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Raimundo Edwards es un Street Artist

La exposición Freno y Aceleración de Raimundo Edwards es la culminación de casi dos años de trabajo y preparación, incluyendo su postulación exitosa a la Beca Arte CCU 2013-2014. El elemento central de ese programa -la residencia de cuatro meses en el International Studio & Curatorial Program (ISCP), situado en la periferia de los barrios de East Williamsburg y Bushwick en Brooklyn, Nueva York- es un incentivo único y potente para los artistas. Pero a Raimundo y su práctica, lo dejó caer en medio de una fuente abundante de materiales y suministros.

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Vista de la exposición «Freno y Aceleración», de Raimundo Edwards, en la Sala de Arte CCU, Santiago de Chile, 2014. Cortesía del artista y CCU en el Arte

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Vista de la exposición «Freno y Aceleración», de Raimundo Edwards, en la Sala de Arte CCU, Santiago de Chile, 2014. Cortesía del artista y CCU en el Arte

Lo que aprendí en las visitas de taller que se llevaron a cabo con él es que hay que entender que, en el sentido más literal, Raimundo Edwards es un Street Artist. La calle sirve como un espacio liminal que es una referencia constante para el choque entre la naturaleza y el hombre, y él usa este territorio como un repositorio de significados para el trabajo que crea. Raimundo abordó su última exposición, Lost & Found (Y Gallery, Nueva York) como un arqueólogo, o incluso un acaparador, cuyas obsesiones son las geometrías accidentales y las sutilezas de un mundo ya estetizado. Y aunque su proceso se inicia con el rescate de objetos descartados, él tiene un motivo oculto para salvarlos. Edwards está comprometido en un juego constante de abstracción, de ida y vuelta entre lo alto y lo bajo, filtrando sus objetos a través del lente de la historia del arte con una reacción intuitiva a la materialidad de las cosas. Este proceso se desarrolló como un índice de signos, símbolos y metáforas visuales entrelazados y los objetos que se daban, a través de diversas metodologías, a su negación inmediata, su reflejo, su ausencia y su presencia. Son estos resultados en los medios de escultura, fotografía, video, pintura, y algo intermedio -suficiente obra creada en un tiempo comprimido para llenar dos exposiciones- que desplegó en Nueva York. Raimundo hábilmente ejecutó la formulación de dos instalaciones de sistemas distribuidos completamente distintos, los cuales recogidos revelaron su impronta a un nuevo público.

En su mejor momento, Edwards toma un control más directo de su material, como lo hace en su reciente vuelta a la pintura, que expuso en Nueva York y ahora expone aquí. Va más allá de la inmediatez del objeto encontrado para crear, a gran escala, telas pintadas con spray cuyos gestos demuestran su confianza y habilidad. Como una continuación urbana y dinámica de la «forma móvil de estarcido» [1] de David Smith de mediados del siglo XX, estas nuevas pinturas destilan algo elemental que se adhiere a los bordes de la mente del espectador. Se refieren a las instalaciones y excavan un territorio psicológico que une el trabajo objetual de Edwards con la inquietante sensación de que algo, algún evento traumático, ha ocurrido. Dentro de este contexto, freno y aceleración parecen más como opciones de último recurso que terminan en el mismo resultado.

Lo que ya ha sucedido podría haber sido una colisión -sin duda hay esas implicaciones, y es un territorio que Raimundo ha explorado antes- pero en lugar de poner en escena eso directamente, la distinción importante aquí es que sitúa al espectador en un espacio en los bordes de esa memoria donde los objetos mismos dejan sus propias huellas disipadas. Después de revivir el choque una y otra vez durante mucho tiempo, aunque el trauma persiste, sigue desvaneciéndose y quizás merece el olvido. Hay algo con miras a futuro en este cuerpo de trabajo que anhela construir sobre ese pasado. Se siente resoluto y se ve que el artista ha tomado el control e invierte el rol de la misma calle que hasta ahora ha alimentado su práctica. Dentro de este contexto, freno y aceleración parecen más como las mejores opciones para encontrar una salida a diferentes resultados.

Ian Cofré

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Vista de la exposición «Freno y Aceleración», de Raimundo Edwards, en la Sala de Arte CCU, Santiago de Chile, 2014. Cortesía del artista y CCU en el Arte

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Vista de la exposición «Freno y Aceleración», de Raimundo Edwards, en la Sala de Arte CCU, Santiago de Chile, 2014. Cortesía del artista y CCU en el Arte

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Vista de la exposición «Freno y Aceleración», de Raimundo Edwards, en la Sala de Arte CCU, Santiago de Chile, 2014. Cortesía del artista y CCU en el Arte

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Vista de la exposición «Freno y Aceleración», de Raimundo Edwards, en la Sala de Arte CCU, Santiago de Chile, 2014. Cortesía del artista y CCU en el Arte

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Vista de la exposición «Freno y Aceleración», de Raimundo Edwards, en la Sala de Arte CCU, Santiago de Chile, 2014. Cortesía del artista y CCU en el Arte

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Vista de la exposición «Freno y Aceleración», de Raimundo Edwards, en la Sala de Arte CCU, Santiago de Chile, 2014. Cortesía del artista y CCU en el Arte

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Vista de la exposición «Freno y Aceleración», de Raimundo Edwards, en la Sala de Arte CCU, Santiago de Chile, 2014. Cortesía del artista y CCU en el Arte

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[1] Smith, Roberta, “David Smith: Sprays”, New York Times (Ed. impresa: 25 ene., 2008 / Ed. web: 5 nov.,2014.

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Texto escrito por Ian Cofré para el catálogo de la muestra Freno y Acelaración, de Raimundo Edwards, en la Sala de Arte CCU. Hasta el 30 de enero de 2015.

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