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LA BIENAL DE LA HABANA EN IMÁGENES

En las últimas semanas, La Habana se ha transformado en un territorio abierto, uno donde se han multiplicado acciones de arte, performances, instalaciones y esculturas en el espacio público que, ocupando edificios, bibliotecas, fundaciones, además de las tradicionales instituciones artísticas como el Centro Wifredo Lam o el Centro de Desarrollo de Artes Visuales, han dado cuenta de la línea curatorial de su 12° Bienal, titulada Entre la Idea y la Experiencia.

La Bienal de La Habana 2015 se centra en procesos creativos transdisciplinarios contextuales, donde la inclusión social, la interconexión y el rescate de las dinámicas locales, junto con el tejido urbano, son fundacionales. Tomando distancia de la idea de la mega-exposición, otorga espacio al cruce de dominios donde se cotejan la interacción social y los micro-territorios. Ante la imposibilidad de abarcar su totalidad, este texto y sus imágenes ofrecen un breve recorrido por algunos de sus centros neurálgicos.

Michelangelo Pistoletto, registro del performance Tercer Paraíso en La Bienal de La Habana, 2015. Foto: Mariella Sola

Michelangelo Pistoletto, registro del performance Tercer Paraíso en La Bienal de La Habana, 2015. Foto: Mariella Sola

Michelangelo Pistoletto, Tercer Paraíso, 2015. Foto: Mariella Sola

Buren, Kosuth, Pistoletto

Se cuenta en esta edición con la presencia de artistas de peso indiscutido del arte contemporáneo internacional: el francés Daniel Buren, el estadounidense Joseph Kosuth, el italiano Michelangelo Pistoletto y, de México, Gabriel Orozco, a quienes la Universidad de las Artes de Cuba (ISA) entregó el título de Doctor Honoris Causa el pasado 24 de Mayo.

Daniel Buren intervino la antigua estación de ferrocarriles de Hershey de Casablanca, Regla, depositaria del pasado industrial azucarero de Cuba. Dando un cierto color a su conocida obra, le dio visibilidad a uno de esos espacios olvidados de La Habana. Kosuth presentó su instalación en la Biblioteca Nacional, conceptualismo que en un intento amable desestructura el mapa cubano dándole la levedad de una línea abierta, con el nombre de sus principales ciudades. Glenda León, en la sala contigua presenta una obra de finos entrecruces, Cada sonido es una forma del tiempo, pentagramas realizados por la artista delicadamente diseñados con imágenes evocadoras y con música interpretada por el pianista cubano Aldo López Gavilán.

Michelangelo Pistoletto dejó clara su impronta con una obra de sello humanista, Tercer Paraíso, inspirada en el término paraíso del persa antiguo, que significa «jardín protegido». El artista creó un nuevo símbolo del infinito, integrando en su centro un tercer círculo como representación de un vientre procreador de una nueva humanidad.

Este símbolo viene siendo realizado por el artista desde hace años en diferentes ciudades, con contextos sociales y visuales diversos. En el marco de la Bienal ha llevado a cabo este símbolo en la Plaza de la Catedral, con una instalación hecha de tapas de cacerolas de diferentes colores, a modo de instrumentos musicales, platillos y alegría a la cubana. Músicos tradicionales del centro histórico entraron en la plaza a ritmo de conga. El antecedente de esta acción tuvo un corte más político, realizada a la espera del encuentro entre Obama y Raúl Castro. Pistoletto realizó su símbolo de tres círculos con la complicidad de Kcho, con lanchas en el mar cubano. Amable gesto en este delicado y complejo contexto geopolítico.

René Francisco, exposición Entropía, en Galería Factoría. Foto: Mariella Sola

Algunas muestras

En el Centro de Desarrollo de las Artes Plásticas, en La Habana Vieja, se ha montado una muestra colectiva de muy buen nivel, donde el artista cubano Humberto Díaz presenta su obra Alta Tensión (2010-2015), una torre de alta tensión audazmente incrustada en las paredes del Centro de Arte.

