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NICOLÁS FRANCO: AFTERALL

Afterall, la más reciente muestra individual de Nicolás Franco (Santiago, 1973), es un despliegue de (des) composiciones materiales en gran formato, realizadas por el artista entre 1998 y 2020, donde la experimentación material funciona como medio para expandir los límites formales de la pintura y la fotografía, y la manera cómo percibimos y significamos las imágenes.

Las obras cargan referentes que conforman el archivo personal del artista[1]: imágenes de la historia del arte, la antropología y la prensa popular, así como fotografías familiares y recortes literarios que marcaron la vida del artista, y que en conjunto ofrecen un relato sobre el paso del tiempo y la memoria afectiva. Este material es sometido e intervenido para transformaciones radicales: a veces toman las formas exactas del diseño, en otras el resultado se acerca a una suerte de expresionismo abstracto.

La exhibición en Aninat Galería presenta tres conjuntos de obras que invitan a descifrar e interpretar mensajes y códigos encriptados que emergen de la fragmentación de procedimientos técnicos y de un imaginario tan heterogéneo como una fosa común. El archivo personal de Franco se ha ido construyendo a partir de impulsos hápticos, extra sensoriales, que activan recuerdos de su infancia. Cada imagen es un indicador nostálgico de su propia sensibilidad, como también de las relaciones y los distintos saberes y aprendizajes sobre la historia, la cultura y el arte.

Los tres cuerpos de obra incorporan materiales industriales y objetos encontrados para añadir sensorialidad y capas de sentido. El uso del metal desplegado, por ejemplo, opera como una veladura que esconde y transforma la manera en que las fotografías que se ubican detrás son percibidas, insertando brillos y opacidades dependiendo de la distancia y el ángulo en que el espectador se sitúe.

Nicolás Franco, Afterall, 1998-99. Periódico recortado, papel de cera y marcador rojo. Dimensiones variables. Cortesía del artista y Aninat Galería

A diferencia de su exposición anterior, en Afterall lo figurativo se instala por sobre lo abstracto. La serie Falling Asleep (2020) sugiere una postura crítica e irónica hacia aquellos constructos sociales propios de la cultura popular chilena. Con suspicacia, Franco alude a la historia hegemónica y patriarcal de los cuerpos femeninos, citando una imagen del diario La Cuarta en primer plano, la cual se encuentra sobre un soporte quemado, azarosamente destruido en las manifestaciones del 18 de octubre del 2019. Esta fecha simboliza un proceso político y cultural que sigue abierto, pero también, la cúspide de una crisis del sistema neoliberal y del tratamiento de los cuerpos. Es el indicador de un cambio de pensamiento en aquella visión dominante que indicó el despertar sexual de los jóvenes en las décadas precedentes.

A la mujer del bikini la acompañan frases misóginas provenientes del diario de corte amarillista: “Este rincón es la ventana permanente al verano, con sus playas, hermosas bañistas y tiburones de tierra adentro”, o “Hay diseñadores que ocupando muy poca tela confeccionan verdaderas obras de arte ¡Nos ponemos de pie!”.

Los pliegues subsiguientes generan una tensión entre el contenido y el material, configurándose en el depósito de archivo fotográfico expuesto a la edición: fracturas, cortes, quemaduras, parches… Sin embargo, éstos activan el sello iconográfico de Franco, en el que aparecen de forma fantasmagórica las referencias a partes de la fisonomía humana, entre ellos, la contraposición entre la calavera como símbolo de la abreviatura del sufrimiento humano (F. Galende) y el esplendor vital representado por anacrónicas imágenes de actrices de la década de los setenta. Ambos grupos de imágenes revelan la autopsia mediante la cual el artista investiga su propia biografía, el devenir de la historia y la fragilidad de la existencia humana. Toda la serie es una constelación de historias cruzadas, donde cada elemento ha forjado una relación con el medio, para luego reconocerse dentro de la propia existencia de su creador.

