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BERNARDITA MANDIOLA: “LA EDUCACIÓN DEL ARTE CONTEMPORÁNEO DEBE EMPEZAR EN EL COLEGIO”

Hablar de coleccionismo en Chile es un oxímoron. Si bien es cierto que instancias como la feria Ch.ACO cumplen con un propósito, el de ser un espacio -aunque sea una vez al año- para la visibilización de artistas locales y extranjeros y para atraer al comprador de arte -regular, eventual o accidental-, el objetivo cae en saco roto mientras no se arme la cadena completa, y ésta parte en la educación.

¿Cómo hacer para educar al público sobre arte contemporáneo? ¿Cómo despertar algo tan poco medible en términos comerciales, y que tiene que ver más bien con las emociones, como lo es la pasión y el gusto, las ganas de «poseer» algo que despierte inquietudes y reflexiones, o simplemente placer visual y compañía? ¿Por qué no existe en Chile la conciencia de que el mercado -un palabra odiosa- a quien primeramente beneficia es a los mismos artistas? ¿Por qué no se hace el razonamiento de que el artista es un creador -de objetos pero también de pensamiento-, un «productor» que debería vivir de lo que hace, como cualquier otro profesional?

Le planteamos estas y otras preguntas a Bernardita Mandiola, asesora independiente de coleccionistas de arte, quien participó en la última feria Ch.ACO como moderadora de una conversación pública con Laura Garbarino (Italia), directora de la casa de subastas Phillips de Pury & Company.

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Vista de la feria Ch.ACO 2012. Foto: Chi-Hua Salinas Sung

¿Cuál es tu balance de la feria 2012 respecto a las ediciones pasadas?

Me pareció que hubo conferencias de primera linea y en general de mejor nivel que otros años.  En general creo que la feria fue buena, hubo bastantes ventas y las galerías extranjeras vendieron más que en otros años, demostrando que Ch.ACO ha ayudado a que los coleccionistas chilenos se abran a comprar arte internacional. En comparación al año pasado, puedo decir que hubo mucho más público e interés general en la feria.

¿Qué comentarios recibiste de los galeristas nacionales y de los extranjeros en términos de ventas y recepción de los artistas que llevaron a la feria?

Puedo decir que hubo muchos comentarios sobre las ventas; algunas galerías españolas vendieron mucha obra, lo mismo la galería peruana Vértice, pero también hubo galerías que no vendieron, y creo que lleva un tiempo entender el gusto del coleccionista chileno. Es un proceso que toma tiempo. Muchas ventas se concretaron entre el domingo y el lunes, a diferencia de otras ferias internacionales que todo se vende en el VIP preview.

¿Qué puedes destacar de los eventos conexos a la feria, como las visitas a talleres y colecciones privadas realizadas organizadas para los invitados VIP?

Los eventos VIP estuvieron muy bien organizados este año. Los invitados se trasladaron en una van de lugar a lugar y quedaron muy contentos. No puedo destacar algo en especial, ya que no fui a todos los eventos VIP, pero a los que fui estuvieron geniales. Estuve en una comida en casa de Elodie Fulton (directora artística de Ch.ACO), un desayuno en Galería AFA y también la visita al taller de Alvaro Oyarzún.

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Vista de la feria Ch.ACO 2012. Foto: Sebastián Valenzuela

¿Qué crees que hizo falta en esta edición que podría reponerse en la próxima?

Siempre creo que es mejor tener mas información  y difusión sobre las charlas, que por alguna razón no reciben tanto público como un pensaría o desearía.

¿Cómo puede seguir posicionándose Ch.ACO de aquí al futuro, tomando en cuenta la distancia geográfica de Chile y los costos que esto implica para galeristas de, por ejemplo, España o Europa en general?

