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TERESA NAZAR: LIBERTAD Y OSADÍA EN LOS AÑOS 60

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[VERSÃO EM PORTUGUÊS ABAIXO]

Teresa Nazar (1933-2001) asimiló la configuración estética y social de los años 60: un tiempo dinámico, marcado por el avance de la tecnología que revolucionó el cotidiano y unió sentimientos que interfirieron en el proceso creativo de los artistas, trascendiendo lo particular para proyectarse en lo universal”. Así define a esta artista argentina que se asentó en Brasil en 1961 el crítico e historiador del arte João Spinelli, curador de la muestra Teresa Nazar: Liberdade e Ousadia nos Anos 60, presentada por la Galeria Berenice Arvani de São Paulo hasta el 26 de abril.

Esta primera individual de carácter comercial de Nazar realizada en las últimas décadas presenta al público un conjunto de 16 obras, la mayoría de ellas pinturas tipo ensamblajes construidas con una serie de materiales no convencionales: placas de metal dobladas, recortadas y arqueadas, tejidos, yeso, resina, tornillos y plásticos.

«Objetos sustraídos de lo cotidiano, industrializados, son apropiados como materia de resignificación poética. Desprovistos de su destino original, de cualquier tipo de glamour, ganan una nueva potencia cuando migran al arte. Denuncian el estado efímero de la vida, resignifican valores «, afirma Spinelli.

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Los trabajos de Teresa Nazar llaman la atención por la riqueza de texturas. Pintora y dibujante eximía, adopta poco a poco elementos que dinamizan su obra, inicialmente de carácter expresionista. En sus obras, se nota la incorporación de una nueva figuración, de influencia pop. Perfectamente integrados a la composición, los elementos utilizados adquieren cierta autonomía, de apariencia inesperada e inusual. Según el curador, es evidente que las ‘enmiendas’ en sus obras subrayan no sólo la precariedad de esos materiales, sino de la propia humanidad.

«Hace mucho tiempo -por necesidad y por obligación- que dejé la pintura de caballete. Creo en los materiales que busco y utilizo, porque a través de ellos llego a concretar un pedazo del tiempo en el que existí», comentó la artista en septiembre de 1966, en una entrevista al Jornal do Brasil. No por casualidad, muchos críticos insertan la producción visual de Teresa Nazar en el Pop Art. Para la artista, sin embargo, este rótulo no le cabía. «Mi arte es muy distinto a lo que los artistas pop americanos muestran en sus obras, pues, siendo el artista el termómetro de su época, él retratará los símbolos del mundo que lo rodean dentro de sus límites geográficos», afirmó en la misma ocasión.

«Más que Pop, Teresa fue una artista Camp«, afirma Spinelli, refiriéndose a la estética comúnmente ligada a la exageración, en una crítica directa al consumismo excesivo típico de la clase media. «Al mismo tiempo, no podemos negar que mucho de sus trabajos tangencian conceptualmente el Pop: Teresa sintonizaba esa transformación del arte al incorporar los elementos de la cultura popular en sus obras», agrega el curador, definiendo la producción de la artista como una especie de «pop de los trópicos».

Mientras que los estadounidenses se volcaban al registro de celebridades y productos de una sociedad marcada por el consumo desenfrenado, Teresa Nazar retrataba escenas comunes del día a día, como en El autobús (1975), donde se ve una serie de pasajeros sentados lado a lado, y en la obra Sin Título de la serie Mujeres (principios de la década de 1970), en la que un trío de mujeres protagoniza una escena que nos remite a una samba o un baile de carnaval. En la serie Astronautas (1966), la artista abandona la cotidianeidad más próxima para abordar un tema ampliamente discutido en los medios de comunicación de la época: la carrera espacial.

Además de las pinturas, la exposición presenta una pieza icónica  -también de la serie Mujeres-, Objeto (década de 1960), que integró la exposición Coletiva Oito Artistas | Apeningue, realizada por la galería paulistana Atrium, en 1966.

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Sobre la artista

En los años 60, Teresa Nazar participó en las principales manifestaciones de vanguardia de las artes plásticas brasileñas, como el primer happening de São Paulo, al lado de nombres como Antonio Dias, Carlos Vergara, Hélio Oiticica y Rubens Gerchman. También fue parte del Grupo Rex, junto a Wesley Duke Lee, Nelson Leiner y Geraldo de Barros, entre otros; de importantes muestras organizadas por Walter Zanini en el Museo de Arte Contemporáneo de São Paulo; y en las Bienales de São Paulo de 1965 y 1967. En esta última, también conocida como la Bienal del Arte Pop, sus obras fueron destacadas por su osadía formal, técnica y temática inusuales, paralelamente a la producción innovadora de representantes de Estados Unidos, como Jasper Johns, Andy Warhol, Roy Lichtenstein y Robert Rauschenberg.

Por muchos años, Nazar fue profesora de la Facultad de Artes Plásticas de la FAAP, institución que en 2005 organizó una retrospectiva de su obra. También fue directora de la galería Multipla hasta su fallecimiento en 2001.

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TERESA NAZAR: LIBERDADE E OUSADIA NOS ANOS 60

 

Teresa Nazar compreende a configuração estética e social dos anos 1960: um tempo dinâmico, marcado pelo avanço da tecnologia que revoluciona o cotidiano e une sentimentos que interferem no processo criativo dos artistas, transcendendo o particular para se projetar no universal. Argentina radicada no Brasil, a artista é assim definida por João Spinelli, curador que assina a exposição Teresa Nazar: Liberdade e Ousadia nos Anos 60, realizada pela Galeria Berenice Arvani entre 27 de março e 26 de abril.