Nicolás Franco, Falling Asleep (Ventana permanente), 2020. Tinta de pigmentos, pintura acrílica, tinta offset, madera aglomerada, aluminio, ácido muriático, planchas de aluminio offset y metal desplegado montado en madera, 230 x 222 cm. Cortesía del artista y Aninat Galería

Falling Asleep es una cita de la obra Afterall (1998-2000) y, desde el montaje, entra en diálogo permanente con una secuencia de obras tituladas Frisos (2019), constituidas por un perfil metálico que sirve de soporte para la incorporación de imágenes y textos. Franco juega con el concepto de encuentro, esto es, la hipótesis de que el modo en que cierto material es observado modifica la manera en que es entendido y asimilado por quien lo mira. Sutilmente situadas en un pasillo de la galería, estas obras funcionan como pequeños relatos poéticos con guiños surrealistas que problematizan las pulsiones eróticas y vitales. Aparecen recortes de la revista Viejo Verde, publicación satírica de la década de los setenta, yuxtapuestos con textos que describen campañas bélicas del Ejército británico durante la primera mitad del siglo XX, fotografías familiares del artista con vedettes argentinas, y retratos de Romy Schneider, actriz que simboliza la fugacidad del tiempo, el instante, el dolor, la pérdida y la incertidumbre ante lo accidental. Las obras invitan a reflexionar sobre el caos y las transformaciones desde la contradicción de lo político y lo banal.

Otra serie que compone la muestra es Magasin d’éducation et de récréation (2020), que transporta un discurso similar hacia la historia social y cultural de los cuerpos desde una mirada decolonial. Con un juego de color y luminosidad, la serie incorpora grupos de sustantivos provenientes de Esperando a Godot (Samuel Beckett, 1959): Willow, Cord, Head, Void, Voz, Boot, Glare, Neck, Hell, Fist, Spit. Estas palabras, impresas en púrpura, generan micro-relatos que cuestionan el significado de la experiencia vital y proponen una referencia metafórica al encierro que nos ha tocado vivir producto de la cuarentena: lo político del absurdo, la vida como una escenografía macabra sobre la cual no se tiene control alguno.

La obra de Beckett relata la desgracia de la humanidad y la sociedad de postguerra y la de Franco genera un cruce entre aquella ironía y la realidad actual. Las palabras superpuestas de forma incoherente en color morado son actos subversivos que cuestionan el significado de la vida humana, de las estructuras y los sistemas dominantes que han prevalecido en la cultura occidental.

Nicolás Franco Magasin d’éducation et de récréation, Void, Voz, Boot, 2020. Tinta de pigmentos minerales, resina acrílica, pintura acrílica, polietileno, ácido muriático y aluminio sobre papel, 200 x 138 cm. Cortesía del artista y Aninat Galería
Nicolás Franco, Friso (J.L. Prevost), 2019. Pintura acrílica, tinta de pigmentos, resina acrílica, ácido muriático, tinta offset UV, plancha de aluminio offset, silicato de sodio, silicona, perfil y pletinas de aluminio, 220 x 38 x 3 cm. Cortesía del artista y Aninat Galería

Junto a este despliegue verbal, un conjunto de imágenes que responden a los estereotipos culturales occidentales son enfrentadas a representaciones del cuerpo humano producidas en el arte africano y oceánico, cosmovisiones e identidades que han permanecido en el margen de occidente. Quizás por accidente, o por un acto premeditado, el circuito de imágenes ilustra máscaras. Un sinónimo de máscara es “careta”, pieza que oculta total o parcialmente el rostro. Las obras de Nicolás Franco presentan los contrastes entre las caretas del estereotipo occidental, en la figura de reconocidas mujeres blancas, y mujeres africanas y de Oceanía.   La superposición de los cuerpos también genera tensiones entre la representación de estos a través de la fotografía (algunas tomadas por el mismo artista en sus viajes y otras sacadas de recortes de libros) y la representación simbólica y jerárquica de la escultura. Esta problemática invita a pensar en quienes lideran el estandarte de lo socialmente aceptado en nuestra propia cultura, siendo sus propios rostros una máscara que finge estabilidad y compostura ante la tragedia.


[1] Los vínculos entre el trabajo de archivo y la obra de Nicolás Franco son trabajados en profundidad por Sebastián Vidal Valenzuela en su texto Sedimentos de archivo. Lo público y lo privado en la obra de Nicolás Franco (2018).

Javiera Bagnara Letelier

Es investigadora de arte contemporáneo, docente y curadora independiente. Licenciada en Historia (PUCV) y Magíster en Artes Visuales (PUC), sus investigaciones se centran en las múltiples relaciones arte y política, principalmente desde la post-dictadura en Chile hacia la escena del arte actual, con enfoque feminista, chileno y latinoamericano. Colabora en diferentes proyectos de investigación artísticos y curatoriales. Actualmente es Asistente de Dirección en el Centro Nacional de Arte Contemporáneo, Santiago de Chile

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