VIVIR SUS VIDAS. DOS DÉCADAS DE TRAYECTORIA DE CHIACHIO & GIANNONE

La Colección AMALITA presenta Vivir sus vidas, una exposición antológica que celebra los 20 años de trayectoria del dúo Chiachio & Giannone, bajo la curaduría de Leandro Martínez Depietri. La muestra abarca desde sus primeras obras hasta sus producciones más recientes, incluyendo bordados, tapices y mosaicos textiles que ellos llaman «pinturas blandas», donde exploran el autorretrato familiar y su identidad queer.

Vivir sus vidas destaca su interés en la historia del arte decorativo y la cultura popular, integrando elementos tan variados como la imagen de la familia guaraní, símbolos de buena fortuna, referencias homoeróticas y tradiciones textiles de Guatemala y Colombia. Su propuesta estética logra fusionar diversas referencias culturales, manteniendo un equilibrio entre coherencia y tensión formal.

MULTIVERSOS DE AMOR E INCOHERENCIAS DE CONQUISTA

Por Carlos Zurita

Chiachio y Giannone tomados de la mano en una fotografía al ingreso de la muestra. Un prefacio que anuncia una historia de amor multiversal a punto de ser contada. Se nos promete la más sencilla y, al mismo tiempo, la más compleja de las historias que el ser humano repite y jamás se agota de sentir: el amor. Una muestra que borda encuentros insólitos de profunda intimidad, de goce obsceno y de extrovertido narcisismo Todo esto, en un grandilocuente relato paisajístico a través de multiversos gay. Un diálogo entre fantasía queer, si se mira con distancia, y mil mariconadas situadas, si se hila la mirada.

Los universos -o núcleos de la muestra-, divididos por el curador a veces con precisión milimétrica, otras veces con desfase o sobrepuestos entre sí, comienzan con Preludio criollo, y la obra La conquista. En esta dimensión, la colonia ha borrado por completo la historia del tejido prehispánico, imponiendo la mantilla española como un sistema de opresión interseccional. Sin embargo, frente a esta operación colonial, el curador toma prestada la obra Sebastianos (2004) y reestructura la narrativa haciendo un zoom asincrónico a los protagonistas, vistos desde el ojo contemporáneo. Nos distancia de la mantilla española para acercarnos al denim estadounidense.

El santo, tradicionalmente representado solo y en sufrimiento, ahora se presenta como una dualidad, una pareja homosexual. Más adelante, en otro universo, esta dualidad se transformará en una homonormatividad «Made in USA», como la tela de denim sobre la que está bordada esta historia de amor. Así se cierra, o tal vez se abre, el episodio de La conquista de Chiachio y Giannone, entre el rubio y el morocho.

Comrades in Shanghai (2018) se suma al entramado del gran telar narrativo que construyeron los artistas, el curador y el montajista. En otro universo, Belleza y Orientalismo, conviven la espectacularización y fetichización de la estética asiática junto a una denuncia del ojo blanco que la observa. Mientras una estética asiática autoconstruida y expandida por el dúo de artistas intenta resistir la gentrificación en las urbes, se convierte en un objeto ornamental aspiracional para aquelles sudacas que miran a Oriente con ojos norteamericanos.

El paisaje se presenta en su máxima grandilocuencia con Shanghai’s landscape (2018), una obra que nos obliga a enfocarnos en sus uniones insólitas e incoherentes. ¡La coherencia es una retórica colonial! Los Comrades (nombre utilizado antiguamente para la comunidad homosexual en China) se encuentran, se aman, viven en la clandestinidad, a la vez que sufren y gozan, como los Sebastianos, como el rubio y el morocho, tal vez.

El goce obsceno de un paisaje selvático, con hiladas imperfectas y dimensiones majestuosas, toma forma en la sección Romance Guaraní. Aquí, se materializa un universo enmarcado en un posthumanismo de filosofía amerindia. Las relaciones afectivas y de convivencia interespecie desplazan la idea de la mascotización, generando una relación distinta; aunque hay algo que no encaja del todo en este universo, una extrañeza atraviesa el relato.

En la compleja pieza La famille dans la joyeuse verdure (2019), el exhuberante paisaje selvático se vuelve casi obsceno a la vista, y nuestro ojo voyeurista nos empuja a fragmentar el todo en partes. Al centro encontramos a los humanos como protagonistas. Chiachio y Giannone presentan a su perro salchicha, Piolín, pero la relación familiar interespecie sigue marcada por una lógica narcisista; después de todo, es una muestra del amor entre los dos.

De las múltiples posibilidades de este nuevo relacionamiento con el miembro familiar interespecie se desprende un universo identitario categórico y consumista. Para construir el Sueño Americano, idealizado y superficial, se despliegan los clichés sobre la pareja homosexual, extraídos de los medios de comunicación. Una serie de tejidos, bordados y juguetes pop que pierden la riqueza del paisaje natural, reemplazándola por una versión artificial, envuelta en un papel de regalo satinado. Se reafirma la familia interespecie, aunque reducida a una mera mascotización.

Estos son algunos de los universos que plantea la muestra Vivir sus vidas, donde en algunos momentos la contradicción funciona como eje narrativo frente a la coherencia colonizadora, mientras que, en otros, el paisaje obsceno nos deslumbra con las luces del espectáculo ornamental de las piezas expuestas. Quizás por eso, la muestra culmina con el audiovisual Fiesta (2022), de Agustina Comedi, donde los artistas bailan sin parar, al ritmo del caos, con pasos incoherentes que parecen surgir de las uniones y puntadas de cada nota musical.

Vivir sus vidas, de Chiachio & Giannone, se presenta hasta febrero de 2025 en la Colección Amalita, Olga Cossettini 141, Puerto Madero Este, Buenos Aires. Argentina