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MARÍA FERNANDA CARLOS & PAMELA CORRALES: UNCANNY

uncanny, exposición en +Arte Galería (Quito), presenta obras de María Fernanda Carlos (México) y Pamela Corrales (Ecuador) en las que las artistas examinan temas que parten de su esfera íntima: el sostener y contener como figuras femeninas, y el hogar y los rituales de sanación a través de la evaluación del conocimiento ancestral, intergeneracional y personal. Las artistas fomentan una comprensión de los espacios para el habitar y las acciones diarias que ellos se despliegan como una extensión de la relación cuerpo-contexto, observando de qué formas se desplazan, se relacionan, y aprenden/desaprenden.

“Cuando hablamos de los espacios cotidianos como territorios, las fronteras se vuelven difíciles de trazar, quizás por la falta de práctica o su diversa materialidad. El encanto de los parajes de ambas artistas es que son territorios que no se encuentran en mapas, a veces ni en este mundo físico. Quizás son áreas dibujadas sobre paisajes que todxs conocemos, como si de intervenciones a la realidad se tratara”, dice la curadora de la exposición, Gabriela Moyano.

María Fernanda Carlos, Libro abierto, 2022, tela bordada con hilo, medidas variables. Ed. 1/3
María Fernanda Carlos, Libro abierto (detalle), 2022, tela bordada con hilo, medidas variables. Ed. 1/3
María Fernanda Carlos, Cambiando de piel, 2022, tela teñida con aguacate y tinta china en baño de luna llena, 310 x 160 cm. Ed. 1/2
María Fernanda Carlos, ‘Muero, me transformo, renazco’, 2021, bordado sobre lona reciclada, medidas variables. Ed. 1/3
María Fernanda Carlos, ‘Muero, me transformo, renazco’, 2021, bordado sobre lona reciclada, medidas variables. Ed. 1/3
María Fernanda Carlos, Somos II, 2022, bordado sobre tela teñida con pepa de aguacate, 44 x 62 cm. Ed. 1/1
María Fernanda Carlos, serie ’Puentes’, 2020, fotografía digital sobre papel de algodón (4 u.), 75 x 51 cm. (c/u). Ed. 1/3
María Fernanda Carlos, serie ’Puentes’, 2020, fotografía digital sobre papel de algodón (4 u.), 75 x 51 cm. (c/u). Ed. 1/3

A través de lo orgánico, habitual y coyuntural sale a la superficie lo apacible. En Belleza Compulsiva, Hal Foster no solo ofrece una lectura del surrealismo sino que considera de manera atemporal las implicaciones del deseo y el trauma. Un arte entregado al concepto de uncanny como el retorno de lo reprimido con fines críticos a través de la compulsión de repetición y pulsión hacia la muerte. “Creo que el concepto que reúne estas cualidades es el de uncanny, es decir, un interés en los eventos que la materia reprimida regresa de manera tal que desestabiliza la identidad unitaria, las normas estéticas y el orden social. Lo que voy a plantear es que los surrealistas no solamente se sienten atraídos por el retorno de lo reprimido, sino que además buscan redirigir ese retorno con fines críticos” (Hal Foster, 18). Para Máximo Eseverri, el término uncanny atraviesa los principales objetivos del surrealismo: la liberación de las ataduras del intelecto y la fusión de arte y vida.

La obra de María Fernanda Carlos es resiliente y crítica. A través de su experiencia como madre y mujer, plantea debates necesarios que quizás a escala política y social están siendo visibilizados, pero que dentro de los hogares, a escala pequeña, pareciera que al cerrar la puerta quedan afuera. La cromática de su obra, que acentúa la de la carne, nos regresa al cuerpo matérico; un cuerpo generacional que, como un tejido, se puede ir deshilando, indagando en su herencia. La artista parte de reflexiones en torno a la herencia, la maternidad y los roles de la mujer. El nutrir pasa a ser color, el cuestionamiento generacional pasa a ser bordado, y sus espacios pasan a ser tela.

Pamela Corrales, incesablemente -como titula una de sus series- indaga en su identidad buscando rastros en los espacios que habita y recorre. De manera meditativa, a ratos compulsiva, busca su valor y utilidad como mujer y no como madre. En procesos cargados de crítica personal y ejercicios de rendición y observación llega a regiones azules de calma, donde puede ver que el oscilar entre polos tiene un hilo de procedencia Partiendo desde su medio, la fotografía, nos confronta a impresiones digitales de pulsogramas, a cianotipias geográficas y a una lucha encapsulada en sonido e imagen.

Los procesos de las artistas son espontáneos, experimentales y circunstanciales. Van hacia adentro, observando en estado de pregunta, examinando lo misterioso que no está medido o marcado dentro de su suelo y se vuelve abstracto para la experiencia como ser humano. Ambas artistas nos hablan de las mujeres que nos anteceden y cargamos como segundas pieles (figuras femeninas en la obra de María Fernanda o estereotipos en la obra de Pamela). Sus obras exploran la relación entre tiempo y valor y la carencia de apreciación hacia el bordado y ciertos ejercicios no formales de creación.

-Gabriela Moyano

Pamela Corrales, serie Wu-yu (septiembre 2019 a mayo 2020), inkjet sobre papel fotográfico en caja de acrílico, 21 x 15,2 cm c/u. Ed. 1/3. Cortesía: +Arte Galería
Pamela Corrales, serie Incesablemente [Pulsogramas], 2022, tinta sobre papel sketch, medidas variables; Incesablemente, 2022, inkjet sobre papel fotográfico, medidas variables
Pamela Corrales, Incesablemente #6 [Pulsogramas], tinta sobre papel sketch, 55 x 55 cm.
Pamela Corrales, Ghre, 2021, instalación con 76 cianotipias (10 x 10 cm. c/u), 4 repisas (3,5 x 255 cm.), gradas de madera (60 x 50 cm.), 76 fichas técnicas (9 x 7 cm c/u).
Pamela Corrales, Ghre, 2021, instalación con 76 cianotipias (10 x 10 cm. c/u), 4 repisas (3,5 x 255 cm.), gradas de madera (60 x 50 cm.), 76 fichas técnicas (9 x 7 cm c/u).

MARÍA FERNANDA CARLOS & PAMELA CORRALES: UNCANNY

+Arte Galería, Av. 12 de Octubre N26-48 y Abraham Lincoln, Quito, Ecuador

Del 16 de febrero al 11 de marzo de 2022

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