EUGENIO ESPINOZA: TRE ESTANCIAS, TRE MESI

Formado en un contexto de investigación artística influido por el manierismo de la abstracción geométrica y el arte cinético, Eugenio Espinoza (Venezuela, 1950) desarrolla a principios de los años 70 una práctica que refleja toda la impaciencia y la desilusión tanto con la ideología modernista como con la inconsistencia de las políticas económicas y sociales que comenzaban a florecer en América Latina.

En una Venezuela que entre los años 60 y 70 gozaba de la prosperidad del auge petrolero, el apoyo público a la abstracción geométrica pasó a convertirse en todo un movimiento de propaganda política, lo que finalmente tildó al país como un ejemplo de modernidad occidental. Ante esto, Eugenio Espinoza realiza una profanación y distorsión constantes de la rigidez de la cuadrícula, considerada ampliamente como el símbolo del racionalismo moderno. El artista la corta, la alarga, la dobla, la contamina con todas las “impurezas” que provienen del mundo natural, desde lienzos en bruto hasta objetos encontrados. Somete a la obra a un constante proceso de resignificación, al despojarla de su aspereza.

A través de tres obras icónicas de los años 70 y otras de creación más reciente, Tra stanze, tre mesi (Tres habitaciones, tres meses), la segunda exposición individual del artista venezolano en la Galleria Umberto Di Marino, insiste en la retícula como sistema, aunque ahora con una perspectiva completamente diferente. Abierta de par en par, esta vez la cuadrícula profanada parece originarse de un estudio cuidadoso de las composiciones de Piet Mondrian, del cual Espinoza ignora la búsqueda de un perfecto equilibrio formal y espiritual. En este caso, la atención del artista se centra en la función de los colores en la obra de Mondrian y en la fascinación inevitable e irracional que crean en el espectador.

Mientras sobrecarga los espacios vacíos de la cuadrícula a través del color y priva a la obra de arte de su soporte tradicional, Espinoza se mueve en la búsqueda no solo de una espacialidad diferente, sino también hacia la posibilidad de atribuir otros significados a esta geometría inmóvil. Las obras invitan explícitamente al espectador a dudar de su composición perfecta, a abrirla y a transformarla en un monocromo aparentemente ilimitado.

Al mismo tiempo, el intento de inculcar un enfoque menos pasivo hacia la obra de arte se convierte en una excusa para romper el “silencio de la pintura”. En algunas de las intersecciones de las líneas que forman la cuadrícula, el artista ha incluido un componente de texto que a primera vista es solo casual y sin un orden específico. Solo una observación más cuidadosa y lenta podrá encontrar una disposición de palabras, un discurso inconexo formado por frases de diversos grados de expresión.

Al socavar ahora la rígida estructura del lenguaje, Espinoza intenta otorgar al lienzo una nueva capacidad de “pensar” y producir sentido más allá de su propio sistema estricto.

Traducido por Gabriela Cacciuttolo Provoste

EUGENIO ESPINOZA: TRE ESTANCIAS, TRE MESI

Galleria Umberto Di Marino, Via Alabardieri 1, Nápoles, Italia

Del 10 de marzo al 3 de junio de 2022