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VUELO EN LA MANCHA DE LA LUNA. NUEVAS OBRAS DE CHRISTIAN VINCK

En New Work. Album # 8. ALT, la primera muestra en Holanda de Christian Vinck (Venezuela, 1978), asistimos al despliegue de sus desarrollos pictóricos, que sedimentan un entramado de visualidades características de la obra de un autor ecléctico, constructor de narrativas y texturas a la manera de arabescos expresionistas que nos recuerdan la larga tradición de la pintura de la mancha liberada, del gesto muscular impregnado en la pastosidad del óleo en el que se asoman pintores como Juan Francisco González, Armando Reverón (“el loco de Macuto”) o Bárbaro Rivas.

Christian Vinck se considera a sí mismo como un artista perteneciente a una larga tradición de pintores amateurs. Es decir, lo que más le importa no es tanto su técnica como lo que pinta. Su ojo pone en escena la fuerza bruta de la expresión como técnica, una poética que se desenvuelve en vetas para la muestra en FKA Witte de With: siluetas de stickers a la manera de nubes que se dejan adivinar por su ausencia; la reproducción de unos perros encontrados en unos azulejos en Italia que recuerdan al Perro Semihundido de Goya; retratos de turpiales -ave nacional de Venezuela y Curazao- y de pinzones, pájaros que el artista asocia a su apellido, Vinck, que en holandés significa «pinzón». El entramado de historias y microhistorias no oficiales de la aviación latinoamericana, las migraciones, y los desplazamientos del propio artista entre países, es el gran vector que da las coordenadas de este vuelo.

Christian Vinck, ALT. Historia No Oficial de la Aviación Latina, Capítulos 1-2, 2015–2020, óleo sobre tela. Foto: Kristien Daem
Christian Vinck, ALT. Historia No Oficial de la Aviación Latina, Capítulos 1-2, 2015–2020, óleo sobre tela. Foto: Kristien Daem
Christian Vinck, ALT. Historia No Oficial de la Aviación Latina, Capítulos 1-2, 2015–2020, óleo sobre tela. Foto: Kristien Daem

Vinck nos abre una narrativa pictórica sostenida por el lado B de la aviación latinoamericana. Nos encontramos con Marmaduke Grove (Copiapó, Chile, 1878), aviador y conspirador político miembro de la junta de la República Socialista de Chile, que duró solo 12 días en 1931; con Carlos Lehder Rivas (Colombia, 1949), alias “El Mágico”, conocido como uno de los fundadores del Cartel de Medellín y simpatizante del Tercer Reich, quien cruzaba droga en su avioneta de un solo asiento; con el poeta chileno Raúl Zurita, que escribió en los cielos de Nueva York el poema La vida nueva con el humo de avionetas; o con las mujeres pioneras de la aviación en Latinoamérica: la peruana Carmela Combe, la chilena Margot Duhalde, la boliviana Amalia Villa de la Tapia, y la venezolana Mary Calcaño, conocida como Mary Keller.

Los personajes seleccionados por Vinck abundan en sorpresas para los no doctos. Están retratados también Boconó, el primer avión autóctono de Venezuela; Tomás José Sanabria, renombrado arquitecto venezolano y fotógrafo aéreo; el Teniente Bello, que tras perderse en la niebla y estrellarse en medio de los cerros diera origen al dicho “andar más perdido que el Teniente Bello”; el maracucho Carlos Otto Meyer Baldó, piloto de combate de la Primera Guerra Mundial, el único piloto latinoamericano que perteneció al circo volador del Barón Rojo y uno de los fundadores de la Fuerza Aérea venezolana; y el popular personaje mediático y de la política venezolana Renny Ottolina, quien murió en un accidente aéreo en 1978 mientras lideraba las encuestas como candidato presidencial, lo que levantó sospechas de un atentado.

Vista de la exposición «New Work», de Christian Vinck, en FKA Witte de With, Rotterdam, 2020. Foto: Kristien Daem

Pasará este cielo como todo
y este pueblo no me deberá nada,
salvo este secreto
barrido de las líneas

Juan Yolin, del poemario inédito Ala Delta


Christian Vinck, Nubes, 2019–2020, óleo sobre tela. Foto: Kristien Daem

Sergio Guerra: ¿Cómo fue el proceso de indagación de los personajes y casos relacionados a la aviación? ¿Qué te interesa de ellos? ¿Cómo te acercas al vuelo, al viaje, a la migración, a la historia femenina de la aviación, a lo paranormal, a lo anecdótico?

Christian Vinck: Sobre la indagación de cada historia, son siete años y contando; algunas las conozco desde muy joven, otras llegaron de diferentes fuentes, orales, escritas y soñadas en todo este tiempo. Esta obra es una colección abierta que me he dedicado a hacer a largo plazo. Hasta la fecha consta de dos capítulos. Actualmente preparo una tercera. 

