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JOAQUÍN SEGURA: EL SONIDO DEL MUNDO AL CAER | JAVIER BARRIOS: LAS RODILLAS DEL CIPRÉS

El Museo de la Ciudad en Querétaro, en México, celebra sus 25 años con las exposiciones Las rodillas del Ciprés, de Javier Barrios, y El sonido del mundo al caer, de Joaquín Segura, ambas con curaduría de Inbal Miller y Edgar Alejandro Hernández. En otra sala del museo, los artistas también presentan su proyecto en colaboración titulado Autosuficiencia: Ejercicios de balance. Compartimos los textos de los curadores.

Joaquín Segura, Cancelaciones y encubrimientos #1, 2012, tapiz alto liso tejido a mano, 260 x 176 cm; Cancelaciones y encubrimientos #4, 2019, tapiz alto liso tejido a mano, 220 x 160 cm; Cancelaciones y encubrimientos #2, 2015, tapiz alto liso tejido a mano, 200 x 149 cm. Colección Galguera García Sainz. Cortesía: MCDQ

JOAQUÍN SEGURA: EL SONIDO DEL MUNDO AL CAER


Podrán decir, como se ha dicho en otras ocasiones, que se hicieron desaparecer los cadáveres, que se sepultaron clandestinamente, se incineraron. Eso es fácil. No es fácil hacerlo impunemente, pero es fácil hacerlo.
Gustavo Díaz Ordaz
(Presidente de México, 1964-1970)


Importa tanto lo que se dice como lo que se calla. Esta máxima nos la han enseñado una y otra vez los poetas, pero en realidad el silencio es una de las herramientas más eficientes para acentuar y darle gravedad a cualquier argumento. Cuando el lenguaje se aborda desde sus cualidades plásticas, la cancelación y la anulación pierden su carácter utilitario para convertirse en una luz que señala y magnifica operaciones de dominación y poder dentro de la sociedad.

La cancelación y el borramiento ha sido una estrategia que Joaquín Segura (Ciudad de México, 1980) retoma para crear una narrativa visual que adquiere su mayor eficacia al acentuar los vacíos y ausencias que detecta o bien genera en documentos y publicaciones de una fuerte carga política o ideológica.

Desde hace dos décadas, Segura ha trabajado a partir de este mutismo institucionalizado, de estos borramientos que la sociedad consume sin poner muchas veces atención en su potencial político. Lo que interesa al artista es crear una narrativa a partir de este lenguaje cifrado para construir desde ahí su propia narrativa llena de ficción y realidad, de historia del poder y de teorías de la conspiración, de ideologías desgastadas y de relaciones humanas consumidas por un pragmatismo asfixiante.

Cuando se hizo público el expediente de más de mil hojas del general Salvador Cienfuegos, exsecretario de la Defensa Nacional durante el gobierno de Enrique Peña Nieto, el artista retomó el relato de su captura en Estados Unidos y exoneración por intermediación de la Fiscalía mexicana, ya que el documento se convirtió en una ilegible geografía de marcas y tachaduras que textualmente no dicen mucho, pero que visualmente sintetizan esta lengua franca del poder llamada censura.

En otro registro, el dibujo mural se vuelve el medio ideal que encontró el artista para registrar con la punta de balas de diferentes calibres la densidad y peso de aquellas zonas o regiones que han sido marcadas por la violencia criminal o institucionalizada.

Joaquín Segura, Sobre la contradicción, 2020, óleo sobre tela, 192 x 140 cm; Derrotismo y contradicciones, 2021, óleo sobre tela, 157 x 107 cm. Colección particular; Pira, 2016, madera, llantas recuperadas, contenedores metálicos y fluido combustible. Dimensiones variables. Cortesía: MCDQ
Joaquín Segura, Si alguien pregunta dónde radica la fuente de nuestra fuerza y cuál es la clave de nuestra victoria, responderemos sin dudarlo I, 2017-2020, xerografía en papel bond, 72 x 46.5 cm. Cortesía del artista
Joaquín Segura, Cinco estados, 2017-2022, muro intervenido con proyectil recuperado. Dimensiones variables; Cancelaciones y encubrimientos #3, 2018, tapiz alto liso tejido a mano, 210 x 160 cm. Cortesía: MDCQ

