
Visita Guiada:fuso
Y cuando hago mi trabajo, estoy pensando en estas cosas.
Porque cuando hago mi trabajo, eso es lo que pienso.Laurie Anderson, Langue d’amour
Esta exposición reúne una pintura mural y dos esculturas. Las obras fueron concebidas de forma independiente, pero se agruparon a raiz de sus distintas formas de interpretar el tiempo.
Entre otras cosas, la palabra portuguesa fuso se refiere tanto a los husos horarios como a los hilos del perno, así como a partes específicas de reloj y también al huso, un instrumento utilizado para el hilado a mano en los tiempos pre-industriales. En inglés, la palabra «hilo» se utiliza comúnmente para designar una hebra de algodón, nylon u otra fibra empleada para la costura, pero también se usa para denotar «hilo de perno», una cresta helicoidal envuelta por un cilindro o cono que sirve como elemento de fijación. Además, «hilo» también se utiliza metafóricamente para referirse a la narración de un evento, en el sentido de un tema o característica que corre a lo largo de una situación o un texto.

Vista de la exposición de Iran do Espírito Santo en Galeria Fortes Vilaça, 2016. Foto: Eduardo Ortega. Cortesía: Galeria Fortes Vilaça Vista de la exposición de Iran do Espírito Santo en Galeria Fortes Vilaça, 2016. Foto: Eduardo Ortega. Cortesía: Galeria Fortes Vilaça

Vista de la exposición de Iran do Espírito Santo en Galeria Fortes Vilaça, 2016. Foto: Eduardo Ortega. Cortesía: Galeria Fortes Vilaça Vista de la exposición de Iran do Espírito Santo en Galeria Fortes Vilaça, 2016. Foto: Eduardo Ortega. Cortesía: Galeria Fortes Vilaça

Iran do Espírito Santo, Cúpula, 2013‐2014, cristal, 40 x 20 x 20 cm. Edición de 5 + 2 PA. Vista de la exposición en Galeria Fortes Vilaça, 2016. Foto: Eduardo Ortega. Cortesía: Galeria Fortes Vilaça Iran do Espírito Santo, Cúpula, 2013‐2014, cristal, 40 x 20 x 20 cm. Edición de 5 + 2 PA. Vista de la exposición en Galeria Fortes Vilaça, 2016. Foto: Eduardo Ortega. Cortesía: Galeria Fortes Vilaça
Para Cúpula me basé en la cubierta de vidrio de un viejo reloj cuyo mecanismo es presentado dentro de un tipo de vitrina en forma de cúpula. Este objeto, que también puede asociarse a otras funciones -como la protección de cosas valiosas y frágiles-, en este caso protege el mecanismo hipersimbólico de la relojería, cuya función es indisociable del espectáculo mecánico con sus movimientos oscilantes y rotativos y sus sonidos característicos. Al ser llevado a una escultura, se mantuvieron sus formas y dimensiones básicas, mientras que los materiales del objeto original se volvieron a presentar con el cristal en su versión sólida, indicando, quizás, la cristalización paralizante debido a la supresión y la suspensión de un tiempo pragmático, por medio de la contemplación de un icono vacío.
La pintura mural titulada Fuso se refiere a mi elección e interés recurrentes por la imagen que se funde con el espacio tridimensional que la contiene, cuyos límites están definidos por la realidad objetiva y por la función de la arquitectura. Son alusiones al día y la noche, presentadas simultáneamente como proyecciones de imágenes inversas, siendo una el negativo de la otra. Su paralelismo lleva al interior de la exposición la idea de la simultaneidad y la «transparencia» del mundo globalizado, donde las superficies del planeta se alternan repetidamente entre la luz y la oscuridad, aunque sin llegar a ser sometidas por las demandas de los movimientos de la mercados.

Iran do Espírito Santo, Fuso, 2016, tinta, látex sobre pared, dos pinturas, 310 x 435 cm c/u. Foto: Eduardo Ortega. Cortesía: Galeria Fortes Vilaça Iran do Espírito Santo, Fuso, 2016, tinta, látex sobre pared, dos pinturas, 310 x 435 cm c/u. Foto: Eduardo Ortega. Cortesía: Galeria Fortes Vilaça
Las dos obras arriba mencionadas se muestran en el segundo piso/mezzanina de la galería. Entre ellas circulan ideas implícitas sobre el tiempo incontinente que limita nuestra existencia, en la combinación de unas imágenes evanescentes y sólidos transparentes que, a pesar de que revelan las huellas de un significado implícito, de hecho alteran físicamente la luminosidad del espacio real, dado el predominio de luz y oscuridad. En este sentido, estas pinturas actúan sobre la percepción concreta del mundo físico. Con ellas, continúo desarrollando uno de los temas más recurrentes en mi producción artística: las diversas formas de representación de la luz con sus variaciones y el amplio espectro de significados, inseparables de lo real y de la materia física.

Iran do Espírito Santo, Base Fija, 2016, acero inoxidable, 4 piezas de 50 x 35 x 40 cm c/u. Foto: Eduardo Ortega. Cortesía: Galeria Fortes Vilaça Iran do Espírito Santo, Base Fija, 2016, acero inoxidable, 4 piezas de 50 x 35 x 40 cm c/u. Foto: Eduardo Ortega. Cortesía: Galeria Fortes Vilaça

Iran do Espírito Santo, Base Fija, 2016, acero inoxidable, 4 piezas de 50 x 35 x 40 cm c/u. Foto: Eduardo Ortega. Cortesía: Galeria Fortes Vilaça Iran do Espírito Santo, Base Fija, 2016, acero inoxidable, 4 piezas de 50 x 35 x 40 cm c/u. Foto: Eduardo Ortega. Cortesía: Galeria Fortes Vilaça
La arquitectura de la Galería Fortes Vilaça tiene una característica distintiva: el visitante entra a través de un piso intermedio, un tipo de atrio que divide marcadamente los otros dos niveles. Esta característica me llevó a diseñar la exposición, teniendo en cuenta especialmente las divisiones entre los pisos superior e inferior, entre el evento cósmico «día y noche» (arriba, en la «cúpula» de la galería) y las dinámicas de la vida diaria (bajar al nivel inferior). En este aterrizaje en la planta baja, paralela a la calle, traté de crear una especie de plaza/piso de tienda, con la materialidad hiperbólica de una escultura de acero de sentido unívoco. Titulada Base fija, está formada por cuatro juegos de tuercas y pernos dieciocho veces más grandes que el tamaño original y que pesan más de una tonelada. Esta obra incorpora el material y las formas de la producción industrial de la que procede y que representa. De esta manera, esta escultura tiene un carácter inherentemente indicial, lo que refuerza el vínculo material entre los objetos y signos que, de forma individual, posiblemente podrían adoptarse (sin incurrir en cualquier concepto erróneo) de manifestaciones de la poética paralela, independientes de las cuestiones sociopolíticas que guían la exposición en general. Sus cuatro esquinas demarcan la forma de una plaza central de manera clara y definitiva, como fijada en una base estable. Si por un lado el diseño en espiral de la rosca contiene el movimiento helicoidal infinito de una figura matemática, por otra parte la evidente materialidad de la escultura restringe cualquier movimiento posible, dejando sólo la tensión entre empuje y retracción, movimiento y fuerzas de reacción.
Texto publicado con motivo de la exposición Fuso, de Iran do Espírito Santo, en Galeria Fortes Vilaça, São Paulo, Brasil. Hasta el 30 de abril de 2016
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