COLECTIVA POÉTICA DE LA URGENCIA: ACCIONES PARA REBELAR UN ESTADO

Lumbung fue el lema que sirvió de metáfora conceptual a la documenta 15 de Kassel, comisariada por el colectivo indonesio ruangrupa, y que nos ha legado como reflexión para aproximarnos a nuevas prácticas artísticas. Lumbung es un granero para el almacenamiento de la cosecha de arroz que se administra colectivamente para el bien de la comunidad.

El modelo de colectividad y recursos compartidos ha servido como eje desde donde pensar actualmente las acciones artísticas y las prácticas culturales: el arte activista, el arte político que incide en los procesos, no centralizado, que provoca y cuestiona a través de la acción que desarrolla la idea y la razón poética, los principios establecidos y los dogmas en los que se mueve confortablemente el arte y el mercado que lo arropa.

Colectiva Poética de la Urgencia, integrada por Paula Carmona Araya (Iquique, Chile, 1993) y Nicolás Cox (Puerto Montt, Chile, 1994), explora también estas prácticas artísticas cuestionando desde dentro la institución que les acogió durante un mes aproximadamente, el Museo de Arte Contemporáneo (MAC), donde realizaron la residencia y exposición Acciones para rebelar un estado, que se adjudicaron mediante convocatoria abierta como parte de la muestra Balmaceda Visual: Arte Joven para un país despierto (8 de julio – 15 de octubre, 2022), organizada por Balmaceda Arte Joven y el MAC [sede Quinta Normal].

Urgencia y poética son dos términos que parecen generar una dramática tensión. Pero el hoy necesita la urgencia ante las cuestiones que nos atenazan y amenazan. La urgencia es política, ideológica, climática, económica. Miserias, desigualdades, guerras, pandemias, sequías, fronteras y banderas necesitan ser pensadas desde una poética que cuestione colectivamente el posicionamiento político y social del arte, los usos del arte y las poéticas del espacio desde la experiencia artística.

Las elecciones chilenas de 2021 parecían abrir nuevos horizontes de esperanza y la convocatoria Balmaceda Visual: Arte Joven para un país despierto fue un instrumento útil para demostrarlo desde el ambito de las artes. Uno de los usos del arte es la propaganda ejercida desde su difusión por las instituciones y el poder. Esta muestra colectiva reunió a más de ochenta jóvenes artistas de diferentes regiones de Chile, quienes abordan temas de la contingencia nacional y global.

La muestra de Colectiva Poética de la Urgencia, Acciones para rebelar un estado, se dividió en tres ejes centrales: Estado, Capital y Museo. Si bien estos tres tópicos se comprendieron como asuntos inseparables, por medio de acciones se abrió la posibilidad de evidenciar, a través de la resignificación de signos, sus estatutos de poder.

Colectiva Poética de la Urgencia se formó en el año 2019. Desde la urgencia desarrollan acciones que plantean el vínculo entre arte y política. Por medio de diferentes soportes y, principalmente el cuerpo, generan propuestas que tensionan y critican el estado de poder en sus múltiples facetas –entendiendo la flexibilidad implícita que mantiene el capitalismo y las políticas de Estado– para activar una posición contestataria, un anti que desfigura el límite impuesto por el legado estético-político dominante. Los gestos tanto corpóreos como instalativos van en contrasentido por una idea de cambio, y de ahí la insistencia mutua por una vida diferente.

Colectiva Poética de la Urgencia confronta dos modelos diferentes desde el eje de la revuelta de sus cuerpos, intentando salir del límite impuesto por la arquitectura del museo y sus conexiones con los estados que los auspician. Su participación no blanquea el uso de un arte que certifica el logro de cambio y de transición hacia un Chile que despierta.

Encastrando en la calle un fragmento del muro del museo intentan romper los rígidos límites espaciales del contenedor e interrogarse sobre su función. Alertan con gestos sencillos del peligro de replicar políticas patriarcales y coloniales impuestas desde patrones dominantes occidentales y europeos.

En La libertad guiando al pueblo, Delacroix presenta a una hermosa mujer ondeando una bandera tras la que avanza un pueblo heroico. Colectiva Poética de la Urgencia agita el mástil de una bandera invisible. Toda bandera es la abstracción de un estado o de una causa. La estrella de La Araucanía, las nieves de la cordillera andina, la sangre vertida por los héroes que lucharon por la independencia. La bandera chilena sirve de símbolo con el que Colectiva Poética de la Urgencia nos invita a reflexionar sobre los héroes ensalzados y sobre los vencidos. Un espacio arrebatado al cielo.

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Existen términos como deserción que nos golpean y nos abrazan. Necesitamos desertar de las fuerzas simbólicas que nos han ido construyendo desde el pasado.

Una barrera de control que nos resulta tan familiar, una valla casi convertida en un signo universal que nos corta, cierra el camino, que nos impide avanzar, que bloquea el acceso a los servicios públicos y a las instituciones, es tratada aquí, dispuesta en vertical, como una puerta que nos traspasa a otros mundos posibles e imaginados. Un límite entre el mundo real y el mundo posible, que cuestiona las estructuras (in)visibles. Girar el sentido de la pieza la transforma en una escultura para escribir un poema de deserción que intenta rebelar un Estado del que desertar.

Un estado frente al que necesitamos el abrazo, lanzar la piedra, incendiar el discurso, derribar los muros y volver a asaltar los cielos.

Es innecesario recorrer la Gran Muralla China como hicieron Marina Abramović y Ulay para que los cuerpos se abracen fuera del territorio y del tiempo.

Recuperar la inocencia de nuestros nombres escribiendo cartas de amor sobre las estrellas de las banderas se convierte en una urgente necesidad poética que derriba muros.

Frente al mundo global inflamado de épica y banderas, que impone límites y nos atenaza con fronteras artificiales, es reconfortante pensar que el arte nos puede seguir construyendo, con una pasión sencilla, un arma cargada de futuro, haciendo preguntas que revelen lo que los muros ocultan, abriendo ventanas por las que seguir contando historias que nos atraviesen los cuerpos. Maldigo la poesía de quien no toma partido hasta mancharse.^[2]

Puesto que el arte no constituye un ecosistema aislado, es imposible resistirse a la invitación de este colectivo artístico de volver a conmovernos en torno al granero común, donde el arte se pueda convertir en poderoso instrumento para modificar dogmas consolidados como verdades y realidades que necesitamos transformar con urgencia.

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^[1] Alonso de Ercilla. La Araucana.

^[2] Gabriel Celaya. La poesía es un arma cargada de futuro.