10 HITOS QUE HACEN DEL ARTE CONTEMPORÁNEO EL MOTOR DEL MERCADO GLOBAL

Artprice presentó esta semana su noveno informe anual sobre el mercado del arte contemporáneo, elaborado mediante el análisis de las ventas en subastas internacionales entre julio de 2014 y principios de julio de 2015. La principal conclusión: «La extraordinaria subida de los precios del mercado del arte contemporáneo de muy alto nivel continua».

Según el informe, el arte contemporáneo se ha convertido en el principal motor del mercado del arte mundial, un papel que históricamente había desempeñado el arte moderno. Esta realidad se detalla y se sustenta en el informe de Artprice, del cual hemos extraído algunos datos y análisis de interés. Diez hitos que hacen del arte contemporáneo el motor del mercado mundial.

I

La industria museística, ávida consumidora de piezas de gran valor, se ha convertido en una realidad económica mundial en el siglo XXI, uno de los factores primordiales del espectacular crecimiento del mercado del arte.

Es preciso entender el arte contemporáneo de manera distinta al arte impresionista y moderno. En el pasado, la historia nos enseñó que no existía una relación real entre el precio de una obra en un momento dado y su precio futuro. Recordemos, por ejemplo, que los artistas impresionistas figuraban en la cola de las listas de los precios en su época y que Paul Gauguin soportó amargos fracasos en sus ventas en vida, antes de convertirse en uno de los artistas más caros del planeta (1). Hoy en día, el arte contemporáneo suscita un interés cada vez mayor en los amantes del arte, coleccionistas, profesionales e instituciones de todo el mundo. También presenta un índice de rentabilidad atractivo para los inversores y es uno de los más disputados a escala internacional gracias al desarrollo de la industria museística. Y es que se han construido más museos entre 2000 y 2014 que a lo largo de los siglos XIX y XX, y el movimiento continúa su curso, con la creación de más de 700 museos nuevos cada año. La industria museística, ávida consumidora de piezas de gran valor, se ha convertido en una realidad económica mundial en el siglo XXI, uno de los factores primordiales del espectacular crecimiento del mercado del arte. Desde la segunda mitad del siglo XX, un giro de 180° ha permitido al mercado del arte convertirse en eficiente y transparente.

La globalización, impulsada por un constante desarrollo del marketing y de las subastas por Internet, unida a la financiarización del mercado, a la industrialización del sector museístico y al Soft Power del arte, arrastra sin duda los precios hacia arriba, con repartos de crecimiento a varias velocidades. Sólo un puñado de artistas aseguran el espectáculo en las subastas pero muchos de ellos siguen siendo asequibles y serán quizás primicia en el mercado del mañana. Como el extraordinario crecimiento del mercado del arte contemporáneo no beneficia a todos los artistas, Artprice propone, en este balance mundial que recoge las grandes tendencias actuales, analizar los rendimientos de los artistas observando su recorrido. ¿Cuáles son los elementos concordantes entre su trayectoria y el éxito cosechado en las subastas? ¿En qué medida el mercado de las subastas está en línea con la actualidad cultural? ¿Qué figuras tutelares reinan en el ecosistema del arte contemporáneo?

II

En 15 años, el producto de ventas de arte contemporáneo ha crecido un 1.800%

A pesar de una ligera bajada en el volumen de negocios de 2014/2015, el índice global de los precios del arte contemporáneo ha aumentado un 30% a lo largo de la década, un índice de rentabilidad interesante a largo plazo, aunque el sector está sometido a una fuerte volatilidad (2). En 15 años, el producto de ventas de arte contemporáneo ha crecido un 1.800%: ¡el mercado ha explotado literalmente!

