron seleccionados durante una convocatoria en septiembre y realizaron una residencia en Río Grande en noviembre. Se trató de talleres y capacitaciones destinados a trabajadores de la industria, específicamente de la planta BGH, y, por otro lado, a niños y adolescentes de diferentes escuelas de la ciudad, de la mano de Laura Nieves y Leo Núñez, dos artistas y magísteres de la Universidad Nacional Tres de Febrero. Estas capacitaciones se relacionan con el arte tecnológico, en las cuales armaron diferentes piezas robóticas y lumínicas, que luego fueron exhibidas en el Museo Fuegino, junto con las obras Desilusiones ópticas, de Leo Núñez, y Psycorax nuestra, de Laura Nieves.

Así, con el apoyo del Centro Cultural de España en Buenos Aires, la Fundación Williams y la Secretaría de Cultura del Gobierno de Tierra del Fuego, el proyecto representa a la ciudad de Río Grande como el polo tecnológico más austral del mundo y está dirigido a docentes y artistas provinciales. Los participantes pudieron conocer los materiales que se descartan dentro del territorio y accedieron a capacitaciones gratuitas en robótica y electrónica, una alternativa tecnocreativa para la educación.

“Lo que tratamos de hacer con este trabajo y talleres es concientizar sobre la reutilización de los descartes para la elaboración de piezas robóticas, lumínicas, de juguetes, que tienen movimiento y luz propia y que pudieron crear los mismos niños”, indicó Ruiz Díaz. “Los participantes desarrollaron una serie de actividades de aprendizaje que, al finalizar la totalidad de los encuentros, garantiza la adquisición de los conocimientos necesarios para el abordaje de la educación tecnológica favoreciendo la inclusión socioeducativa a un gran número de niños y adolescentes”.

Obra lumínica hecha por niños y niñas en el Museo Fuegino. Proyecto «Descartes. Filosofía para un mundo único», Tierra del Fuego. Foto cortesía Cultura-Gobierno de Tierra del Fuego

La segunda etapa de la propuesta es la creación futura de una Materialoteca, un archivo de residuos sólidos para que artistas puedan usar estos desechos para la realización de sus obras y continuar con la idea del proyecto.

De esta manera, Descartes. Filosofía para un mundo único indaga en una nueva mirada sobre la educación robótica y tecnológica, poniendo el énfasis en la idea de la autoproducción de las herramientas didácticas como un proceso pedagógico, con el objetivo de cuestionar la cultura de consumo desmedido. Y su ubicación geográfica no es casual: trabajar en el “fin del mundo” tiene sus posibilidades y también limitaciones. “Por nuestra característica insular es indispensable tejer redes de gestión, vinculación y circulación de contenido y obras. Las antiguas residencias se consolidaron en torno a festivales o grandes eventos provinciales, hoy la política es itinerar por la Isla de La Tierra del Fuego argentino-chilena”, concluye Sandra Ruiz Díaz.

Psycorax nuestra, de Laura Nieves, en el Museo Fuegino. Proyecto «Descartes. Filosofía para un mundo único», Tierra del Fuego. Foto cortesía Cultura-Gobierno de Tierra del Fuego

Laura Guindlin

Curadora y crítica de arte argentina. Estudiante de Historia del Arte en la Facultad de Filosofía y Letras, Universidad de Buenos Aires. Trabaja en teoría e investigación sobre arte contemporáneo.

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