
MELANIE MCLAIN: UNCHOREOGRAPHIC SCULPTURES
Por Abril Zales | Curadora
Hablar de trazos coreográficos es asumir movimientos previamente aprendidos, repetición tras repetición, una audiencia, un escenario (tradicional o alternativo) y un foco de atención entre los cuerpos. Implica también hablar de jerarquías entre quien emite un mensaje específico desde un lugar visible y quien lo recibe de manera pasiva.
André Lepecki incluso habla de la coreografía como un aparato que se inserta en la tecnología del cuerpo -y podríamos agregar que no sólo del cuerpo de quien ejecuta esa coreografía, sino de quienes observan y reciben ese mensaje. El escritor y filósofo habla de la danza, en cambio, como esa tecnología espacial y corporal en donde se permite re-escuchar al cuerpo y sus rutas de escape [1], sin reproducciones impuestas: el cuerpo comunicándose y respondiendo.





El trabajo de Melanie McLain (EEUU, 1982) no se vale de la danza y tampoco de la coreografía; promueve, en cambio, una comunicación multidireccional entre objetos escultóricos, cuerpos y el espacio que los contiene. Aquí el movimiento es el resultado de una reacción entre todos los elementos que se emplazan en el lugar, aún sin entrar en contacto físico.
Para Unchoreographic Sculptures la artista presenta un cuerpo de obra que invita al movimiento, con cavidades que sugieren pausas, repositorios que invitan al cuerpo a descansar, a recorrerlas y habitarlas. Es en estas transiciones que la artista logra suavizar los volúmenes escultóricos, sus líneas y ángulos; donde, a pesar del cambio de densidad, textura y rigidez, los cuerpos se encuentran, siempre siguiendo su movimiento e intercambiando entre sí.
Jugando con el ritmo y la sutileza de los movimientos performáticos, este proyecto expositivo es también una invitación a repensar las coreografías autoimpuestas, a ceder espacio al cuerpo y sus movimientos, a atender a los estímulos que nos rodean y que condicionan la forma en que también interactuamos entre cuerpos. Cuáles son las posibilidades de activarnos entre cuerpos rígidos, entre el contacto y la sutileza, y finalmente la sensibilidad para habitar nuestro propio cuerpo y contexto de manera multidireccional.
[1] Lepecki, A. (2007) Choreography as Apparatus of Capture en TDR: The Drama Review, Volumen 51, Número 2 (T 194), pp. 119-123. The MIT Press


Unchoreographic Sculptures es una muestra que forma parte del programa curatorial Todo lo que no ha… de Abril Zales para La Cresta, una excusa para imaginarios futuros, para permitirnos habitar esta temporalidad, sus espacios y sus geografías.
Colaboración con Colector Gallery
Performers: Nora Rodríguez y Claudia Villarreal
Registro fotográfico: Michelle Lartigue
La Cresta, Trébol Park 2do. piso, Av. Lázaro Cárdenas, L-30, San Pedro Garza García, Nuevo León, México
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