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LOS TIEMPOS DE LA ESCUCHA, UN PROYECTO TEXTIL-SONORO DE ARTESANAL TECNOLÓGICA

Los Tiempos de la Escucha es una exposición virtual que invita a conectarnos con cuatro colectivos textiles conformados por mujeres que han sufrido la guerra en Colombia, sus sentires y testimonios en torno a la pregunta: ¿qué formas tiene la reconciliación?

Sonidos, texturas, colores entrelazan lenguajes textiles y digitales para acercarnos a las maneras cómo estas mujeres imaginan los caminos y acciones para hacer posible la paz en un país que continúa en guerra. Es una invitación a disponer el cuerpo para la escucha, a dimensionar los tiempos que ello demanda, y a reflexionar sobre la potencia que tiene el trabajo manual colectivo.

Los Tiempos de la Escucha es el último proyecto de Artesanal Tecnológica, un costurero/colectivo/laboratorio feminista intergeneracional e interdisciplinario que piensa desde los haceres textiles y las tecnologías digitales, buscando puntos materiales y políticos de encuentro, todo desde una mirada feminista.

Desde el 2014, articula saberes, disciplinas y espacios a través de diversos Proyectos, en los que han abordado temas como las representaciones computacionales de procesos y prácticas textiles en torno al conflicto y la paz, o cómo se ha narrado textilmente la reconciliación y de qué manera se pueden amplificar digitalmente estas narraciones.

En 2017, por ejemplo, la investigación Pensamiento textil/Escrituras que resisten -liderada por el Departamento de Diseño de la Universidad de los Andes y por la Escuela de Estudios de Género de la Universidad Nacional de Colombia– logró identificar, documentar y estudiar a fondo iniciativas que utilizan el oficio textil de manera artesanal como forma de expresión política en el espacio público de la ciudad de Bogotá.

Este proyecto recogió aproximaciones teóricas de los estudios feministas y los estudios del diseño textil para comprender los espacios de encuentro en torno a la costura, el bordado y el tejido artesanal. De las 14 iniciativas textiles que participaron emergió el mismo número de crónicas y narraciones visuales, que ahora están alojadas en su sitio web.

Entre ellas se encuentra la artista Luz Lizarazo (Bogotá, 1966), quien realiza tejidos con materiales como réplicas de huesos de pájaros, pelo sintético, crin de caballo, cadenitas de oro o letras de pasta para sopas para hablar de la mujer desde una manifestación que “hacen solamente las mujeres”. “Mi voz es femenina y mi mirada es femenina, pero más allá de la mujer me interesa cómo los seres humanos habitamos este planeta”, afirma.

El bordado no es “cosa de mujeres”, constatan Los Desbordadoræs, otro de los colectivos participantes de aquella experiencia. Ángel, Sandro, Javier, Juan y Alejandra se inspiran en los hombres tejedores en Chile y en la idea de “desbordar un rival más fuerte que el de cualquier encuentro futbolístico: los estereotipos de género”.

Artesanal Tecnológica también organiza otros programas, como Activismos Textiles, iniciativas de intervención política, y Textos Textiles, escritos académicos que recogen sus reflexiones sobre los proyectos de investigación que han venido realizado.

Prototipo “La encomienda sonora” (telares sonoros), 2019-2020. Cortesía: Artesanal Tecnológica

Los Tiempos de la Escucha nació del encuentro entre un equipo de investigación transdisciplinar de Bogotá y Medellín y los grupos de mujeres de Sonsón, Quibdó, Bojayá y Mampuján que durante años han bordado, tejido o cosido sus memorias sobre la crisis del conflicto armado e imaginado formas para ‘remendar la vida’.

El proyecto es dirigido por Tania Pérez-Bustos, académica de la Universidad Nacional de Colombia, antropóloga y doctora en Educación, cuyas áreas de interés e investigación se centran en los procesos y prácticas de feminización del conocimiento y en los oficios textiles artesanales, entendiéndolos como tecnologías de conocimiento y cuidado.

