Skip to content

DOCUMENTAL «ESCAPES DE GAS» GANA PREMIO DEL PÚBLICO EN SANFIC

El documental Escapes de Gas, ópera prima del realizador chileno Bruno Salas que aborda la historia de las obras de arte creadas para el icónico Edificio UNCTAD III, hoy Centro Cultural Gabriela Mistral, recibió el Premio del Público tras su estreno en el Festival Internacional de Cine de Santiago (SANFIC), que se llevó a cabo entre el 21 y 26 de octubre pasados. La película recibió además una mención especial en la Competencia de Cine Chileno.

 

 

Durante el Gobierno de Salvador Allende, se construyó en el tiempo récord de 275 días el edificio para la celebración de la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. Treinta y cuatro artistas fueron convocados para incorporar su arte a la arquitectura. El escultor Félix Maruenda construyó una gran chimenea minimalista, que servía para liberar los gases del comedor del edificio. Tras la Conferencia el edificio se transformó en el Centro Cultural Metropolitano Gabriela Mistral, pero el 11 de septiembre de 1973 el Gobierno fue abatido con un Golpe de Estado. Los militares tomaron el edificio rebautizándolo como Diego Portales y destruyendo la mayoría de las obras de arte. Hoy, la chimenea permanece guardada en una bodega en el Ministerio de Defensa.

 

Escapes-de-Gas_Still_02

Escapes de Gas, 2014, still de film. Cortesía: Trampa Films

 

«Cuando comencé a investigar sobre la historia del edificio UNCTAD III me encontraba estudiando artes visuales y desarrollando una serie de obras que abordaban la existencia de este edificio y las problemáticas que emergían de las obras de arte creadas para ese espacio. Algunas de ellas me parecían más contemporáneas e interesantes, por el modo en que fueron concebidas, que todo aquello bajo el rótulo ‘contemporáneo’ que me rodeaba, en especial los escapes de gas del edificio, diseñados por el escultor Félix Maruenda en el año 1972 para liberar los gases del comedor del edificio en el que se celebraría la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD III)», relata el director.

«Comencé a buscar y armar todo tipo de relaciones que me permitieran desglosar su naturaleza artística, social, histórica, objetual, utilitaria e incluso metafórica, Se trataba de un extraño caso de arte incorporado a la arquitectura, no por su forma ni materialidad, sino por su performance en el transcurso de 40 años», agrega.

En aquellos años, 2004 y 2005, el edificio se mantenía hermético y misterioso, opacado por la ocupación de Junta Militar encabezada por el General Augusto Pinochet, que el 11 de septiembre de 1973 lo tomó como sede, enrejándolo, tapando sus ventanas y cambiándole el nombre de Centro Cultural Metropolitano Gabriela Mistral a Edificio Diego Portales, transformándolo en símbolo de la dictadura y las atrocidades que durante 17 años sucedieron en Chile.

Todo ese tiempo y luego, también durante la democracia, los escapes de gas de Félix Maruenda continuaron funcionando. Pero ya no se trataba de la liberación de diversos olores de la cocina, que funcionaba al máximo de sus capacidades para atender a mas de mil personas que a diario visitaban el casino de autoservicio para comer y compartir en sus amplios comedores bajo los enormes peces de mimbre de “Manzanito”, que flotaban sobre ellos, sino de reducidas comidas que se preparaban para alimentar a los militares y funcionarios del Ministerio de Defensa. Mientras hubiera cocina la obra de Maruenda debía permanecer, pues su ausencia hubiese afectado el funcionamiento del edificio, razón más que suficiente para mantenerla, a diferencia de muchas otras obras de arte que fueron destruidas, robadas y desaparecidas por los militares. Probablemente, los militares que decidieron mantenerla no tomaron en cuenta algún tipo de criterio artístico, más bien todo lo contrario: el carácter intrínseco de la obra operó sobre los militares, impidiéndoles realizar aquello para lo que han sido formados: matar y destruir.

«Es en este punto donde emerge la importancia de esta obra, que así como el gas que por ella circula, es indiscernible a cierta mirada, comenzando por la de los militares. Los escapes de gas del edificio son un caso radical de site specific, una obra que ha sido concebida para un espacio o lugar en específico y que al mismo tiempo replica y amplifica las relaciones espaciales, políticas e históricas de ese lugar. En este sentido, ya sea durante el Gobierno de Salvador Allende, en dictadura o en el retorno a la democracia, los escapes de gas continuaron haciendo historia, una historia en estado gaseoso, invisible, que se crea, circula y emana en la medida en que el edificio y la cocina funcionen. Volviendo a la decisión de los militares, pudieron cambiarle el color –era roja y la pintaron verde- más no pudieron borrar su historia», explica Salas.