Segura visibiliza, con toda su materialidad, las profundas contradicciones que tienen las versiones oficiales al momento de intentar justificar los recurrentes episodios de desaparición forzada. Reúne en una instalación de sitio específico, que para el artista es en realidad el retrato de un cuerpo anónimo, la cantidad exacta de materiales necesarios para reducir un cuerpo humano a cenizas en un entorno de campo abierto, alcanzando una temperatura entre 1425/1540 grados centígrados. Las cantidades de madera, hule y combustible utilizadas en este trabajo se determinaron de acuerdo con diversos informes de equipos independientes de investigación forense.

El artista interviene objetos y documentos que han mutado su valor simbólico dentro de la sociedad. Mantas utilizadas en marchas, aditamentos desplegados dentro de movilizaciones sociales, documentos de disidencia que produce la clandestinidad o que son apropiados por el propio aparato de poder. Todo suma como materia prima para ponerlos en tensión con discursos formales, como el problema de la pintura o la escultura.

El sonido del mundo al caer contiene esta permanente disonancia entre el violento discurso del poder y su inserción dentro de los medios que exceden la representación que tradicionalmente ofrece el campo artístico, para remarcar que la ausencia es una de las constantes más demoledoras de la realidad en el país.

Javier Barrios, Arreglo floral no. 1, 2018, papel, madera, botellas de cerveza y banco. Medidas variables; Naturaleza muerta con orquídeas, botellas y libro, 2018, papel, madera, botellas de cerveza y libro, 60 x 70 x 30 cm. Cortesía: MCDQ
Javier Barrios, Naturaleza muerta con orquídeas, botellas y libro, 2018, papel, madera, botellas de cerveza y libro, 60 x 70 x 30 cm. Cortesía: MCDQ

JAVIER BARRIOS: LAS RODILLAS DEL CIPRÉS


Hay que querer algo muy apasionadamente para ir a buscarlo a la zona del Fakahatchee.
Susan Orlean


Hay obsesiones que resultan muy productivas por la capacidad que tienen de desbordar su propio objeto de deseo. Es el caso del impulso y esencia que guía la obra reciente del artista Javier Barrios (Guadalajara, 1989), quien durante casi un lustro ha enfocado su trabajo al estudio e investigación de las flores, particularmente las orquídeas, para desarrollar un heterogéneo cuerpo de obra que tiene la capacidad de recordar discusiones entre arte y ciencia, ser humano y naturaleza, representación y estructuras de poder, política y narración histórica, divulgación de la ciencia y visiones apocalípticas, escenas de humor intelectualizado y fantásticos viajes decimonónicos en busca de especies exóticas.

La exposición Las rodillas del ciprés ofrece una selección representativa de obras que fueron creadas a partir del viaje que realizó el artista al pantano Fakahatchee en las afueras de Naples, Florida, Estados Unidos, para encontrar una rara y mitificada orquídea fantasma.

Siguiendo el relato que generó el libro El ladrón de orquídeas (1998), de Susan Orlean, y la película Adaptation (2002), escrita por Charlie Kaufman, Barrios se internó en el pantano Fakahatchee para tratar de encontrar la dendrophylax lindenii (orquídea fantasma), una especie que no tiene hojas, tallo, ni bulbos, sólo un enroscado cúmulo de raíces, ya que estas últimas realizan el proceso clorofílico. Florece una vez al año y su flor posee una blancura tan nívea y vibrante que no tiene comparación alguna, además de que su pronunciado y protuberante labelo genera la sensación de que permanece mágicamente suspendida en el aire, como un fantasma. Al menos así la describen aquellos que la han podido ver en la naturaleza.

