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HELEN ESCOBEDO: AMBIENTES TOTALES

El Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO) presenta la exposición Helen Escobedo: Ambientes totales, una mirada contemporánea a una de las pioneras de la instalación en México. Célebre por sus obras abstractas, sus monumentales esculturas públicas localizadas en el espacio urbano y sitios institucionales, Helen Escobedo (Ciudad de México, 1934–2010) es también reconocida por su faceta de gestora cultural.

A finales de los 60, la artista transitó de las técnicas tradicionales a la creación de esculturas habitables, obras inmersivas, efímeras, desafiantes al canon, con discursos críticos o cargadas de humor. Es desde esta perspectiva como se plantea la exposición, que revisa un período de producción desde 1969 hasta 2010.

La muestra reúne 108 obras, entre pinturas, collages, dibujos, maquetas y esculturas a lo largo de cuatro ejes temáticos: Habitando la geometría, Paisajes verticales, Contra monumentos a lo cotidiano y Los mojados. El recorrido analiza la relación entre el ser humano con la arquitectura, el hogar, el museo, la naturaleza y la política social.

Helen Escobedo, Sui generis, 1970, Volkswagen Sedan modelo 1966 intervenido por la artista (réplica 2007). Cortesía: MUAC. Foto: MARCO

Destacan cinco grandes instalaciones, en su mayoría producidas de manera efímera y exhibidas en pocas ocasiones. Se trata de Corredor blanco (Pasaje blanco) (1969), La muerte de la ciudad (1990), El espíritu de los árboles (1990, 2006, 2008), Moda papalotera (2000-2010), y Los mojados (2010).

Para Helen Escobedo, el arte era concebido como una “ambientación total”, término que refiere a la idea de obras artísticas habitables, conformadas por ambientes abstractos basados en la geometría y que son activados una vez que el espectador hace uso de los mismos.

La artista hace una constante referencia al contexto urbano, social, a la crisis medioambiental, para incitar interacciones y generar vínculos entre quienes las viven. De esta manera, invita a reflexionar sobre el impacto del ser humano en los otros y en el mundo, prefigurando en lo que ha sido denominado arte relacional, un detonador de experiencias colectivas y compartidas.

Helen Escobedo, Pasaje blanco (Corredor blanco), 1969, 1974-1975, 2018, madera laqueada, cartón e iluminación (réplica 20199; reproducción 2022). Cortesía: MUAC. Foto: MARCO
Helen Escobedo, Pasaje blanco (Corredor blanco), 1969, 1974-1975, 2018, madera laqueada, cartón e iluminación (réplica 20199; reproducción 2022). Cortesía: MUAC. Foto: MARCO

HABITANDO LA GEOMETRÍA

Esta sección de la muestra reúne obras alrededor del emblemático Corredor blanco (Pasaje blanco) (1969), la primera instalación efímera, habitable y transitable de Escobedo. La artista elaboró planos de instalación para su reproductividad, que actualmente son resguardados por la colección del Museo Universitario Arte Contemporáneo (MUAC).

Se trata de un pasillo articulado a través de repetidos marcos blancos que, mediante el posicionamiento de un espejo, al final del pasaje, se proyecta hacia el infinito; este ambiente total sumerge al pasante en una geometría viva transformándolo en partícipe. Al encontrarse con su propio reflejo, el público se enfrenta a una imagen poderosa y puntual: el ser humano sumergido en una abstracción alterada.

La sección incluye dibujos y collages donde Escobedo proyecta su intención de colocar al sujeto al centro de la experiencia artística. Asimismo, se presentan ejercicios pictóricos que se dirigen al relieve, como Sui generis (1970), un auto Volkswagen Sedan intervenido por la artista con pintura y que utilizó para transitar la ciudad, como si fuera una abstracción andante.