El hacer textil artesanal y las exploraciones digitales dieron vida a esta exhibición, con la que se busca amplificar las historias de las mujeres y así invitar a dejarse afectar por lo que ellas comparten y enseñan. Cada proyecto va acompañado de audios y videos, y existen prototipos de telares sonoros, a los que les fijaron parlantes en la parte de atrás para que reproduzcan los mensajes de paz y reconciliación de las mujeres.

Artesanías Guayacán, Telón de la reconciliación I, 2019, 165 x 65 cm. Cortesía: Artesanal Tecnológica

Artesanías Guayacán es un colectivo de mujeres afro e indígenas de Bellavista, cabecera municipal de Bojayá, que se inició a finales de los años 80 como Comunidad Eclesial de Base (CEB), apoyada por las Hermanas Agustinas Misioneras y el padre Jorge Luis Mazo. Oficios como el bordado, el tejido y la panadería las fueron convirtiendo en un grupo que mediante los haceres textiles y artesanales oponen resistencia a los efectos de la guerra en sus territorios.

En Los Tiempos de la Escucha exponen Telón de la Reconciliación I y II. La primera obra (2019), consiste en una tela de fondo amarillo con escenas e imágenes de la vida cotidiana en el río Atrato que las mujeres bordaron como representación de los sentidos que asocian a la palabra reconciliación. La elaboración consistió, primero, en una composición colectiva en la que cada una de las integrantes del grupo aportaba su idea para que luego Daisy Chana Picama, una de las integrantes indígenas y la más joven del grupo, la dibujara. A partir de cantos y versos, recuerdos del río y de chirimías, imágenes de matas de plátano, cultivos de arroz y sauco, las mujeres construyeron un paisaje atrateño que fue pasando por las manos de todas para, puntada a puntada, dar vida a las formas de la reconciliación que las sostienen y fortalecen.

Como una forma de continuar imaginando la reconciliación y representarla textilmente, las mujeres de Artesanías Guayacán elaboraron un segundo Telón de la Reconciliación. En éste el protagonista es el río Atrato, que fue bordado en la parte inferior de una tela amarilla con hilos azules de diferentes tonalidades. Para las mujeres, retratar el río y la vida comunitaria que es posible a partir de él es una manera de representar la reconciliación porque, como dice una de ellas, “reconciliarnos es también recordar y mostrar la cultura”.

Sobre el río aparece bordada una champa -canoa- con un par de remos que simboliza la persistencia que se debe tener para lograr los procesos de reconciliación en el país: como en el río hay que tener fuerza y paciencia para no dejar de remar con la reconciliación, “hay que remar a paso lento, pero seguro”.

En la parte superior del río aparecen bordadas personas y escenas de la cotidianidad de Bojayá que proponen un acercamiento al presente del pueblo. Así, se retratan la iglesia en la que la comunidad se congrega, los cultivos de plátano y arroz, las danzas y los instrumentos musicales que los grupos indígenas y negros utilizan para celebrar las fiestas, y el mausoleo donde actualmente reposan los muertos de la masacre del 2 de mayo de 2002.

El proceso de elaboración del telón fue colectivo, los dibujos fueron hechos por un compañero indígena y los bordados los realizaron todas las integrantes pasando de mano en mano y de casa en casa.

Mujeres Tejiendo Sueños y Sabores de Paz – Mampuján, Mampuján día de llanto, 2004, tela sobre tela (aplique). Cortesía: Artesanal Tecnológica

Mujeres Tejiendo Sueños y Sabores de Paz – Mampuján es un grupo de tejedoras que desde el 2004, cuatro años después de ser desplazadas forzosamente de sus veredas en el municipio de María La Baja en la región de los Montes de María, se organizaron para documentar textilmente lo ocurrido, lo que les ayudó a procesarlo, reclamar justicia y contribuir a la construir paz.

