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NOÉ MARTÍNEZ: EL CUERPO ES MÁS GRANDE QUE LA HISTORIA

A partir de la investigación etnográfica, el trabajo de campo, el estudio de distintas fuentes bibliográficas y documentales, así como de su propia historia familiar, Noé Martínez (Michoacán, México, 1986) genera cuerpos de obra que proponen miradas críticas sobre la interpretación del pasado y la construcción del presente.

En el centro de su práctica artística, marcada por la interrogante de cómo se construyen la identidad y la historia, opera una visión que se mueve a contracorriente de los discursos oficiales y que pone de manifiesto la fuerza y el potencial político de la memoria.

Su actual exposición en el Museo del Chopo de la Ciudad de México, titulada El cuerpo es más grande que la historia, parte de una investigación de largo aliento en torno a los episodios esclavistas en México.

En esta indagación, el artista plantea que la cultura huasteca, con la que se identifica, fue una de las más desmembradas por el sistema de intercambio comercial del virreinato, y una de las más olvidadas por el relato oficial y los estudios académicos en México.

Los pobladores originarios de la huasteca fueron esclavizados, enfilados en barcos o utilizados para cargar mercancías caminando desde el golfo de México hasta el altiplano. De ahí se desprende el conjunto de dibujos y una serie de poemas -escritos en náhuatl al reverso- que, para el artista, son una fuente de conocimiento y una vía para sanar las heridas coloniales. Estos poemas constituyen a su vez el guion de una serie de video-performances que conciben al cuerpo como un archivo. 

Noé Martínez, El cuerpo es más grande que la historia. Vista de exposición en el Museo del Chopo, CDMX, 2023. Foto Ramiro Chaves

La serie de dibujos busca similitudes con los “abikus”, es decir, intenta mostrar el pasado desde las experiencias presentes, como una forma de reconocimiento histórico y empoderamiento de la memoria.

Los poemas enlazan las imágenes con la exploración del cuerpo, mientras que los performances encarnan la investigación artística y postulan la memoria como una forma de experiencia colectiva.

Por último, el acomodo de los dibujos en el espacio expositivo alude simbólicamente a la experiencia de los cuerpos en los barcos de esclavos que cruzaban el Caribe.

En la muestra se presenta la serie La patria de las imágenes, que proviene de una etapa de la investigación del artista en la que tuvo un acercamiento con la literatura africana, particularmente con la obra del poeta y novelista nigeriano Ben Okri, en la que sintió reflejados muchos de sus pensamientos.

En la novela El camino hambriento, Okri se refiere a los “abiku”, espíritus que mueren al tener contacto con el sufrimiento, por lo que guardan visiones y recuerdos de sufrimientos pasados. Esta idea inspiró a Noé Martínez para desarrollar su investigación, encontrando remanentes de episodios esclavistas a través de relatos, revisión de archivos y trabajo de campo. 

Noé Martínez, El cuerpo es más grande que la historia. Vista de exposición en el Museo del Chopo, CDMX, 2023. Foto Ramiro Chaves

El mundo onírico es un elemento de conocimiento

“Toda la investigación previa para llegar a lo que ahora es la exposición El cuerpo es más grande que la historia tuvo que ver con una serie de sueños recurrentes, en los que yo me veía dentro de un barco de esclavos y bajaba encadenado a un muelle”, dijo el artista en la charla previa a la inauguración de su muestra en la Galería Sur del Museo.

“Esta visión no tenía sentido en un principio, pero luego me di cuenta de que mi sueño tenía un sustento histórico. Para trabajar la obra que ahora exhibo recurrí a fuentes documentales, hice trabajo de campo y me basé en muchos de mis sueños”.

En la muestra, el artista indaga en la memoria desde el pensamiento corpóreo. “Me di cuenta de que el cuerpo era un territorio, y que también heredaba una cultura, pero por fragmentos. Durante la investigación que daría pie a la exposición fui encontrando progresivamente varios elementos historiográficos y documentales que me revelaron qué pasó cuando los europeos arribaron a la zona huasteca de San Luis Potosí, de donde es mi familia. Fue entonces cuando empecé a entender cuál es mi identidad y qué significan mi cuerpo, mi color de piel y mis rasgos físicos”.