Se que algunas galerías internacionales no vendieron, y se hace difícil que quieran volver por el problema de la inversión que significa para ellas vender, pero eso depende, ya que si sienten que están generando un interés en su espacio, tal vez igual les parezca interesante volver. Como dice el refrán, «Roma no se hizo en un día». Creo que el trabajo que hace Ch.ACO es parte de una labor que todas las personas que trabajan en arte deben seguir haciendo; debemos seguir educando a los coleccionistas y formar nuevos coleccionistas. Creo que si las galerías y museos locales siguen dando charlas y conferencias que sean educativas sin ser aburridas, tendremos más coleccionistas para las próximas ediciones de Ch.ACO.

¿Pero cómo hacer para educar al público sobre arte contemporáneo?

Empezando en los colegios. Por ejemplo, llevar a grupos escolares a los museos constantemente, no una vez al año o año por medio. Los niños tienen una capacidad de entendimiento del arte contemporáneo tal que son absolutamente capaces de traspasarle esto a sus padres. A mi me encantaría tener coleccionistas que me pidieran que los llevara a los museos. Si sabes de alguien que quiera organizar un grupo, feliz lo hago! Creo que es muy importante conocer nuestro pasado para entender nuestro presente y lamentablemente nuestra sociedad ha sobrevalorado la empresa y los estudios de ingeniería comercial, lo cual encuentro super válido, pero en algún momento a los empresarios les tocará viajar y conocer museos y colecciones, y sería bueno que se les de una clase de cultura general, ya que eso también ayuda en los negocios, pudiendo así quedar a la par con los empresarios internacionales que si tienen más conocimientos de cultura y arte.

Creo que lo que se hizo con el grupo VIP de Ch.ACO fue super bueno, pero tal vez se podría hacer más seguido, no sólo en el marco de la feria, ya que no todos pueden ir. Se debería armar pequeños grupos con expertos y llevarlos a los museos para que se generen diálogos con gente que está fuera del mundo del arte, porque me parece super interesante conocer los puntos de vista de las personas fuera del mundo de arte.

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Vista de la feria Ch.ACO 2012. Foto: Sebastián Valenzuela

¿Cómo despertar algo tan poco medible en términos comerciales, y que tiene que ver más bien con las emociones, como lo es la pasión y el gusto, las ganas de «poseer» algo que despierte inquietudes y reflexiones, o simplemente placer visual y sirva de compañía?

La verdad es que si no existe el mínimo interés me parece difícil despertar la pasión, pero creo que la pasión, el gusto y las ganas de empezar una colección es algo que se va adquiriendo a través de la educación. La mayoría de los coleccionistas empiezan por coleccionar obras similares a las obras que han visto de niños en sus museos; es algo que yo me he ido dando cuenta a través del tiempo visitando colecciones en Latinoamérica. Por ejemplo, en Sao Paulo muchos empezaron su colección comprando un cuadro de Albert Marquet porque los museos ahí tienen Marquet en sus colecciones y también porque le han dedicado exhibiciones. Como te dije, yo feliz de transmitir mi pasión por el arte a alguien que quiera ir conmigo a una exposición, y creo que hay muchas otras personas como yo, que no sólo piensan en la venta, sino también en lo entretenido que puede ser el ser coleccionista. Al comenzar una colección, por pequeña y de escasos recursos que sea, creo que uno de los grandes beneficios es conocer a gente nueva que se apasiona por el tema, sean artistas, galeristas, curadores, otros coleccionistas… es decir, esto se puede convertir en algo entretenido para hacer con tu pareja y que los dos puedan disfrutar. Creo que hay que disfrutar el coleccionismo, ya que te da la oportunidad de aprender de forma no tan reglamentada como en una sala de clases.

Para contestar la segunda parte de tu pregunta, la obra que esta ahí colgada en tu pared produce varias emociones. Puede ser que la compraste simplemente porque te gustaba estéticamente, y tal vez, por mucho tiempo, es lo único que te produjo, pero al invitar un amigo/a, esa persona te comenta algo de la obra que no te habías fijado y ahí empiezan a dar vueltas las neuronas y te empiezas a cuestionar las intenciones del artista o si es sólo la lectura de la persona que lo vio, pero al fin y al cabo, te hace reflexionar y tomar el tiempo en pensar al mirar la obra de una nueva manera; y con una buena obra, estas reflexiones pueden producirse constantemente, como lo hacen hasta el día de hoy obras de cientos de años. Siempre hay una nueva teoría, y esa teoría salió de alguien que se detuvo a mirar.