Helen Escobedo. Al fondo: El espíritu de los árboles, 1990, 2006, 2008. Cinco columnas de malla ondulada de alambre galvanizado. Colección Miguel y Andrea Kirserbom Escobedo. Foto cortesía de MARCO

PAISAJES VERTICALES

El ejercicio de moverse a través de la obra con la idea de ser activada continúa en la segunda sección de la exposición. Esta refiere a múltiples proyectos donde la artista utilizó una rejilla metálica para generar diversas formas cilíndricas o cónicas, pero ahora introduciéndose en el paisaje por medio de un material permeable, capaz de desvanecerse en la naturaleza. Se presentan cinco cilindros que formaron parte de El espíritu de los árboles (1990, 2006, 2008), expuesta en diversas versiones, primero para la exposición Sommer Ild en el museo Ordrupgaard en Dinamarca, luego en el Desierto de los Leones de la Ciudadde México (2006), después en los jardines de la Dirección General del Instituto Politécnico en la Ciudad de México (2008), y finalmente en el jardín de su residencia, donde se encuentra montada hasta el día de hoy.

Otro aspecto en la producción de Escobedo es su exploración de la verticalidad, retomando las infraestructuras urbanas abandonadas, vistas como si fuesen formas vernáculas comunes de las ciudades. Un ejemplo es la obra Propuestas urbanas: buscando escala / Escalera de caracol (blancas) (1981).

Helen Escobedo, Moda papalotera, 2000, 2001, 2010. Once piezas de vinil negro (reproducción 2022). Cortesía: Fondo Artístico Helen Escobedo / Proyectos Monclova. Foto: MARCO
Helen Escobedo, La muerte de la ciudad, 1990. Cortesía: Fondo Artístico Helen Escobedo / Proyectos Monclova. Foto: MARCO

CONTRA MONUMENTOS A LO COTIDIANO

La tercera sección se centra en dos grandes instalaciones. La primera, Moda papalotera (2000- 2010), configura una especie de pasarela de ropa suspendida en el aire, que lanza un comentario divertido e irónico sobre lo pasajero, efímero, exagerado, teatral y absurdo de la moda, la industria y la sociedad que la consume.

La segunda instalación, La muerte de la ciudad (1990), demuestra que una de las preocupaciones de Escobedo en esa época puede considerarse en la actualidad como un augurio: la gran problemática del despercicio y la contaminación. Colocada intencionalmente en un espacio reducido, la instalación genera una experiencia incómoda en quien la transita. No solo reflexiona acerca de la importancia en la recolección y el proceso de desecho de la basura, sino también sobre las repercusiones de la contaminación ambiental ocasionada por una sociedad de consumo.

Otras obras en esta sección son los bocetos El monumento al gran taco, y Monumento al cigarro apagado, creadas en 1993.

Helen Escobedo, Los mojados, 2005, 2010. Cortesía: Fondo Artístico Helen Escobedo / Proyectos Monclova. Foto: MARCO

LOS MOJADOS

La exposición cierra con una cuarta sección conformada por una sola instalación que pone sobre la mesa el interés de la artista en activar una conciencia social: Los mojados (2010). Está compuesta por estructuras con formas humanas cubiertas con impermeables que recrean una escena de tránsito clandestino, confrontando al público con una especie de fantasmas, siluetas de una ausencia en tamaño real. Es un ambiente total que apunta a la problemática de la migración indocumentada masiva como un fenómeno fundamental.

Helen Escobedo, Ambiente gráfico, 1970, hierro laqueado. Cortesía: MUAC. Foto: MARCO

HELEN ESCOBEDO: AMBIENTES TOTALES

Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), Juan Zuazua, Padre Raymundo Jardón y Centro, Monterrey, N.L., México

Curaduría: Lucía Sanromán, directora del Laboratorio Arte Alameda (LAA), y Paloma Gómez Puente, curadora asistente.

Hasta el 31 de diciembre del 2022

Una colaboración entre el Museo de Arte Contemporáneo de Monterrey (MARCO), el Laboratorio de Arte Alameda (LAA)-INBAL y el Fondo Artístico de Helen Escobedo.

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