A los temas me acerco con la pintura, que es lo mío. Estas historias entre líneas son un poema. En lo personal pienso que cada una es importante y el vuelo las va hilando entre sí. Por eso las terminé pintando. Creo que retratan nuestro continente con sus accidentes geográficos, el siglo XX (la era de la aviación), las luchas, logros, fracasos, tragedias y sueños. Crímenes, magia y leyendas. Para mí crean una cartografía o historiografía informal latina, no soy historiador. Pero me interesan las historias, supongo que como a todo el mundo. Muchas siguen presentes. Por ejemplo, cuando terminé de pintar “El Mágico” [Carlos Lehder], él cumplía una larga condena en Estados Unidos, pasaron más de cuatro años e increíblemente ahora vive libre en Berlín. Carlos Castillo y Raúl Zurita siguen rockeando. De Santos Dumont, cada tanto se conocen nuevos detalles de su legado, no solo es el nombre de un aeropuerto. Al igual que Margot Duhalde, que murió hace un par de años. Casualmente, en unos talleres con estudiantes en el Melly [Kunstinstituut Melly será el nuevo nombre de Witte de With a partir de enero 2021], la traductora, de origen ecuatoriano, al escuchar el apellido Duhalde se dio cuenta que, por el lado de su madre, era pariente de Margot. Veíamos el retrato y se nos paraban los pelos. Su vida sigue inspirando, y más aún en un país tan machista y rudo como Chile. Esto también pasa con Amalia Villa de la Tapia en Bolivia, Carmela Combe en Perú, y Mary Calcaño en Venezuela.   

Christian Vinck, Turpiales y Pinzones, 2019–2020, óleo sobre tela. Foto: Kristien Daem

SG: Me interesa esa idea del poema como algo fuera de la escritura, algo que puede encontrarse de pronto en otra parte, como decías, respecto a las historias entre líneas de la aviación latinoamericana ¿Cómo o cuándo te das cuenta de que estás frente al hallazgo de un poema?

CV: Está ahí al obrar, viendo de frente, cantando libre. Se siente, es solo pintura, no ciencia.

SG: ¿Cómo se relacionan las otras pinturas, como las de turpiales, las de cabezas de perros y pájaros, o las de plantillas de stickers, con la presencia de lo latinoamericano como horizonte?

CV: Los perros y los pájaros son obras diferentes respecto a las de la historia no oficial de la aviación latina y las nubes/stickers. Supongo que todas son voladoras y conversan entre sí: perros y pájaros son series diferentes, pero hermanas. Las pinturas de perros vienen de un par de azulejos que dicen “attenti al…”, y tienen el retrato de un perro con la lengua afuera. Me los llevé y me acompañaron como un retrato familiar en la mesa de trabajo en esos días lejos de casa. A los meses, haciendo otra obra, salió la serie de perros, lo que para mí fue una lección de pintura, una terapia… y luego todos los pájaros, un viaje. Creo que ambas obras son muy personales. Los perros, Caracas, Pauli [pareja del artista] y yo, los pájaros, los ancestros.

Christian Vinck, Perros, 2019–2020, óleo sobre tela. Foto: Kristien Daem

El anhelo de tener alas
nace de la inexperiencia de los pies.
El deseo de volar,
de la poca pericia al caminar.
Y esta búsqueda del cielo
de una profunda ignorancia
sobre la tierra

Juan Yolin, del poemario inédito Ala Delta


SG: Cuéntame del proyecto Ala Delta, que desarrollas con el escritor y curador independiente chileno Juan Yolin, y del cual son parte algunas obras de los aviones. ¿Cómo se gesta y desarrolla el diálogo entre pintura y poesía?

CV: De Juan Yolin llegan dos personajes telúricos: Raúl Zurita y Myriam Stefford. Pertenecen al primer capítulo que pinté viviendo en Chile. Ala Delta de alguna manera es la hermana de la historia no oficial de la aviación latinoamericana. Pienso que Juan le da vida a toda esa banda del primer capítulo con su poesía. Ojalá lo podamos seguir y publicar algún día. Dos pinturas negras que sirven de leyenda tienen escritos unos pequeños fragmentos de Ala Delta. En ese par se juntan espiritualmente las dos obras. La poesía y la pintura son preguntas o respuestas a la vida. Posiblemente las conversas más ancestrales.


Christian Vinck: New Work. Album # 8. ALT, se presenta del 20 de septiembre de 2020 al 21 de febrero de 2021 en FKA Witte de With Center for Contemporary Art (Witte de Withstraat 50, Rotterdam, Países Bajos). Curada por Rosa de Graaf y Sofía Hernández Chong Cuy.

Sergio Guerra

Santiago de Chile, 1989. Escritor. Estudió Teoría del Arte en la Universidad de Chile y Filosofía en la Universidad de Valparaíso, ciudad en la que actualmente vive. Es docente de Cultura Visual en el Instituto Arcos. Ha publicado el libro de relatos “Fiebre” (Ed. Cartopirata, México DF, 2016-17 y Ed. Anagénesis, Chile, 2020) y las ‘plaquette’ de poesía “KontraNatura” (Santiago de Chile, 2017) y “Tectónica de Clases” (Valparaíso, 2020). Fue parte del colectivo de arte Humo Negro (2011-13). Recibió la Beca de Creación Literaria del CNCA en 2015 y 2017. Actualmente es parte del colectivo Revista Kontranatura y Revista Concreto Azul, ambas en Valparaíso.

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