III

El 18% de los ingresos mundiales del arte contemporáneo se reparten entre tres artistas

A pesar de existir una oferta pletórica (con un total de 49.000 artistas contemporáneos en las subastas), es preciso reconocer que los coleccionistas compiten siempre por las mismas firmas. Sobre todo en el mercado de alta gama, que está sometido a fuertes comportamientos miméticos. Las cifras registradas son edificantes: el 68% de los ingresos globales del arte contemporáneo (es decir, 1.200 millones de dólares) se reparten entre 100 artistas y el 35% entre 10 artistas únicamente (3). El crecimiento continúa con las mismas firmas trofeo, que acentúan la generosidad de los coleccionistas a la vez que su espíritu combativo. Entre los ejemplos más sorprendentes del año, cabe citar el nuevo récord alcanzado por la obra Swamped, de Peter Doig, por la que se pagaron 455.000 dólares en 2002 y, después, 25,9 millones de dólares en 2015, y la reventa de Orange Sports Figure, una obra de Jean-Michel Basquiat, por la que se pagó 66.000 dólares a principios de los años 1990 (4), y después, 8,8 millones de dólares el 1 de julio de 2015 en Sotheby’s. Cabe señalar también que el 18% de los ingresos mundiales del arte contemporáneo se reparten entre tres artistas. El triunvirato se mantiene por tercer año consecutivo, e incluye, por orden respectivo de volumen de negocios, a Jean-Michel Basquiat, Christopher Wool y Jeff Koons. La ostentosa salud del mercado neoyorquino descansa de hecho en gran parte en estos tres elegidos, capaces de drenar la mitad de los ingresos norteamericanos en materia de arte contemporáneo. El triunvirato atrae 320,5 millones de dólares (5), es decir, 10 veces el resultado de un año de ventas de arte contemporáneo en Francia (35,6 millones de dólares).

El único cambio notable de este año es el asombroso ascenso de Christopher Wool, que duplica su volumen de negocios, dejando atrás en 37 millones de dólares al resultado de Jeff Koons y registrando ahora un récord de ventas en el umbral de los 30 millones de dólares (6). Como primer contemporáneo vivo de esta clasificación, Christopher Wool se impone sin por ello hacer sombra a su hermano mayor Gerhard Richter (nacido en 1932), que sigue siendo el artista vivo con mejores resultados en las subastas (7). Este año, se han adquirido 16 obras suyas por más de 10 millones de dólares (8). En este rango de precios, encontramos, como es lógico, a los artistas ya presentes en la clasificación del año pasado, es decir, el trío líder Basquiat-Wool-Koons, así como Peter Doig y Martin Kippenberger (9), los únicos artistas cuyas obras han superado el umbral de los 20 millones de dólares este año. Los precios de Peter Doig y de Martin Kippenberger no pierden su ritmo ascendente. Sin embargo, hay un recién llegado a estas altas esferas que no podemos dejar de nombrar: Yang Yan, artista chino nacido en 1958, cuya cotización acaba de pasar a una franja superior alcanzando los 10,7 millones de dólares (10), por un conjunto de 18 dibujos monumentales. Yang Yan, que hasta el momento era un desconocido en las salas de subastas occidentales, ilustra la vitalidad del mercado chino para las obras maestras (muy escasas este año), así como el reposicionamiento de los compradores chinos en los dibujos en tinta.

IV

China pierde una primera plaza conservada durante cuatro años consecutivos a favor de los Estados Unidos

China pierde una primera plaza conservada durante cuatro años consecutivos a favor de los Estados Unidos, cuyos ingresos caen, sin embargo, un 13%. Las dos potencias principales del mercado pierden en total 419 millones de dólares frente al ejercicio anterior, o lo que es lo mismo, una cifra más importante que un año completo de ventas de arte contemporáneo en Reino Unido, 3ª plaza del mercado mundial.

V

Nueva York cristaliza el boom actual del mercado del arte

Los Estados Unidos reconquistaron este año su posición de líderes, reavivando así su feroz competencia con China. En los EE.UU., se vendieron obras de arte contemporáneo por un total de 650 millones de dólares, marcando un avance de casi 90 millones de dólares por encima del resultado chino. Este considerable rendimiento viene impulsado por Nueva York, capital mundial del mercado del arte. Aquí es donde están establecidos los coleccionistas más importantes, las galerías más poderosas y los museos más prestigiosos. Y aquí también es donde las redes tienen mayor solidez y los artistas emergen con más rapidez.