¿Por qué no existe en Chile una conciencia de que el mercado a quien primeramente beneficia es a los mismos artistas? ¿Por qué no hay conciencia de que el artista es un creador, un productor, que debería vivir de lo que hace?

Difícil pregunta. Chile es un país extraño, sobre todo en lo que tiene que ver con pagar ciertos costos. Por ejemplo, en Chile es común llegar a una casa del barrio alto avaluada en cerca de un millón dólares, y sólo prenden la calefacción en la noche. Lamentablemente, en Chile el artista de todo tipo, no sólo visual, es visto como que tiene por obligación que ser bohemio, y a la vez existe un terrible doble estándar, porque hay ciertos artistas comerciales que venden su obra en precios super altos, sin que exista ningún tipo de mercado secundario. Creo que, en ese caso, se trataría del artista «engrupiento», que vende obras caras a través de su encanto más que por su talento.

Como Chile es un país práctico, nosotros no le hemos dado suficiente importancia al artista ni a las personas que trabajan en cultura. Estoy segura que toda persona artista o que trabaja en cultura, en algún momento, alguien les ha dicho «¿por qué estás estudiando eso?». Por esta misma ignorancia, la gente no paga por este trabajo, ya que creen que el artista debería estar agradecido que le estén comprando su obra. Comprar una obra es como comprar parte del pensamiento del artista y su trabajo de meses y, en muchos casos, de investigación y obsesión artística de toda una vida, por lo tanto, en general el precio que se paga por un artista chileno emergente o en la mitad de su carrera es muy barato si uno lo piensa de esta forma.

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Vista de la feria Ch.ACO 2012. Foto: Sebastián Valenzuela

¿Qué rescatas de tu conversación pública con Laura Garbarino?

Que la aceptación de nuevos compradores se ha vuelto mucho mas democrática de parte de las galerías y casas de subastas, ya que están más abiertas a nuevos potenciales compradores después de la crisis económica del 2008. También la manera cómo han cambiado las formas de comprar, ya que ahora el comprador se toma más su tiempo antes de comprar una pieza. También hablamos de cuáles han sido las nuevas formas de marketing que ha utilizado Phillips de Pury para captar nuevos compradores y nuevas audiencias, empezando por hacer ventas temáticas, como Hollywood, Africa, Blanco y Negro y Arte Latinoamericano, este último convirtiéndose en una venta dos veces al año en Nueva York.

¿Qué puedes comentar sobre el coleccionismo en Chile que no se haya dicho ya?

Es algo que digo siempre y si quieres publicarlo, lo diré de nuevo: el coleccionismo está ligado a la educación y si sólo viajamos a Orlando y no tenemos la inquietud de aprender y saber algo más sobre nuestra vida, o como diría Paul Gauguin, ¿de donde vinimos?, ¿quienes somos?, ¿a dónde vamos?, si no nos interesan las preguntas básicas de la vida, entonces no formaremos coleccionistas, ya que el arte nos ayuda a comprender y a cuestionar nuestras vidas, y esa es la razón de ser coleccionista, no para especular.

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Vista de la feria Ch.ACO 2012. Foto: Sebastián Valenzuela

Bernardita Mandiola es asesora independiente de coleccionistas de arte, Historiadora del Arte por UCLA, y tiene un Certificado en Tasaciones de Arte y Antigüedades por la New York University (NYU). Es profesora en la Universidad del Desarrollo (UDD), Chile, y es Directora de Desarrollo de Fundación AMA.

Alejandra Villasmil

Nace en Maracaibo (Venezuela) en 1972. Es periodista y directora/fundadora de Artishock.

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