DAYRO CARRASQUILLA: RECONFIGURANDO UN TERRITORIO

El artista ariguanense Oscar Leone (1975) conversa con el artista cartagenero Dayro Carrasquilla (1982) a propósito de su reciente proyecto Sitiados, donde cuestiona y reivindica las relaciones entre arte y vida comunitaria, la memoria histórica cartagenera y las voces de los líderes en la sociedad colombiana.

Esta conversación se da en el marco del programa de entrevistas Prácticas de distanciamiento, otras formas de acercar el Caribe, una iniciativa propiciada por el área cultural del Banco de la República de Colombia y Plataforma Caníbal. En este primer ciclo de entrevistas participaron, además de Carrasquilla, los curadores Sara Hermann (República Dominicana), Gerardo Mosquera (Cuba/España) y Mariángela Méndez (Colombia/Suecia).

Por Oscar Leone

Cada enunciado en el arte tiene sus zonas de luz, sus lugares más visibles en el espacio donde se escenifica la imagen. Podría decirse que la imagen plástica tiene un espacio focal donde recae el interés de la mirada. El artista Dayro Carrasquilla encontró que podía ver entre aquello que ha estado en construcción, que parece inacabado, que para algunos es precario, pero para otros es una inagotable fuente de posibilidades, de desafíos constantes, de pequeñas y grandes conquistas.

Él no tiene reparos en decir que escogió modelar sus preguntas, dar paso a las ideas en la periferia de la periferia de la periferia… Reconocer esta condición periférica le ha permitido levantar una postura, como se levanta una pared y luego otra y luego otra, hasta poner las puertas y luego las ventanas. Existe allí una casa y por esa casa se ha conquistado el derecho a existir. De esos desafíos que implica levantar esa casa hablaremos aquí.

Oscar Leone: Dayro, quisiera empezar este diálogo con el deseo de saber cuáles son esas grandes preguntas, esos problemas que tu trabajo está persiguiendo constantemente, esos que te obsesionan…

Dayro Carrasquilla: Ser parte de un territorio tan complejo como el del barrio Nelson Mandela de la ciudad de Cartagena, situarme en él y vivir la experiencia de comprender cómo se construye, se reconstruye y se va poniendo en diálogo con el resto de la urbe, ha llevado a que el proceso se dé de forma natural, a pensarme desde adentro, desde el barrio. Además de eso, las realidades que se viven en el mismo, las tensiones, las resistencias, las complejidades puedan también –a partir de los acercamientos que hago con la comunidad, de las mediaciones que se activan en el territorio, a partir de las obras- poder encontrar una voz que logre reconfigurar la visión que se tiene de las periferias, en este caso la cartagenera. Considero en ese sentido que la obra ha estado navegando en un territorio que permite la construcción o reconstrucción de esa memoria, para dar fe de todas las formas de condicionamiento y de resistencia en las que hemos estado.

OL: Dayro, hablando de la la naturaleza de tu práctica, a través de la cual te reconoces como “un artista social”, ¿no crees que, al definirse en un lugar tan amplio, pero también tan lleno de tensiones, se puede estar uno abocando a habitar un lugar movedizo y comprometedor, sobre todo en términos políticos y éticos?

DC:  Yo creo que hay una clave; no digo que sea una clave para activar una receta porque realmente esto no se conquista de esa manera. Considero que estar conociendo, reconociendo, recorriendo y re-recorriendo el territorio va a permitir que en cada momento identifique cuáles son los intereses que tiene la comunidad, esas necesidades también de contar las realidades que pasan en ella; existe una particularidad en el momento en el que identifico dichos intereses, y es que no contemplo que obligatoriamente tenga que producirse un hecho artístico de carácter expositivo. Me interesa activar y generar formas de mover la comunidad que en definitiva son pretextos para reestablecer o crear redes comunitarias, para transformar desde lo sensible las posibilidades del territorio.

OL: En cuanto al reconocimiento de tu trabajo, el año anterior estuviste muy activo. Esa actividad posibilitó que se ampliaran los horizontes de tu obra, y una de las cosas que activó esa gran producción fue un reconocimiento del Ministerio de Cultura, la beca para exposiciones en el espacio del Aljibe y la Casamata del Baluarte de Santa Catalina, Túnel de Escape, a través de un proyecto llamado Sitiados ¿Cuál es el origen de Sitiados y cómo se inscribe en la memoria histórica de Cartagena de Indias?

