Skip to content

SAMANTHA FERRO: ¿PARA QUÉ SIRVEN LAS ESPINAS?

Por Joaquín Barrera | Curador

El 4 de junio de 1952, Eva Duarte –consumida por los dolores de un fulminante cáncer de cuello de útero- sube con ayuda de terceros al Cadillac descapotable que el Gobierno Nacional utilizaba para los actos protocolares presidenciales. Un dispositivo diseñado especialmente para esa jornada, y compuesto por una estructura de hierro que iba de la columna a sus pies y que abrochaba con cinturones su torso a la rigidez del metal, sostiene su frágil y deteriorado cuerpo. Un tapado de piel la cubre como un manto, evitando desnudar lo invisible para los espectadores. Es que afuera sólo hay celebración y festejo en la asunción del segundo mandato de Perón. Ese tramo, de Casa Rosada al Congreso, fue la última aparición con vida de Evita. La última procesión. Su propio vía crucis.

La historia de occidente está escrita en tinte canónigo, con sangre y sudor, con fe y miseria, con muerte y resurrección.  Un modelo sociopolítico de dolor y de miedo, de santificación y de tortura, en donde abunda la iconografía que propone al sacrificio como un modo apropiado para expiar la culpa. Se han erigido miles de iglesias, castillos, reinados, monumentos y gobiernos en nombre del poder. Y por las hendijas de sus leyes, oraciones, decretos y mandamientos se cuela porosamente un proyecto de dominación.

Vista de la exposición “¿Para qué sirven las espinas?”, de Samantha Ferro, en Acéfala Galería, Buenos Aires, 2021. Cortesía de la galería
Vista de la exposición “¿Para qué sirven las espinas?”, de Samantha Ferro, en Acéfala Galería, Buenos Aires, 2021. Cortesía de la galería
Vista de la exposición “¿Para qué sirven las espinas?”, de Samantha Ferro, en Acéfala Galería, Buenos Aires, 2021. Cortesía de la galería

Las obras de Samantha Ferro presentadas en sala señalan los vínculos no siempre visibles entre moda, ortopedia, religión y consumo, exponiendo con mucha precisión cómo durante años, a través de operaciones estilísticas y políticas, los sistemas de poderes han trabajado sobre el disciplinamiento de los cuerpos creando patrones propios de normalidad y gestando modelos hegemónicos de reproducción de visualidades corporales.

Estas esculturas (o collares/talismanes/rosarios/balanzas) están organizadas en sala en formato de peregrinación. Es que la literatura bíblica, ya desde el Génesis, propone a los tormentos físicos y psíquicos como una forma de castigo administrada. En la expulsión de Adán y Eva del Edén importa no sólo el sometimiento a la figura de la autoridad mandante sino más bien la sanción subterránea que implica el fin de la desnudez y de la naturalidad del cuerpo y el devenir del uso de la ropa y de los trajes para tapar la vergüenza cristiana. El cuerpo es entonces desde los inicios de Occidente un objeto público digno de ser tipificado, legislado y moralizado por reglas de uso para su adecuación social.

La invisibilización del dolor de las estructuras ortopédicas debajo de la ropa, el peso del adorno/joyería/amuleto y la sensación de incomodidad de los arneses, ganchos y colgajos presentados en estas esculturas por la artista ejemplifican de un modo claro cómo las funciones sociales del vestir condicionan las formas propias de los cuerpos, originando a su vez nuevos comportamientos, posturas, símbolos y performatividades.

En estas obras hay ruido de huesos, de pieles apretadas. Está lo muerto, lo roto, lo expiado y lo denso que se fusiona con el deseo, con lo instintivo, con lo divino, con el poder. Y  también hay una pregunta: ¿para qué sirven las espinas?

Vista de la exposición “¿Para qué sirven las espinas?”, de Samantha Ferro, en Acéfala Galería, Buenos Aires, 2021. Cortesía de la galería
Vista de la exposición “¿Para qué sirven las espinas?”, de Samantha Ferro, en Acéfala Galería, Buenos Aires, 2021. Cortesía de la galería

SAMANTHA FERRO: ¿PARA QUÉ SIRVEN LAS ESPINAS?

Acéfala Galería, Niceto Vega 4754, Buenos Aires, Argentina.

Del 11 de septiembre al 13 de noviembre de 2021.

También te puede interesar

MARCIA SCHVARTZ: INFIERNO

El INFIERNO de Marcia Schvartz es puro presente, un Real actual y contemporáneo, un amargo temblor de la conciencia, la revelación de algo inhumano que no tiene forma, esencialmente irrepresentable; un obstinado dolor que...

JIMENA BRESCIA: EXPERIENCIAS DE DESMATERIALIZACIÓN

En su actual exposición en el Museo de Arte Contemporáneo (MAC) de Santiago, Jimena Brescia (Buenos Aires, 1980) reivindica el saber de la intuición sensible, recuperando la magia de las operaciones formales y la...