Javier Barrios, A Haunted House I (Florida), 2020, lápiz sobre papel montado en madera, 105 x 75 x 33 cm; Escritura oscura (Para encontrar logotipos de bandas de black metal en imágenes de la naturaleza), 2021, óleo y pastel sobre papel, 100 x 70 cm; A Haunted House II (Metztitlán), 2020, tinta sobre papel montado en madera, 65 x 86 x 35 cm. Cortesía: MCDQ
Javier Barrios, Escritura oscura II (Dendrophylax lindenii), 2020, serigrafía sobre tela de algodón montada sobre camisa, 55 x 42 cm. Edición de 10 + 2 PA. Cortesía: MCDQ

La experiencia de Barrios, que narra en primera persona, es registrada en video, pero también en los numerosos dibujos que se desdoblan en un complejo rizoma donde la representación de la naturaleza cede ante las visiones y obsesiones del artista. La muestra tiene como eje la orquídea fantasma, pero en realidad su presencia no se limita a su representación gráfica, sino que su perenne ausencia es lo que da tono y peso a la obra del artista.

Lo trascendente para Barrios no está en lograr un retrato fidedigno de las orquídeas, sino en poner en tensión las numerosas posibilidades que como artista encuentra al momento de participar de este juego de expectativas y frustraciones. Entender a las orquídeas no es sólo un proceso de aprendizaje de cuestiones botánicas, sino que se desborda hacia su propio entendimiento del arte y de las implicaciones políticas y sociales de la creación contemporánea.  

Javier Barrios y Joaquín Segura, Autosuficiencia: Ejercicios de balance #2, 2022, martillos y espigas de trigo. Dimensiones variables. Cortesía: MCDQ

JAVIER BARRIOS Y JOAQUÍN SEGURA. AUTOSUFICIENCIA: EJERCICIOS DE BALANCE

En Masa y poder, Elias Canetti define al trigo como un bosque reducido. “Crece donde antes se levantaba el bosque, aunque nunca alcanza la altura de éste”. La diferencia que señala el Nobel búlgaro para describir al trigo es crucial porque remarca la relación de dependencia que tiene con el hombre. “Está por entero en poder del hombre y es obra suya. Él lo siembra, él lo siega; en antiguos ritos hace ceremonias para que crezca”.

No es difícil entender por qué Canetti vio en el trigo, al igual que en la arena, el mar o el fuego, una de las unidades colectivas que le sirvió para identificar sus “símbolos de masa”. Su aparente fragilidad, su resistencia y su estrecha relación con el ser humano lo cargan de un valor simbólico que lo ha acompañado prácticamente en todas las culturas.

Las espigas de trigo o arroz, así como las hojas de laurel, son un referente casi universal para adornar cualquier tipo de insignia civil o religiosa. Su representación simétrica y en pares las consolida como icono indiscutible del ganador. Pero cuando las espigas de trigo se multiplican y florecen por docenas la imagen que ofrece se desborda en referencias y significados.

Javier Barrios y Joaquín Segura, Autosuficiencia: Ejercicios de balance #2, 2022, martillos y espigas de trigo. Dimensiones variables. Cortesía: MCDQ

Cuando Javier Barrios y Joaquín Segura fueron invitados a realizar una colaboración en 2017, una de las obras más contundentes de aquella experiencia fue Autosuficiencia: Ejercicios de balance # 1, una instalación conformada por martillos que cancelan su función utilitaria para florecer en espigas de trigo. Ahora, se presenta en el Museo de la Ciudad de Querétaro una versión de sitio específico de este proyecto.

Los martillos que históricamente se han asociado al trabajo industrial se transforman en cimientos de un bosque reducido, donde no trasciende el murmullo de las ramas sino un disciplinado silencio que magnifica su precario aunque sostenido ejercicio de balance.

Las herramientas dejan atrás el desgaste cotidiano que les impone el trabajo para germinar en símbolos. La unión de estos dos íconos entrelaza el cuerpo de obra de ambos artistas, que aparentemente corren por rutas distantes, pero que en realidad comparten un mismo impulso por desvelar el potencial político/discursivo del arte.


Las exposiciones de Javier Barrios y Joaquín Segura fueron posibles gracias al apoyo de la familia Maya Montalvo.

Museo de la Ciudad de Querétaro, Calle Vicente Guerrero Nte. 27, Centro, Santiago de Querétaro, Qro., Mexico.

Del 14 de febrero al 15 de mayo de 2022

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