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ISIDORA CORREA: FORMAS DE DESAPARECER

Formas de Desaparecer, de Isidora Correa, se origina en el encuentro con un territorio poblado de huesos de animales muertos por la extrema sequía en la zona central de Chile. A pocos kilómetros de Santiago se ubica la localidad de Peldehue, que en Mapudungun significa “lugar de lodo”, y que en la actualidad se caracteriza por ser uno de los lugares más secos de la Región Metropolitana. En las décadas más recientes este territorio se ha convertido en una zona extractiva. A simple vista se distingue una ruta de camiones de faenas mineras de la mina Los Bronces operados por Anglo American, minera multinacional con sede en Londres. Si bien la presencia de la minería tiene larga data, ha sido en los últimos quince años que ésta se ha visto especialmente vinculada a la falta de agua en el sector.

En estos terrenos los espinos y algarrobos más robustos resisten la avanzada desertifcación. Entre ellos brillan, por el refejo del intenso sol, los restos de huesos de vacas y cabras que por décadas pastorearon estos territorios, cohabitando con una fauna nativa que hoy escasamente se deja ver. Éstos son el elemento principal que Isidora Correa utiliza para la creación de sus piezas. Mediante un largo proceso, los huesos encontrados son transformados en ceniza para formular una porcelana de hueso, un tipo de porcelana creada por los ingleses a finales del siglo XVIII, y que dio origen a una industria de objetos de lujo propios del período colonial.

Vista de la exposición “Formas de desaparecer”, de Isidora Correa, en Galería Patricia Ready, Santiago, 2022. Foto cortesía de la artista
Vista de la exposición “Formas de desaparecer”, de Isidora Correa, en Galería Patricia Ready, Santiago, 2022. Foto cortesía de la artista

A través de un proceso de vaciado en moldes, la artista replica las formas de piedras y ramas recolectadas en el mismo lugar, en esculturas, las que a su vez, en una suerte de sequía del material, son reproducidas restando a cada copia una cantidad de mezcla líquida. Como un eco que va perdiendo su volumen en la medida que replica su sonido, cada reproducción es una sección única que no vuelve a repetirse, decreciendo en tamaño hasta desaparecer.

Las piezas de porcelana se encuentran distribuidas por la sala de exposición como si esta fuera el mismo territorio de su hallazgo. Sobre ellas se proyecta un archivo visual de la zona de Peldehue donde pedazos de espino, flores de quintral, hojas, piedras, líquenes, musgos, llantas de camiones, restos de cañerías quemadas por el sol, y los diferentes rastros de las faenas mineras dan movimiento, y otorgan colores y texturas a las piezas, reuniéndolas de manera simbólica con aquellos elementos que conforman ese paisaje alterado.

Formas de desaparecer revela sutilmente, a través de una puesta en escena translúcida y delicada, la dolorosa continuidad que existe entre las estrategias de conquista de la época colonial y las historias extractivas del presente.

Vista de la exposición “Formas de desaparecer”, de Isidora Correa, en Galería Patricia Ready, Santiago, 2022. Foto: Felipe Ugalde
Vista de la exposición “Formas de desaparecer”, de Isidora Correa, en Galería Patricia Ready, Santiago, 2022. Foto cortesía de la artista

Texto escrito para el catálogo que acompaña la muestra Formas de desaparecer, de Isidora Correa, que se podrá ver en la Galería Patricia Ready, Espoz 3125, Vitacura, Santiago, hasta el 28 de septiembre de 2022.

El jueves 15 de septiembre, a las 18.30 hrs, tendrá lugar una charla en torno a la exposición en la Galería, en la que participan Carolina Castro Jorquera, Doctora en Historia del Arte, y Agustín Iriarte Walton, Doctor en Ecología Animal. Se abordará el cambio climático y sus efectos en torno a la crisis hídrica, dimensionando el impacto en la biodiversidad y el comportamiento de mamíferos de la Región Metropolitana, vinculando las investigaciones realizadas por Agustín Iriarte con el trabajo de campo de la artista en la localidad de Peldehue, Colina. 

Carolina Castro Jorquera

Nace en Chile, en 1982. Es curadora, y Doctora en Historia del Arte por la UAM, Madrid. Sus intereses están enmarcados por las relaciones que es capaz de establecer el arte con otras disciplinas como la ciencia y la filosofía, así como también con las diferentes dimensiones de la conciencia humana y su rol en la construcción de la historia y del presente.

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