DC: Sitiados es una tentativa de reescribir la narrativa histórica en torno a la defensa del territorio cartagenero desde la otredad, para visibilizar y dignificar la labor de los líderes sociales. El proyecto hace una reflexión sobre cómo se ha desconocido históricamente los aportes de las personas del común en la defensa del territorio de Cartagena. Para 1815, con el Sitio de Morillo -una toma compleja de reconquista- se dieron diferentes acontecimientos en la resistencia y la defensa del territorito; esa defensa se libró primero en los bordes de ese casco histórico, corregimientos y pueblos como la Boquilla, Ternera, Bocachica, Turbaco, Turbana, etc. Hicieron actos de resistencia y esos actos han sido invisibilizados, además, en la defensa que se vivió en el propio casco urbano; se ha desconocido la participación de las mujeres, indígenas, afros y mestizos… sólo se reconoce la de los criollos, brindando homenaje en el Camellón de los Mártires.

A mí me parece complejo en el sentido de que nosotros, como la gran mayoría de los colombianos del común, no nos vemos reflejados en esos discursos heroicos; de ahí que haya un desapego por asumir el territorio con propiedad, de ahí que haya una indiferencia hacia cómo se construye política, económica, social y culturalmente la ciudad, dejando la responsabilidad a unos pocos.

La ciudad sigue estando “sitiada” de múltiples formas, y el papel del líder de los barrios periféricos, de los líderes comunitarios ha sido indispensable en las nuevas luchas de resistencia y defensa, asumiendo la construcción del territorio desde adentro, casi a solas, estando expuestos a cualquier vulneración de derechos.

OL: Dayro, cuéntanos un poco cómo se desarrolla todo el proyecto expositivo y cómo desemboca en esa instalación tan potente, resultado de un largo proceso de interlocución con ciertos líderes sociales de Cartagena.

DC: La intervención en el Aljibe fue dedicada a generar un espacio de duelo, un espacio de reflexión frente a esa inmensidad vacía que deja la exclusión histórica. En el recinto casi a oscuras se perciben unas piernas sublimadas en velo, instaladas en el arco medio del lugar, dejando escapar unos haces de luz que se entrecruzan y se proyectan en el piso de acuerdo a la intensidad del viento.

En los pasillos contiguos a Casa Mata y los de Túnel de Escape, se emplazó una secuencia de arcos metálicos que se comportan como un dibujo expandido, y en ellos se sostienen velos sublimados con diferentes piernas cargadas de historias de resistencia. Todos estos pies cuentan -por su naturaleza misma- las formas de asumir la vida. La transparencia de los mismos permite plantear la metáfora de la colectividad desde la sobreposición de imágenes, haciendo una invitación a la construcción del territorio desde lo colectivo.

En Casa Mata se dispusieron dos estructuras realizadas con estibas, ubicadas una en frente de la otra. En ellas se ensamblaron dos televisores en los que se difundieron dos piezas de videos. En estos aparecen las piernas, los pies, realizando gestos de reclamo, restregando e irrumpiendo contra el escombro y el barro, una muestra de desespero, que evidencia las angustias existentes en la cotidianidad misma de la periferia.

Dayro Carrasquilla (Cartagena, 1982). Artista visual. Vive y trabaja en la ciudad de Cartagena. Se formó como maestro en Artes Plásticas en la Institución Universitaria de Bellas Artes y Ciencias de Bolívar de Cartagena, 2009. Es Magister en Artes Plásticas y Visuales/Tesis Laureada por la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, 2017. Carrasquilla es considerado uno de los artistas sociales jóvenes más dinámicos de la escena del arte del Caribe Colombiano. A lo largo de su carrera se ha caracterizado por producir, desde su Barrio Nelson Mandela en Cartagena de Indias, una serie de gestos artísticos que problematizan y reivindican los modos en que existen y se transforman las periferias, el papel de la mujer y la definición del paisaje en la construcción de la territorialidad. Ha realizado exposiciones colectivas e individuales en países como Colombia, Perú, Francia y España. Su obra es parte de la coleccion del Museo de Arte Moderno de Cartagena.

Oscar Leone. Su trabajo ha formado parte de diversas muestras en América Latina, Europa y Estados Unidos, y está incluido en las colecciones del Banco de la República de Colombia, Museo Nacional de Colombia y Centro Wifredo Lam de Cuba.

Prácticas de distanciamiento, otras formas de acercar el Caribe es un programa de entrevistas del Banco de la Republica de Colombia y Plataforma Caníbal en el Caribe Colombiano. El programa nació en 2020 durante la pandemia y explora el Caribe como un espacio de colaboraciones, movilizaciones y cuestionamientos frente al arte y la cultura. Se desarrolla todos los jueves bajo la conducción del curador Jaider Orsini y el artista Oscar Leone.