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PRIMERA RETROSPECTIVA EN ESPAÑA DE JOSEF ALBERS

Cuando pinto
pienso y veo
ante todo -color
pero color como movimiento

Color que no sólo acompaña
a la forma de extensión lateral
y que después de ser desplazado
permanece suspendido

Sino movimiento interior perpetuo
como agresión –hacia y desde el espectador-
además de interacción e interdependencia
con forma y tono y luz

En un enfoque directo y frontal
o cuando se siente cerca
como una respiración y latiendo
-desde dentro

Josef Albers

 

La Fundación Juan March presenta a partir del 28 de marzo la primera retrospectiva en España de Josef Albers (1888-1976). Pintor abstracto norteamericano de origen alemán, Albers, también diseñador, fotógrafo, tipógrafo, e incluso poeta, a menudo decía que uno de sus objetivos en el arte y en la vida era conseguir “el máximo efecto” por “medios mínimos”. Es así como la exposición que inaugura la Fundación Juan March lleva por título Josef Albers: Medios Mínimos, Efecto Máximo.

Compuesta por más de un centenar de obras -además de mobiliario, objetos, fotografías y diverso material documental-, la muestra ha sido concebida y desarrollada durante los últimos tres años en colaboración con la Josef and Anni Albers Foundation (Bethany, Connecticut).

El hilo conductor de esta exposición no es, a pesar de su carácter de retrospectiva, el simple recorrido cronológico por la obra del artista -un recorrido que ya de por sí sería enormemente enriquecedor e instructivo-, sino la consideración de la obra de Josef Albers como un proyecto tan coherente como peculiarmente dirigido por una decidida voluntad de simplicidad, por el uso productivo de medios y recursos intencionadamente limitados, por el respeto al trabajo manual y por el énfasis en la experimentación con el color, que desemboca en la materialidad de una obra de alto contenido poético y espiritual. La obra de Josef Albers es, decididamente, el resultado de una experimentada administración de recursos artísticos. Su arte es, en su totalidad, el resultado de una verdadera “economía de la forma”.

Salvo sus primeros pasos en el lenguaje expresionista típico de la Alemania de principios del siglo XX, la obra de Josef Albers está absolutamente regida por una economía de medios que constituye el auténtico principio rector de su práctica artística. Uno de sus primeros textos, publicado en 1928 bajo el título de Werklicher Formunterricht, empieza así: “Vivimos en una  época orientada a la economía”; y añade: “en épocas anteriores era más importante la visión del mundo”. Sin embargo, la noción de economía manejada por Josef Albers no es la del intercambio de bienes, no es la limitada economía del mercado. Es economía en un sentido más profundo, más universal, es la economía de las relaciones de los seres humanos entre sí y con los objetos del mundo.

Desde esa perspectiva más amplia, esta exposición –y su catálogo– exploran también el proceso del trabajo artístico y la labor pedagógica, teórica y práctica de Josef Albers, quien también, en este último campo, fue una figura muy especial: alumno y después maestro en la Bauhaus de Weimar y Dessau, docente en Black Mountain College y, finalmente, en la Universidad de Yale. Su vida estuvo unida como la de apenas otro artista del siglo XX a los dos experimentos de enseñanza del arte más atrevidos del último siglo. La exposición intenta hacerse cargo de la fuerte vocación pedagógica de Josef Albers, incluyendo materiales y ejercicios de sus alumnos en la Bauhaus y en Yale (singularmente los de su última etapa universitaria, los trabajos de alumnos de Yale con los que Albers estructuraría su célebre Interaction of Color).

Josef Albers, Fàbrica (25/2b), 1925, vidrio esmerilado y pintura negra, 27,9 x 35,5 cm. Cortesía: Josef and Anni Albers Foundation

Josef Albers, Fàbrica (25/2b), 1925, vidrio esmerilado y pintura negra, 27,9 x 35,5 cm. Cortesía: Josef and Anni Albers Foundation

 

AMPLIA SECCIÓN DOCUMENTAL

Con respecto a su labor como escritor (teórico del arte y de la educación, pedagogo, poeta), el catálogo que acompaña a la exposición aporta una amplia sección documental con 57 textos de Josef Albers –26 de ellos absolutamente inéditos–, de los que 52 han sido traducidos al español por primera vez desde sus originales inéditos o publicados en alemán o en inglés, además de 14 testimonios de colegas, estudiosos, historiadores, ensayistas y escritores, todos ellos, salvo uno, inéditos hasta ahora en español.

