SI FUERAS UN ROBOT ¿NO QUERRÍAS SABERLO?

En noviembre de 2011 se realizó en Puerto Madryn la última edición de Poética Móvil, un encuentro anual en el que participaban galerías y proyectos de arte gestionados por artistas jóvenes de diferentes regiones de Argentina. Ahí, en un escenario similar a un viaje de egresados, conocí a dos de los inquietos e hiperactivos integrantes de La Herrmana Favorita (con doble r) de Rosario, y a otros destacados participantes de los que seguramente se hablará en el futuro, cuando se intente dar cuenta sobre los movimientos de arte contemporáneo de esta época.

La Herrmana Favorita, que sin duda escribe una parte fundamental de la historia del arte actual en Rosario, está compuesta desde 2008 por los imbatibles artistas/gestores/curadores Ángeles Ascúa, Florencia Caterina y Matías Pepe, y por ella misma como resultado de la unión de los tres. Se estableció desde aquel entonces como un organismo precursor de las movidas de arte independiente en su ciudad, que hace siempre todo lo posible y necesario, sin parar de activar en todos los flancos, para llevar a cabo sus propósitos en favor del arte joven.

A diferencia de otros proyectos que se enfrentaron infructuosamente o murieron en el intento, los miembros de LHF supieron entablar una relación armoniosa con el ámbito institucional y se han convertido en referentes artísticos avalados por las autoridades culturales de su región.

Como colectivo han sabido aprovechar favorablemente la situación sin que nadie hasta ahora les haya pedido una bajada de línea ni explicaciones sobre sus acciones. Con este respaldo, pero también sin él, han conseguido llevar a cabo su trabajo promoviendo artistas jóvenes, haciendo clínicas, colonias y muchas muestras, además de un par de exitosas participaciones en arteBA, como embajadores de su ciudad. LHF ha decidido seguir en Rosario apostándole a la ciudad aún sabiendo claramente que la mayoría de las cosas pasan en capital.

Al entender que las buenas relaciones pueden reportar dividendos interesantes también con proyectos galerísticos privados realizaron un intercambio con la galería Abate de Buenos Aires, que fue invitada a Rosario hace algunos meses para hacer una muestra organizada por LHF. Ahora LHF, haciendo las veces de invitados, están presentando su flamante Kubista: Si fueras un robot ¿no querrías saberlo? en Buenos Aires.

«La Herrmana Favorita artista» es una de las ramificaciones del proyecto en el que sus integrantes desarrollan obra como colectivo y producen textos e investigación sobre ella. Kubista es una muestra generada por La Herrmana Favorita como colectivo. Para ellos los colectivos son el futuro y la muestra pone de relieve este planteamiento.

Tras un viaje a Alemania que tenía como propósito celebrar la hermandad entre Rafaela, ciudad natal de LHF, y la localidad de Sigmaringendorf, siguieron camino a Praga, donde se sorprendieron al descubrir el Kubismo Checo. Un encuentro que significó para ellos algo similar a un alunizaje.

Kubismo, de La Herrmana Favorita. Todas las imágenes son cortesía de los artistas

Entre 1910 y 1914 un grupo de arquitectos, Pavel Janak, Josef Gocar, Josef Chochol y Vlastislav Hofman, se unieron para elaborar una serie de objetos, mobiliario y proyectos arquitectónicos basados en elementos cubistas: puntas filosas, planos de corte, formas cristalinas, objetos decorativos dinamizados con líneas negras, duras, escuetas, crudas, austeras. Al conocerlos, LHF decide tomar el kubismo, entendiéndolo como un movimiento que pretende enarbolar las máximas checas de cambiar la vida mediante el arte. Con respecto a la K hay una alusión a su significado político actual en Argentina: la connotación de ser K o no ser K y suponer que no hay nada en el medio. Ellos asumen diferentes posturas dentro del grupo e internamente se plantean esas diferencias y debaten. En el proyecto no proponen una postura pero si debatir en torno al tema.

En su extensa investigación sobre el tema descubrieron que uno de los máximos exponentes del Kubismo, Karel Capek, un importante escritor de la literatura checa, y su hermano Josef, acuñaron en una de sus obras (Rossum’s Universal Robots) el término Robot que conocemos actualmente. La palabra robota significa literalmente trabajo o labor y, figuradamente, «trabajo duro» en checo y otras lenguas eslavas. Tradicionalmente robota era el periodo de trabajo que un siervo debía otorgar a su señor, generalmente seis meses del año.

Los robots se fabricaban para hacer el trabajo de dos personas y media para liberar a la humanidad de la esclavitud del trabajo manual; pero se terminan por convertir en una clase oprimida. Su rebelión contra la esclavitud es inevitable: arrasan el escenario, matando a todos los humanos de la Tierra excepto a Alquist, el único humano que todavía trabajaba.

La obra termina con una esperanzadora nota de carácter religioso: dos robots modificados, Primus y Helena, rebautizados por un envejecido Alquist como Adán y Eva, son enviados al mundo exterior para reproducirse sin el estigma del pecado original y con un nuevo sentimiento en ellos: el amor.

El éxito de la obra literaria hizo que se hiciera universal, por eso también cerca del aniversario de la fecha de su muerte es habitual encontrar la tumba de Capek adornada con cientos de robots en miniatura.

Todos estos elementos fueron suficientes para que La Herrmana Favorita dedicara su muestra en Buenos Aires a su versión sobre el Kubismo checo y a la figura del robot.

La muestra está compuesta por cuatro pinturas. Cada una de ellas contiene palabras relacionadas con el kubismo que hay que intentar descifrar como en un juego de ingenio. Por otro lado, una base sostiene una nutrida publicación con textos, imágenes, dibujos, fotocopias y anotaciones relacionadas con el tema del cubismo checo, sobre el origen del robot y sobre los hermanos Capek, un documento que es necesario revisar para poder entenderlo todo. En la mitad de la sala un cubo (kubo) gigante de madera con un secreto adentro y un retrato en blanco y negro donde los tres Herrmanas están ataviados con un vestuario robot acrílico Kubista diseñado por Renata Minoldo, una artista amiga de la casa.