Nueva York cristaliza el boom actual del mercado del arte, que descansa sobre una minoría de actores con una altísima capacidad adquisitiva que pueden permitirse invertir a golpe de millones de dólares. Christie’s y Sotheby’s realizan sus mejores cifras y dan sus mejores golpes de martillo en esta ciudad. En el Top 10 de las mejores adjudicaciones de 2014/2015, 9 de ellas proceden de Nueva York, frente a una de Londres. En cualquier caso, la mediatización del mercado de alta gama no debe ocultar el hecho de que más de la mitad de las obras vendidas en Nueva York son adquiridas por menos de 5.000 dólares. Por tanto, la oferta neoyorquina no está exclusivamente reservada a la élite sino que es asequible para todos los amantes del arte.

VI

Los artistas europeos tienen una amplia representación en las salas

Los artistas europeos tienen una amplia representación en las salas. Generadores de la cuarta parte del producto de ventas mundial, tienen un peso económico más importante que los artistas chinos. Después de los estadounidenses y los chinos, los artistas más rentables son los alemanes (10,8% del mercado) y los británicos (10,7%). Les siguen los italianos (2,6%), japoneses (2%), indios (1,5%), suizos (0,9%), brasileños (0,8%) y franceses (0,8%).

VII

Hoy en día, a diferencia de en el pasado, la expansión y cotización de un artista dependen menos del rol de los críticos de arte que de los galeristas de renombre y coleccionistas reputados por su olfato.

Algunos eventos influyen en la producción de un artista; otros, en la percepción que pueda tener el público de éste. Una exposición, una recompensa o cualquier otro evento mediático puede modificar la acogida general de una obra o de su autor. ¿Siguen los precios esta tendencia tanto en galerías como en casas de subastas de manera natural? Los eventos artísticos mundiales, como vectores de reconocimiento oficial, son auténticos catalizadores. Cuanto más prestigioso es el evento, mayor la estimulación, aunque el efecto de anunciar una gran retrospectiva afecte a los precios unos meses antes de la apertura de dicha exposición. No obstante, las instituciones tutelares no son siempre las que permiten descubrir a las super estrellas del mercado… A veces, sólo están para confirmar lo que causa furor en el momento.

Más o menos en consonancia con la realidad del mercado, estas grandes instituciones culturales marcan etapas esenciales para los artistas, sin ser los únicos impulsores. Hay que considerar una trayectoria profesional como una serie de acontecimientos inextricablemente asociados. Así, la entrada de un artista en una prestigiosa galería tendrá forzosamente un efecto en su cotización pero depende a la vez de circunstancias anteriores y estará estrechamente ligada a los éxitos futuros. Hoy en día, a diferencia de en el pasado, la expansión y cotización de un artista dependen menos del rol de los críticos de arte que de los galeristas de renombre y coleccionistas reputados por su olfato. En el corazón de este circuito de influencias, los grandes prescriptores generan el sol y la lluvia en el mercado del arte contemporáneo, respaldados por poderosas redes. La influencia de una galería queda demostrada por su éxito internacional, su poder financiero y la dinámica de promoción derivada de ello. Las grandes galerías introducen a sus artistas en las ferias internacionales, para presentarlos ante los coleccionistas y los comisarios, publican obras y sostienen a menudo los precios de sus jóvenes promesas en las salas de subastas. De esta forma, definen la oferta artística a la vez que construyen las cotizaciones.

VIII

Tania Bruguera, que recuperaba su pasaporte el 10 de julio de 2015, ha hecho su entrada en las colecciones permanentes del MoMA de Nueva York este año

Las grandes citas artísticas no lo consiguen todo. Algunos impulsos mediáticos y empujes en las subastas pueden derivarse del propio compromiso de los artistas. Ai Weiwei no es el único que recupera su pasaporte este año a la vez que da la bienvenida a un nuevo récord. También es el caso de la artista cubana Tania Bruguera.

