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MIGUEL ÁNGEL ROJAS: REGRESO A LA MALOCA

Pionero en el uso de la fotografía como medio artístico desde 1970, Miguel Ángel Rojas (Bogotá, 1946) ha venido reflexionando sobre temas como la identidad, la política, la marginalidad, el género, la sexualidad, el desplazamiento, la violencia, la guerra, el extractivismo, el narcotráfico y la producción y consumo de drogas.                                                         

Con sentido crítico, Rojas cuestiona la moral prevaleciente y el estatus quo a través de materiales que adquieren valor simbólico e histórico. A partir de mediados de los noventa, introduce en su obra recortes de billetes de dólar y hojas de coca. Inicialmente, exploró historias de la vida indígena en Colombia (Sueños Raspachines, 2007-2021) y, con el tiempo, ha utilizado los mismos materiales para reflexionar acerca de la producción y el consumo de cocaína en el llamado ‘primer mundo’, como en la serie Nupcias (2021).

En su actual exposición en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO), titulada Regreso a la Maloca, Rojas indaga sobre los efectos de la dominación colonial en las civilizaciones indígenas de la Amazonía colombiana y sus consecuencias en el presente: comunidades afectadas profundamente por el conflicto armado, el tráfico de drogas, el abandono estatal, el desplazamiento y la explotación de recursos ambientales.

“El tema principal de la exhibición refiere a la destrucción del equilibrio ecológico en el Amazonas, que incluye el bienestar y el desarrollo de las comunidades indígenas que habitan el lugar. La economía occidental avanza a pasos agigantados apropiándose de esta reserva mundial, para ello la tala y la quema de suelos es la primera etapa. Luego estas tierras, robadas a la selva, se están dedicando a monocultivos como el de la hoja de coca y a la minería en superficie, lo que destruye por completo la naturaleza y convierte los ríos en torrentes de lodo”, explica el artista.

“Las industrias están corriendo las fronteras cada vez más de los territorios otrora plenos de vida y propicios para la vida humana. La conquista continua, de allí el título de una de las obras emblemáticas de la exposición, El nuevo dorado. No encuentro ninguna diferencia entre el saqueo y la expropiación que empezó hace cinco siglos con la conquista europea en América; continúa más allá de los límites que marcaron las naciones establecidas, poniendo en riesgo con ello el futuro de la misma humanidad. Toda la situación me hace pensar que no hay regreso; que de alguna manera hay que integrar a las comunidades, su territorio y sus tradiciones a la cultura contemporánea mundial. No hay regreso a la maloca”.

Tres nuevas obras comisionadas especialmente para esta exposición se presentan junto a otras elaboradas durante los últimos 25 años. Además, por primera vez, Rojas presenta algunas piezas acompañadas de materiales de trabajo que revelan los procesos detrás de su producción artística, entendida esta como la esencia misma de la obra. Conceptos como estilo y destreza técnica son para Rojas secundarios; en su obra, lo importante es el sentido y la comunicación y, por tanto, los medios son herramientas, pero no fines.

Miguel Ángel Rojas, Regreso a la maloca (Yari Yaguara), 2019-2020, instalación con tierras provenientes de un resguardo Piajo, maquetas de material vegetal y arcilla. Colaboración con Laura Castellanos y Tatiana Castellanos. Vista de la instalación en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO), 2021. Cortesía del artista y MAMBO
Miguel Ángel Rojas, Regreso a la maloca (Yari Yaguara) [detalle], 2019-2020, instalación con tierras provenientes de un resguardo Piajo, maquetas de material vegetal y arcilla. Colaboración con Laura Castellanos y Tatiana Castellanos. Vista de la instalación en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO), 2021. Cortesía del artista y MAMBO

La primera obra inédita es Yari Yaguará. Regreso a la Maloca (2021), en la que Rojas hace referencia al territorio en donde la comunidad indígena Pijao fue trasladada por el gobierno nacional en los sesenta, desde su tierra nativa en el Tolima, ubicada en los Andes colombianos, hacia la Amazonía, con el fin de aplacar las revueltas que se estaban dando desde años atrás por el abuso de los colonos blancos que se apropiaban de las tierras de su resguardo.

“En un principio, el gobierno ayudó a la comunidad trasladando herramientas de trabajo y víveres que llegaban periódicamente en aviones militares a un aeropuerto abierto en la selva. Esto se hizo en un principio, pero luego los habitantes quedaron olvidados a su suerte. A través de las décadas siguientes fueron víctimas de los caucheros en un principio, de los narcotraficantes, y en los años noventa fueron fuertemente subyugados por la guerrilla”, relata Rojas.

“En el año 99 asesinaron a su líder, que se opuso a estas imposiciones que incluían reclutamiento de jóvenes. A partir de entonces abandonaron el resguardo y se refugiaron en los cascos urbanos de las poblaciones cercanas, como San José del Guaviare. Esta historia es realmente una distopía, e inspiró el nombre general de la muestra, Regreso a la maloca”.