Primeira individual de Teresa de caráter comercial realizada nas últimas décadas, a mostra apresenta ao público um conjunto de 16 obras, a maioria delas pinturas às quais se somam uma série de materiais não-convencionais: placas de metal dobradas, recortadas e arqueadas, tecidos, gesso, resina, parafusos e plásticos.

“Objetos subtraídos do cotidiano, industrializados, são apropriados como matéria de ressignificação poética. Destituídos de seu destino original, desprovidos de qualquer tipo de glamour, ganham uma nova potência quando migram para a arte. Denunciam o estado efêmero da vida, ressignificam valores”, afirma Spinelli.

Os trabalhos chamam atenção pela riqueza de texturas. Pintora e desenhista exímia, Teresa adota pouco a pouco elementos que dinamizam sua obra, inicialmente de caráter expressionista. Em seus quadros, nota-se a incorporação de uma nova figuração, de influência do pop. Perfeitamente integrados à composição, os elementos utilizados adquirem certa autonomia, de aparência inesperada, incomum. Perceptíveis, as emendas ressaltam não apenas a precariedade desses materiais, mas da própria humanidade.

“Há muito tempo – por necessidade e obrigação – acabei com a pintura de cavalete. Creio nos materiais que procuro e utilizo, porque através deles chego a concretizar um pedaço do tempo no qual existi”, comentou a artista em setembro de 1966, em entrevista ao Jornal do Brasil. Não por acaso, muito críticos inserem a produção visual de Teresa Nazar como pertencente ao movimento da Pop Art. Para a artista, entretanto, o rótulo não lhe cabia. “Minha arte é bem distinta daquilo que os pop-art americanos mostram em suas obras, pois, sendo o artista o termômetro de sua época, ele retratará os símbolos do mundo que o rodeia dentro de seus limites geográficos”, afirmou na mesma ocasião.

“Mais do que Pop, Teresa foi uma artista Camp”, afirma Spinelli, referindo-se à estética comumente ligada ao exagero, em uma crítica direta ao consumismo excessivo típico da classe média. “Ao mesmo tempo, não podemos negar que muito de seus trabalhos tangenciam conceitualmente o Pop: Teresa sintonizava essa transformação da arte ao incorporar os elementos da cultura popular em suas obras”, completa o curador, definindo a produção da artista como uma espécie de “pop dos trópicos”.

Enquanto os americanos voltavam-se ao registro de celebridades e produtos de uma sociedade marcada pelo consumo desenfreado, Teresa retratava cenas comuns do dia a dia, como em O Ônibus, (1975), quando traz uma série de passageiros sentados lado a lado, e na obra sem título da série Mulheres (início da década de 1970), com um trio de mulheres em uma cena que nos remete a um samba ou um baile de carnaval. Já na série Astronautas (1966), a artista deixa o cotidiano mais próximo para trazer à tona um tema que se discutia nas TVs e jornais da época, a corrida espacial.

Além das pinturas, a exposição traz uma peça icônica, também da série Mulheres: Objeto (década de 1960), integrou a exposição Coletiva Oito Artistas | Apeningue – brincadeira com o termo happening, do inglês -, realizada pela galeria paulistana Atrium, em 1966.

Sobre a artista

Nascida em Mendoza, na Argentina, Teresa Nazar (1933 – 2001) formou-se professora de Artes Plásticas na Universidade Nacional de Cuyo, onde também lecionou Desenho e Pintura. Participou de exposições coletivas e individuais em sua cidade natal e também em Buenos Aires.

Em 1961, mudou-se para São Paulo depois de ganhar uma bolsa de intercâmbio. Findado o período enquanto bolsista, decidiu aqui permanecer e fincar raízes. Na época, conheceu o também artista Nicolas Vlavianos, grego radicado no Brasil, com quem se casaria tempos depois. Seguiu então suas atividades didáticas e artísticas. Em pouco tempo, ganhou o reconhecimento da crítica de arte paulista, distinguindo-se pela contemporaneidade de suas criações.

Nos anos 1960, participou das principais manifestações de vanguarda das artes plásticas brasileiras: do primeiro happening de São Paulo, ao lado de nomes como Antonio Dias, Carlos Vergara, Hélio Oiticica e Rubens Gerchman; do Grupo Rex com Wesley Duke Lee, Nelson Leiner, Geraldo de Barros, entre outros; de importantes mostras organizadas por Walter Zanini, no Museu de Arte Contemporânea de São Paulo; e, inclusive, de Bienais de São Paulo – as de 1965 e 1967. Nesta última, também conhecida como a “Bienal da Arte Pop”, suas obras foram destacadas pela ousadia formal, técnica e temática incomuns, paralelamente à produção inovadora da representação dos Estados Unidos, que na ocasião trouxe obras de Jasper Johns, Andy Warhol, Roy Lichtenstein, Robert Rauschenberg.

Por muitos anos, foi professora da Faculdade de Artes Plásticas da FAAP, instituição que em 2005 organizou uma retrospectiva de sua obra. Atuou ainda como diretora da galeria Multipla, atividade que levou até seu falecimento, em 2001.

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TERESA NAZAR: LIBERDADE E OUSADIA NOS ANOS 60

Galeria Berenice Arvani, Rua Oscar Freire, 540, Jardins, São Paulo

Hasta el 26 de abril de 2019

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Imagen destacada: Teresa Nazar, Sin Título (de la serie Astronautas), 1966, lámina de hierro, malla de alambre, yeso, vidrio, madera, tornillos, PVA y tinta sobre madera contrachapada, 112 x 226 cm. Cortesía: Galeria Berenice Arvani, São Paulo

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