“Mi intención”, agregó, “es que reflexionemos sobre cómo nos estamos relacionando con una historia, con una memoria, que desde mi punto de vista tiene mucho de tabú. En lo personal me interesa el poder reconocerme en una historia ancestral, la cual tengo registrada en mi propio cuerpo, y eso es importante en términos de mi propio universo emocional”.

En la charla inaugural participó la escritora y promotora del anti-racismo Jumko Ogata Aguilar, originaria de Veracruz, para quien esta exhibición se puede pensar como el producto de un diálogo entre diásporas, una de ellas la indígena, desplazada dentro de su propio territorio.

“Noé mira hacia los caminos de sus ancestros y desde ahí muestra toda la historia que contiene el cuerpo. En el contenido de su obra hay algo de sanación. Que se refiera en ella a la esclavitud implica hablar de una herida que es universal”, señaló.

Noé Martínez, «El cuerpo es más grande que la historia». Vista de exposición en el Museo del Chopo, CDMX, 2023. Foto: Ramiro Chaves
Noé Martínez, «El cuerpo es más grande que la historia». Vista de exposición en el Museo del Chopo, CDMX, 2023. Foto: Ramiro Chaves

Palimpsesto

Por Mariana Villalobos

Pongo un pie delante del otro, luego el otro frente al primero, y sólo espero poder volver a repetirlo todo otra vez.

Paul Auster, El país de las últimas cosas


Nuestra carne no es más que un arrojo de memoria, compuesta por episodios que no sabemos cómo evocar. Recuerdos desmembrados que nos hablan en sueños, nos despiertan a mitad de la madrugada con el cuerpo hirviendo, escurriendo en sudor.

Sentimos una especie de miedo que desespera, porque tampoco hay mucha pista para entender qué es aquello que atemoriza tanto. Hay una ligera intuición de que esos sueños tienen que ver con el mar, un peso excesivo en la columna vertebral y un dolor insoportable en el ombligo.

No entendemos mucho de este comportamiento, sobre todo de aquellos pequeños gestos que terminan por definirnos, como clavar la mirada en el suelo, un temblor crónico en la rodilla izquierda o el mal hábito de arrancarse las costras de las heridas.

A todo lo anterior, responderá una acción concreta: caminar. Todos los pasos dados por los cuerpos que nos anteceden y nunca conocimos. Ancestros que alejaron sus talones del mar que les dio génesis, resistieron el ardor que les provocaron las filosas piedras sobre sus metatarsos mientras pisaban la tierra extranjera hasta que, finalmente, arrastraron los pies por el barro seco de su último destino, el que los vio desfallecer.

La mirada triste de nuestras abuelas hechas polvo, sus lesiones en nuestra espalda, su aire en el suspiro.

El cuerpo es más grande que la historia es una exhibición que indaga sobre la memoria, no como un concepto abstracto, sino que lo investiga desde la mayor certeza que nos fue otorgada, la del pensamiento corpóreo.

La exposición busca detenerse en el presente para imaginar cómo fueron las interfaces del pasado; repara en los dolores cotidianos y decide mirar hacia atrás para encontrar respuestas.

El trabajo de Noé Martínez trae al imaginario presente esas laceraciones históricas, rescata sus historias, deseos y nombres, encuentra los mensajes ocultos en las múltiples capas de piel que nos conforman y propone una manera de volver a contarnos la historia de quienes somos. Por alguna razón, esta vez se siente más cercana.

Noé Martínez, El cuerpo es más grande que la historia. Vista de exposición en el Museo del Chopo, CDMX, 2023. Foto Ramiro Chaves
Noé Martínez, «El cuerpo es más grande que la historia». Vista de exposición en el Museo del Chopo, CDMX, 2023. Foto: Ramiro Chaves

El cuerpo es más grande que la historia, de Noé Martínez, se presenta hasta agosto de 2023 en el Museo Universitario del Chopo, Ciudad de México.

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