El proyecto colectivo Montañas con una esquina rota, curado por Direlia Lazo, Wilfredo Prieto y Gretel Medina, donde participaron 14 artistas de diferentes nacionalidades, resulta particularmente incitador. Los artistas llevaron a cabo intervenciones in-situ que dialogan con la inquietante poética de la antigua fábrica de bicicletas, un edificio en ruinas, entre las que destacó la performance de Gabriel Kuri, de fuerte carga social.

Dentro de las muestras colaterales, el proyecto Detrás del muro: en el medio de la nada, presentado por primera vez en la pasada Bienal, es sin duda el que ha convocado a un mayor número de personas. Es curado por José Delgado e instalado en el malecón, indiscutible punto de encuentro de habaneros, turistas, pescadores, santeros honorando a Yemanya, que poblado de imaginarios locales y lejanos permite la convergencia de diferentes capas, no sólo sociales sino también simbólicas.

En el malecón se han instalado además obras escultóricas, en su gran mayoría interactivas, otras portadoras de un fuerte contenido crítico, entre las que destacan las de los artistas cubanos Duvier del Dago (Proyecto Salvación), Inti Hernández (Balance cubano), Rafael Villares (Arbol de Luz) y Juan Milanés (Extracción de la piedra de la locura II), así como Secreter, de la colombiana Lina Leal; Resaca, una pequeña playa artificial de Arlés del Río; y Pista de hielo, del norteamericano Duke Riley.

Proyecto colectivo «Montañas con una esquina rota», curado por Direlia Lazo, Wilfredo Prieto y Gretel Medina. Performance de Gabriel Kuri. Foto: Mariella Sola

Duvier del Dago, Proyecto Salvación. Foto: Mariella Sola

Chile en La Habana

La presencia de artistas de Chile tiene su peso específico n la Bienal a través del trabajo de la curadora y especialista en arte chileno, Margarita Sánchez. CRAC Valparaíso, creado por la historiadora del arte Paulina Varas y el arquitecto José Llano, presentó en la Fundación Alejo Carpentier sus Manuales de ejercicios incorporados a la vida. El proyecto se basa en un trabajo transdiciplinario, pedagógico y participativo que incluye tres herramientas comunicacionales: talleres colectivos de activación; una cartografía crítica y de la esfera pública, cuyos imaginarios -colectivos y personales- son indagados para la construcción de un Atlas Ciudadano de La Habana; y un Abecedario Habanero, depositario de la riqueza y especificidad de los habitantes de La Habana.

Manuales de ejercicios incorporados a la vida, proyecto de CRAC Valparaíso para la 12va Bienal de La Habana, 2015. Foto: Mariella Sola

Manuales de ejercicios incorporados a la vida, proyecto de CRAC Valparaíso para la 12va Bienal de La Habana, 2015. Foto: Mariella Sola

Manuales de ejercicios incorporados a la vida, proyecto de CRAC Valparaíso para la 12va Bienal de La Habana, 2015. Foto: Mariella Sola

Guisela Munita, 80 sillas de playa para contemplar la espera. Vista de la instalación en la 12va Bienal de La Habana, 2015. Foto: Mariella Sola

Guisela Munita presentó en Casablanca su instalación 80 sillas de playa para contemplar la espera. Según cuenta la artista, hay una búsqueda en ello de la reconversión de la memoria del lugar, un desplazamiento y énfasis en poner la mirada desde La Habana a un lugar que está un tanto olvidado, Casablanca, que sin embargo tiene un pasado histórico de la Cuba industrial, pues es allí donde llegaban los trenes Hersey con las cargas de azúcar. La historia perdida del auge cubano se rescata.

También participan en esta edición de la bienal los artistas chilenos Alicia Villarreal, con una intervención urbana pedagógica, y Andrés Tapia-Urzúa, con su instalación interactiva Oráculo caracol.

Fotos: Mariella Sola

Mariella Sola

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