Skip to content

ORQUESTAN “HUELGA DEL ARTE” PARA DÍA DE INVESTIDURA PRESIDENCIAL DE TRUMP

[et_pb_section admin_label=»section»][et_pb_row admin_label=»row»][et_pb_column type=»4_4″][et_pb_text admin_label=»Texto» background_layout=»light» text_orientation=»left» use_border_color=»off» border_color=»#ffffff» border_style=»solid»]

Más de 100 artistas, críticos, curadores y galeristas han firmado una carta de petición para una “huelga del arte” en todo Estados Unidos para este 20 de enero, el día en que Donald Trump asumirá la presidencia del país.

Artistas como Cindy Sherman, Richard Serra, Julieta Aranda, Allora & Calzadilla, Andrea Fraser, Coco Fusco, Walid Raad y Tania Bruguera; críticos como Hilton Als, Yve-Alain Bois, Benjamin Buchloh, Hal Foster, Lucy Lippard y Octavio Zaya; y curadores como Jesús Fuenmayor y Raúl Zamudio, están entre los firmantes de esta petición, llamada J20 Art Strike, en la que se urge a los museos, galerías, salas de concierto, escuelas de arte e instituciones sin fines de lucro a cerrar sus puertas en protesta a “la normalización del Trumpismo”.

“Este llamado le concierne más que al campo artístico. Se hace en solidaridad con la demanda nacional de que el 20 de enero, y en lo sucesivo, los negocios en cualquier ámbito no operen como de costumbre. Consideramos que la Huelga del Arte es una táctica entre otras para combatir la normalización del Trumpismo, una mezcla tóxica de supremacía blanca, misoginia, xenofobia, militarismo y orden oligárquico».

Si bien importantes museos, como el MoMA o el Guggenheim en Nueva York, no se han sumado a la huelga, algunos ofrecerán admisión gratuita –o implementarán la política de “pague lo que quiera”-, entre éstos el Whitney Museum, el Museum of Contemporary Art de Los Angeles (MOCA), el Walker Art Center, el Institute of Contemporary Art (Boston) y el New Museum de Nueva York.

Los museos que cerrarán sus puertas son el National Museum of Women in the Arts, el National Museum of the American Indian y el Queens Museum, en Nueva York. Este último, además, dedicará la tarde del 20 de enero a la producción de materiales de protesta para próximas marchas y acciones.

Con todo, algunos son críticos de la efectividad de esta medida. Según el columnista de arte del periódico The Guardian, Jonathan Jones, la Huelga del Arte contra el triunfo de Trump es “inútil”, ya que “las élites culturales no pueden efectuar un cambio”. «Hagámosle frente: el arte y la cultura seria son completamente marginales en la vida estadounidense. La victoria de Trump demuestra eso. No es probable que cerrar museos tenga algún impacto en aquellos que apoyan a Trump. Con todo respeto, esos que apoyan a Trump podrían verse mucho más afectados si los reality shows de televisión se pusieran en huelga», dice el crítico.

«Emocionalmente, estoy totalmente de acuerdo», continúa. «Sin embargo, una Huelga del Arte es casi la idea de resistencia menos efectiva que he oído […] Admiro a algunos de estos artistas en gran medida, pero la idea de que los museos ayudarán el algo cerrando sus puertas, o que los estudiantes de arte asustarán a la clase política conservadora de EEUU, no tiene el sabor a una política duramente combativa, sino a una postura radical superficial de algunos miembros muy cómodos y acomodados de una élite cultural».

Ante esto, el crítico de ArtNet News, Ben Davis, quien ha firmado la petición-, responde: “Tenemos que dejar esa manera de pensar que oscila entre ‘¡el arte es lo más importante en el mundo!’ y ‘¡el arte es irrelevante!’. No tengo mucha paciencia para personas como Jonathan Jones, que sólo asoman la cabeza para denunciar la estrecha audiencia que tiene el arte en estos momentos cuando exactamente los artistas tratan de hacer algo que podría ser relevante más allá de eso”.

“Hay un pragmatismo operando en la negativa a tratar el día (20 de enero) como un día de protesta, un temor a enajenar a potenciales donantes y potenciales miembros de la audiencia que menoscaban la oportunidad de proporcionar consuelo y legitimación a las personas que se sienten apuntadas por la nueva ola de fanatismo. También hay, no se equivoquen, un montón de miedo detrás de las escenas en las instituciones de ser el blanco de los oportunistas guerreros de la cultura […] Y si los artistas son blanco en un futuro próximo, y las instituciones se ven puestas a prueba para caer porque el Trumpismo ahora se sienta en el centro del poder gubernamental, ¿la gente estará aislada o tendrá la capacidad de actuar junta como contrapeso?”, señala Davis.

[/et_pb_text][/et_pb_column][/et_pb_row][/et_pb_section]

También te puede interesar

MERCADO, POLÍTICA Y EXPRESIÓN

Recientemente leí una investigación de Guillermo Villamizar que me llevó a revisitar la situación que enfrento como artista politizado cuando me inserto en el mercado. Es un buen ejercicio para controlar cada tanto si…