«Pero la historia está llena de paradojas, y una de ellas es que los militares no pudieron destruir los escapes de gas en Dictadura, pero sí se pudo en plena democracia, y más grave aún: justamente cuando se decide que el edificio volverá a ser el Centro Cultural Metropolitano Gabriela Mistral. Esto aconteció tras un enorme incendio que el 25 de marzo de 2006 afectó al Edificio Diego Portales. Se convoca a un concurso público de arquitectura para remodelar el edificio, estableciendo ciertos criterios. Uno de ellos: ya no habrá casino. Que extraño que se decidiera retomar el proyecto original y desprenderlo de su espíritu. Sin comedores no hay cocina y sin cocina los escapes de gas no tienen razón para existir. En consecuencia, fueron cortados en 4 fragmentos y guardados, como si se tratara de un viejo residuo de algo que alguna vez funcionó, en una bodega junto a la torre que aún ocupa el Ministerio de Defensa. Esa bodega fue el punto inicial para incursionar en el cine, y abordar el fenómeno de los escapes de gas desde una perspectiva dialéctica en que todas las aristas que la constituyeron estuvieran relacionadas por medio de un relato cinematográfico», apunta el realizador.

 

Screen-shot-2014-10-27-at-9.35.18-AM

Escapes de Gas, 2014, still. Cortesía: Trampa Films

 

Entre los entrevistados se encuentran el escultor Félix Maruenda; Eduardo Martínez Bonati, quien integró la Oficina de Arte Incorporado, colectivo dedicado a la integración del arte a proyectos urbanos y arquitectónicos, y Coordinador Artístico del edificio UNCTAD III; Guillermo Núñez, quien en 1971 fue director del Museo de Arte Contemporáneo y uno de los gestores del Museo de la Solidaridad, cuya colección fue conformada por donaciones de artistas de todo el mundo, y quien realizó un mural para el edificio UNCTAD III; Francisco Brugnoli, director del Museo de Arte Contemporáneo (MAC) y artista visual que creó una obra para uno de los salones del edificio UNCTAD III; Irma Cáceres, directora del Centro Cultural Metropolitano Gabriela Mistral; y Joaquín Maruenda, hijo del escultor Félix Maruenda, y quien busca recuperar la escultura de su padre para restaurarla y volver a instalarla como ductos de ventilación del edificio.

 

Escapes-de-Gas_Still_01

Escapes de Gas, 2014, still. Cortesía: Trampa Films

 

Bruno Salas es artista y cineasta. Ha realizado performances en el Museo de Bellas Artes, el Goethe Institut y en el Museo de Arte Contemporáneo, en Santiago de Chile. Entre el año 2010 y 2012 trabajó en la Embajada de México en Chile como asistente cultural. En el año 2011 co funda la productora audiovisual Trampa Films, con la que comienza a producir su opera prima, Escapes de Gas, largometraje documental basado en una investigación sobre arte incorporado a la arquitectura durante el gobierno de Salvador Allende. Escribió Relato en común, libro de investigación que aborda la participación del muralismo mexicano en Chile, editado por el Consejo de Monumentos Nacionales.

 

Afiche-Escapes-de-Gas

 

 


Ficha Técnica

Escapes de Gas (Chile, 2014, documental, 72 min., color/b&n, español con subtítulos en inglés y francés)

Compañía Productora: Trampa Films

Dirección: Bruno Salas

Producción: Bruno Salas

Montaje: Valentín Atías

Guión: Bruno Salas, Diego del Pozo Valentín Atías, Ernesto Parada

Música: Marcelo Espíndola

Fotografía y Cámara: Valentín Atías

Cámara Auxiliar: Patricio Rodríguez, Diego Estrada, Diego del Pozo, Ernesto Parada

Sonido Directo: Ernesto Parada

Investigación: Bruno Salas

Investigación prensa: Daniel Liebner

Postproducción de imágen: David Bravo

Postproducción de audio: Libelula Post

Producción Ejecutiva Libélula Post: Francisco Mena

Coordinación de Postproducción: Tanya Leiva

Diseño y Postproducción de Sonido: Matías Valdés

Ambientes: Francisco Ortega

 

 

También te puede interesar

KAREN LAMASSONNE: RUIDO / NOISE

La muestra reúne obras que van desde los inicios de su carrera hasta la actualidad, en las que se aprecia su compromiso radical e inextinguible por exaltar a la mujer como sujeto deseante, sea...