Relativamente nueva en el mercado de las subastas, la artista cubana Tania Bruguera (1968) se dedica a la performance y al arte en vídeo. Sus obras han destacado en distintas exposiciones internacionales, entre las cuales se encuentran las Bienales de Venecia de 2001 y 2005, y la dOCUMENTA de Kassel en 2002. Más recientemente, una actualidad de orden distinto ha convulsionado el mundo del arte. Unos días después del anuncio de la flexibilización de las relaciones diplomáticas entre los Estados Unidos y Cuba (17 de diciembre de 2014), Tania Bruguera organiza una performance en La Habana, que se granjea un gran rechazo por parte de las autoridades cubanas. La privación de su pasaporte y su arresto suscitan una ola de indignación en el mundo del arte. El propio mercado del arte reacciona, eligiendo una obra muy simbólica para erigirla en récord: en mayo de 2015, Phillips vende Destierro (11), una escultura que encarna el problema de una escisión entre la política y la libre expresión artística, por la que estaban haciendo pagar a la artista. Iniciada con una estimación baja de 40.000 dólares, Destierro se dispara a 81.250 dólares, y ello a pesar de que Bruguera no había dado que hablar anteriormente en subastas. Los actores del mercado han cambiado la situación con este récord, dejando claro de esta forma su apoyo. Tania Bruguera, que recuperaba su pasaporte el 10 de julio de 2015, ha hecho su entrada en las colecciones permanentes del MoMA de Nueva York este año (12).

IX

El 64% de los lotes en subasta fueron adjudicados por menos de 5.000 dólares

El 64% de los lotes en subasta fueron adjudicados por menos de 5.000 dólares; estas obras asequibles constituyen verdaderamente el motor del mercado contemporáneo. Los lotes que superan los 50.000 dólares representan tan sólo el 8%.

X

Los resultados de las subastas son de 1.760 millones de dólares en obras contemporáneas

Los resultados de las subastas son de 1.760 millones de dólares en obras contemporáneas, o lo que es lo mismo, un resultado a la baja del 12% frente al ejercicio anterior.

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(1) El 5 de febrero de 2015, The New York Times anuncia una venta directa por valor de 300 millones de dólares por el lienzo Nafea faa ipoipo de Paul Gauguin.

(2) El índice de los precios del arte contemporáneo cae un 20% desde los picos registrados en 2008 y un 16% frente al mes de julio de 2014.

(3) El Top 10 de artistas contemporáneos por producto de ventas se compone de Jean-Michel Basquiat, Christopher Wool, Jeff Koons, Peter Doig, Martin Kippenberger, Zeng Fanzhi, Richard Prince, Zhu Xinjian, Keith Haring y Damien Hirst.

(4) Vendida por 66.000 dólares en Sotheby‘s Nueva York, el 7 de mayo de 1992.

(5) 369 millones de dólares, gastos incluidos.

(6) Con Untitled (Riot), vendida por 29,93 millones de dólares, en mayo de 2015. El récord de Wool se multiplicó por 24 a lo largo de la década.

(7) En este informe sólo se abordan los artistas nacidos después de 1945. Gerhard Richter, nacido en 1932, acumula un producto de ventas de 276 millones de dólares en el periodo 2014/2015.

(8) 16 obras contemporáneas fueron adquiridas por más de 10 millones de dólares en 2014/2015, gastos de compradores incluidos. 14 superaron este umbral en el precio de martillo.

(9) El nuevo récord de Martin Kippenberger asciende a 22,565 millones de dólares con Untitled, 1988, Christie’s Nueva York, el 12 de noviembre de 2014.

(10) Este lote fue vendido a finales de 2014 por Beijing Jiuge International.

(11) Destierro (Displacement), Phillips Nueva York, 26 de mayo de 2015.

(12) Con una instalación de vídeo-performance sin título inevitablemente política.