DEL REMAKE AL RESTAGE: RELACIONES ENTRE EL CINE, EL VIDEO Y LO PERFORMATIVO EN EL ARTE CONTEMPORÁNEO

Con el advenimiento del siglo XXI, algunos de los videos más cinematográficos van más allá del tradicional «re-make» o la manipulación de «metraje encontrado», expresando nuevas maneras en las que el artista trasciende una mera manipulación pasiva de la narrativa de otro autor, al re-escenificarla, insertarse a sí mismo en la trama, o revelar el propio proceso de gestación (el «making of»).

El elemento «performativo» se manifiesta a través de la dirección de actores que re-escenifican un determinado fragmento de una película, la producción desde cero de un video que hace homenaje a un género cinematográfico –por ejemplo el western- o, incluso, por medio de la presencia del propio artista en el filme y/o video. De esta manera, del más habitual acto de «rehacer» material existente o encontrado pasamos a «re-escenificar» la propia trama, y con ello el artista empuja los tradicionales límites de la apropiación hacia la (auto) referencialidad.

Es este el concepto en torno al cual gira la muestra Del REMAKE al RESTAGE: Relaciones entre el cine, el video y lo performativo en el arte contemporáneo, que se presenta el 21 de abril a las 20:30 horas en la Sala Bunster del Centro Cultural Matucana 100. Curada por Paco Barragán, curador de Artes Visuales de M100, la presentación reúne a los artistas International Festival (Tor Lindstrand y Mårten Spånberg, Suecia), Nicolás Rupcich (Chile), Jillian McDonald (Canadá/EE.UU.), Javier Cambre (Puerto Rico), Claudia Aravena (Chile), Yan Duyvendak (Países Bajos/Suiza) y Sergio Belinchón (España).

Yan Duyvendak, My Name is Neo (for fifteen minutes), 2001, 15′. Cortesía del artista

El colectivo sueco International Festival (Tor Lindstrand y Mårten Spånberg) recurre a fragmentos de películas de diferentes géneros y tonos con el fin de crear una obra nueva a través de la mezcla y el collage digital, permitiéndonos repensar el uso que hacemos de la imagen en la sociedad contemporánea y ahondando en la dialéctica entre el efecto cinematográfico y el afecto corporal.

La chilena Claudia Aravena nos propone en la obra Fear (2008-2009) una reflexión acerca del miedo en sentido lato a través de una mezcla de material fílmico existente, escenas originales creadas por ella, como también fotografías, textos y voice-over. Se trata de una metáfora no lineal del miedo que se adentra tanto en miedos individuales como colectivos.

Por su parte, el español Sergio Belinchón graba en un abandonado pueblo de Huesca una película titulada Adiós Amigo (2011) que homenajea el género del espaguetti western: su solitario «cowboy» persigue el paraíso prometido, mas solo encuentra modernas carreteras asfaltadas y puentes de cemento.

En Horror Make-Up (2006), la canadiense-norteamericana Jillian McDonald se introduce en el metro de Nueva York realizando un performance: empieza a maquillarse cual protagonista de una película zombie mientras el resto de los pasajeros permanece extrañamente impasible respetando el inviolable espacio privado.

Jillian McDonald, Horror Make-Up, 2006, video, 6’24». Cortesía de la artista

Javier-Cambre-Contempt-Courtesy-the-Artist

Javier Cambre, Contempt, 2003, video, 9′. Cortesía del artista

El chileno Nicolás Rupcich introduce en Error de formato (2013) un monolito que nos recuerda inexorablemente el de Kubrick en la mítica Odisea en el espacio. Mediante un mapeo 3D, el Parque Nacional Torres del Paine va desapareciendo ante nuestros ojos hasta quedar totalmente anulado, en lo que constituye una reflexión acerca de conceptos como simulacro, representación y artificialidad.

Otro ejemplo es el artista suizo-neerlandés Yan Duyvendak con su aclamado performance Mi nombre es Neo (por 15 minutos), en el que el artista aparece delante de la audiencia vestido como el héroe de acción Neo, mientras que en la pantalla de la televisión aparece el propio Neo en su confrontación con el malvado agente Anderson; Duyvendak repite a la par que Neo las acciones con precisión suiza, generando un diálogo nuevo.

El video del artista puertorriqueño Javier Cambre,Contempt (2003), constituye una readaptación de la película de Jean Luc Godard del año 1963 en la que Cambre subvierte el deterioro del matrimonio –Brigitte Bardot y Michel Piccoli en la escena original- al eliminar el papel masculino de la secuencia y reemplazarlo por escenas de sí mismo actuando en su apartamento de Nueva York, y dándole así la réplica a la mismísima Brigitte Bardot.

Desde el más habitual «remake» (International Festival), el artista avanza experimentando y dirigiendo la puesta en escena de otros actores (Belinchón), hasta acabar tomando él mismo el control movido por el deseo (Cambre), la sorpresa (McDonald), el miedo (Aravena), la ilusión (Duyvendak) o la negación (Rupcich).

De tal guisa, el artista desborda la ortodoxia de la apropiación con el fin de insertarse él mismo no sólo en la propia narrativa fílmica, sino también en un marco de referencialidad histórico-artístico más amplio. En este acto de auto-indulgencia, la mirada del artista confronta la cámara, que funciona tanto como «voyeur» como ojo del espectador, revelando las aún complejas y fructíferas relaciones entre el cine, el arte y lo performativo.