El tapiz Mampuján día de llanto (2004) fue la primera pieza construida por el colectivo. En él se ilustran los hechos ocurridos durante el desplazamiento del 10 de marzo del 2000, a través de escenas de violencia hacia la población por parte de los paramilitares. A pesar del dolor y las lágrimas, con este primer tapiz las mujeres de Mampuján empezaron a contar su historia y así se dieron cuenta de que “la única forma de sanarse era recordar: tratar las memorias, narrarlas, machucarlas y volverlas a construir hasta que ya no dolieran más”.

Mujeres Tejiendo Sueños y Sabores de Paz – Mampuján, La olla de la reconciliación, 2019, 65 x 65 cm. Cortesía: Artesanal Tecnológica

Cerca de 20 integrantes del grupo se reúnen en una tarde de mayo de 2019 en la iglesia evangélica del barrio el Recreo para responder juntas: ¿Qué forma tiene la reconciliación? Entre ellas surge una conversación sobre los sabores, olores, sonidos y las texturas que puede tener esa palabra. Hay risas y anécdotas, recetas de turrones, café y mondongo, sabores dulces, amargos, salados que evocan comidas apetecidas en la región.

La añoranza de la música y el baile se hace presente, así como los sonidos que traen noticias y son presagios. Las ideas y los dibujos que se comparten inspiran la construcción del tapiz La olla de la Reconciliación (2019), donde se ven las formas de una olla y del fuego representando el proceso de la cocción lenta. ¿Qué sabores y sueños de reconciliación estarán preparando las mujeres?

Tejedoras por la Memoria de Sonsón, Nunca más, 2011, falso patchwork o tela sobre icopor. Cortesía: Artesanal Tecnológica
Tejedoras por la Memoria de Sonsón, La puerta de la reconciliación, 2019, 188 x 175 cm. Cortesía: Artesanal Tecnológica

En el 2009 algunas de las mujeres de la Asociación de Víctimas por la Paz y la Esperanza de Sonsón, acompañadas por la Universidad de Antioquia, se organizan para conformar un espacio para el encuentro: un costurero, donde a partir de diferentes técnicas de tejido pudieran narrar y sanar sus memorias sobre la guerra y la sobrevivencia.

En el espacio familiar de la casa de Aída Henao, al calor del fogón de leña y el olor a chocolate, las Tejedoras por la Memoria de Sonsón se reúnen para pensar, sentir y conversar sobre la reconciliación y sus formas. En grupos, se comparten ideas y se hacen composiciones dibujadas para representar los caminos, retos y las experiencias de reconciliación más allá del mandato religioso.

Los elementos que se repiten, como la puerta, el corazón, el sol y el río, se convierten en símbolos que toman color, textura y sentido en una tela blanca que viaja de casa en casa para que cada tejedora participe en su elaboración con un bordado. El resultado es una obra textil que nos da pistas de cómo las Tejedoras se disponen a abrir nuevas puertas para transitar hacia la reconciliación.

Artesanías Choibá. Foto: Federico Ruiz
Artesanías Choibá, Telón Choibá Atrateño, 2005, costura y bordado. Cortesía: Artesanal Tecnológica

Las integrantes de Artesanías Choibá llegaron a Quibdó hace 20 años desde distintos municipios del Chocó y del Urabá Antioqueño huyendo de la guerra. Aprendieron de la teóloga y psicóloga Úrsula Holzapfel a construir muñecas, a tejer, bordar y coser. Actualmente, son un grupo de 10 mujeres y un hombre que elaboran muñecas de trapo, telones, ropa, llaveros y bolsos.

Telón choibá atrateño (2005) es uno de los primeros proyectos colectivos realizados por el costurero. En el telón está bordado a mano el poema sobre el árbol de Choibá, escrito por el sacerdote Gonzalo de la Torre, como regalo a las mujeres y hombres integrantes de este grupo, quienes como el árbol de Choibá que crece en las selvas atrateñas, se han mantenido fuertes a pesar del despojo y la violencia.

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