Miguel Ángel Rojas, Aquí estamos, 2021, icopor tallado y pigmentos. Vista de la exposición en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO). Cortesía del artista y MAMBO
Miguel Ángel Rojas, Zona de poder, 2021, arena de mármol y carbón sobre piso, hojilla de oro sobre volúmenes de yeso. Vista de la instalación en Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO). Cortesía del artista y MAMBO

Otra obra inédita es Aquí estamos (2021), una piedra monumental que se asemeja a una formación rocosa localizada en la región de la Amazonía colombiana, en donde recientemente se descubrieron frescos rupestres del período neolítico. La pieza fue concebida para ser intervenida con huellas de manos en una acción colaborativa con niños y niñas que son parte de la comunidad indígena Muisca, asentada en Sesquilé.

La tercera obra comisionada es Zona de poder (2021), inspirada en el piso neoclásico de la Sala Nacional de las Estatuas del Capitolio de Estados Unidos en Washington D.C., que fue asaltado recientemente. El piso está dibujado con polvo de mármol y carbón vegetal. Sobre esta superficie, el artista coloca lingotes dorados que llevan inscritos los nombres de las culturas Precolombinas colombianas. El piso es un elemento recurrente en el lenguaje de Rojas: Grano (1980) fue el primero que realizó el artista en el MAMBO, reconstruyendo el patrón de los azulejos que tenía la casa donde creció, como homenaje a sus orígenes mestizos. 

Otras obras destacadas de la exposición son Economía salvaje y El nuevo dorado (2018), dos trabajos producidos para la 12° Bienal de Shangai y que se presentan por primera vez en Colombia. Rojas utiliza hojas de coca y capas de arcilla picada sobre laminilla de oro para referenciar el impacto que la deforestación de la tierra tiene en el cambio climático. El nuevo dorado son los recursos naturales del mundo: el aire, la tierra y la selva, los pulmones del planeta.

“Los dos murales de El nuevo dorado están basados en registros satelitales. En el primer mural, la Cuenca Amazónica está construida con impresiones serigráficas, en las que los pigmentos tradicionales de este procedimiento fueron reemplazados por “mambe” (hojas de coca deshidratadas y molidas), y el conjunto acuático, río, afluentes y humedales, está dibujado con hojilla de oro. El segundo mural, tomado de registros satelitales de tormentas, está construido con impresiones serigráficas hechas con arcillas tomadas de la región tropical suramericana. Entre las tormentas se asoman unas enormes sierras dentadas hechas con hojilla de plata, que claramente aluden a la deforestación”, explica Rojas.

Miguel Ángel Rojas, Sueños Raspachines, 2007-2021, dibujo perforado en papel de hoja de coca hecho a mano, siete formatos de 113 x 166 cm. c/u. Cortesía del artista y MAMBO.
Miguel Ángel Rojas, El nuevo dorado (detalle), 2018, hojas de coca en polvo, base serigrafía neutra, arcilla, pigmentos minerales, hojilla de oro y de plata sobre papel de fibra sobre foam board, 400 x 1800 cm y 400 x 1500 cm. Cortesía del artista y MAMBO.
Miguel Ángel Rojas, Malos hábitos, Malas leyes, 2009, still de video. Cortesía del artista
Miguel Ángel Rojas, Parceros, 2007-2008, semillas amazónicas (Lupinos Mutabilis Sweet) sobre caucho y aluminio, 60 x 90 cm. c/u. Cortesía del artista.

La serie Sueños Raspachines (2007-2021) habla de la única solución posible para reemplazar los monocultivos de coca y amapola: el mejoramiento de las condiciones de vida del campesino. Según el artista, siendo el narcotráfico el segundo negocio más productivo mundialmente después del petróleo, es paradójico que los pequeños cultivadores de hoja de coca en las comunidades campesinas e indígenas sean los menos retribuidos. El “Raspachín”, quien la cosecha, es el trabajador primario de toda una cadena de producción.

“Le pedí a un lingüista de la comunidad Nasa del sur de Colombia que me tradujera algunos términos, tales como tierra, alimento, salud, educación, paz, etc. Él amablemente me informó que no existían palabras de traducción literal al Nasa, que más bien eran conceptos más complejos. Por ejemplo, ‘habitación’ sería traducida como ‘sin frío permanente’. Tomé esas traducciones escritas con su puño y letra y las transcribí con su caligrafía al papel hecho a mano con hojas de coca. En el borde inferior de los formatos, escribí la traducción en español”, cuenta el artista.

Otra obra reciente, Nupcias (2021), consiste en parejas de nombres que asocian a un narcotraficante con un consumidor, realizados con hoja de coca y billetes de dólar sobre papel de algodón. “Es una derivación de la obra el Camino corto, en la que nombres de consumidores famosos y los apodos de los narcotraficantes más sanguinarios de Colombia y México están mano a mano en la responsabilidad de nuestro conflicto”, indica el artista.

Con Regreso a la Maloca, Rojas hace una crítica alrededor de la producción, el tráfico y el consumo de coca y en cómo los problemas relacionados con su uso y abuso son demonizados en Colombia, mientras que en países industrializados se asocian con el glamour.

“Miguel Ángel Rojas es una figura central en el sistema del arte contemporáneo colombiano, es un pionero de los lenguajes conceptuales y es el artista que ha introducido las temáticas LGBTI+ en el arte contemporáneo colombiano”, señala el curador de la exposición, Eugenio Viola, Curador Jefe del MAMBO.

La exposición se podrá visitar hasta el 1° de agosto de 2021.

Vista de la exposición «Regreso a la maloca», de Miguel Ángel Rojas, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO), 2021. Cortesía del artista y MAMBO

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