Los de su autoría testimonian que la peculiar economía que regula su creación artística domina también su reflexión teórica y sus ideas en torno a la docencia y la práctica del arte y del diseño: el lector observará cómo en los textos preparados y escritos por Josef  Albers entre 1924 y 1966 aparecen por doquier las mismas ideas (o muy parecidas), las mismas convicciones, arraigadas y contrastadas en su visión del mundo y su experiencia de la vida. Pero no hay aquí repetición ni mero aprovechamiento, sino más bien una auténtica “economía de la distribución”. En sus textos, Albers rentabiliza inteligentemente sus ideas, haciendo con ellas inversiones en campos tan diversos entre sí como la creación artística, la conciencia histórica o de lo contemporáneo, la tipografía, la enseñanza del arte, el arte abstracto, el color, el diseño, la arquitectura o el sentido de la existencia. La lectura más desapasionada de esos textos muestra que la inversión de Albers al reflexionar sobre lo más teórico y sobre lo más práctico a lo largo de su vida no sólo no está amortizada, sino que sigue rindiendo hoy verdaderos dividendos espirituales.

Esta ganancia, con todo, no es más que un reflejo de la que significan las obras de Albers. En ellas, la economía “distributiva” que se advierte en sus textos deviene, más bien, una economía de la multiplicación exponencial del valor estético. Y quizá en este punto pueda considerarse a Josef Albers un artista paradigmático en el conjunto del arte moderno y contemporáneo, pues, en cierto sentido, todo el arte moderno, desde las primeras décadas del siglo XX (e incluso desde el impresionismo) puede explicarse como un proceso de economía de la forma o, mejor, de “economización” de las formas.

Distribuir las posesiones materiales es dividirlas
Distribuir las posesiones espirituales es multiplicarlas

Josef Albers

Si la corriente central del arte moderno ha sido la abstracción, entonces su recurso maestro ha sido la sustracción, la destrucción, la limitación. La abstracción, el principal recurso del arte del siglo XX -mucho más poderosa y presente que la intermitencia de los realismos- no es otra cosa más que un recurso económico de contención y reducción de las partidas de “gasto” heredadas por el arte de su larga tradición: las de lo escolar, lo imitativo, lo manual, lo pictórico, lo figurativo, lo expresivo, lo histórico, lo narrativo, lo literario, lo significativo, lo mimético, lo autoral, lo representacional, lo material, lo retiniano y,  desde Duchamp, incluso “lo artístico”.

La economía que hace explícita Josef Albers es sintomática de un estado que afecta por igual a todos los artistas modernos, sólo que en él es la consciente fuerza motora de su obra. Es la que se podría caracterizar como la ley económica oculta del arte contemporáneo, una ley con orígenes en la conciencia estética moderna, posteriormente refinada por el correctivo que impusieron a la modernidad determinadas estéticas y poéticas del siglo XX, como, entre otras, las de la Bauhaus.

Josef Albers, A Mitla, 1940, óleo sobre masonite, 53,3 x 71,1 cm. Cortesía: Josef and Anni Albers Foundation

Josef Albers, A Mitla, 1940, óleo sobre masonite, 53,3 x 71,1 cm. Cortesía: Josef and Anni Albers Foundation

 

MÁXIMO EFECTO, MÍNIMO DE MEDIOS

Gran creador de logrados aforismos y agudas sentencias, Josef Albers solía repetir que uno de sus objetivos en el arte y en la vida era conseguir el “máximo efecto” a través del “mínimo de medios”. Amante desde su infancia del dominio de los oficios y del trabajo manual, el arte fue para él una ecuación proporcionadamente optimizada entre esfuerzo y efecto. Y aplicó reflexivamente esa especie de austero sentido de la práctica artística a sus ensayos teóricos y escritos pedagógicos, a su enseñanza, al diseño de mobiliario y objetos, a la tipografía, a la fotografía y, por supuesto, a la pintura.

Ese sentido también ha guiado desde el principio esta exposición. Su exigente pero contenida selección de obras refleja tanto la evolución homogénea como la continuidad de las convicciones, la visión y el arte de Josef Albers, desde sus primeros años como maestro de escuela en su Westfalia natal hasta su última etapa en Yale. Aparte de sus primeros dibujos figurativos -donde ya es llamativa la eficacia de las líneas “ahorradas”-, la exposición incluye vidrieras (“Glasmalerei”, en expresión suya: pintura en cristal), muebles y objetos de diseño de la época de la Bauhaus, y tanto la obra gráfica como la pintura de sus años en Norteamérica, en Black Mountain College, primero, y en Yale, después.

La selección de pinturas es especialmente relevante y cubre las principales series en las que Albers trabajó: Variant/Adobe [Variante/Adobe], Structural Constellations [Constelaciones estructurales] y la célebre Homage to the Square [Homenaje al cuadrado], realizada en Estados Unidos durante las últimas décadas de su vida y que muestra la refinada gramática de un artista dedicado a experimentar la interacción de los innumerables matices del espectro del color.

Josef Albers, Estudio para Homenaje al Cuadrado: Ahora, 1962, óleo sobre masonite, 60,9 x 60,9 cm. Cortesía: Josef and Anni Albers Foundation

Josef Albers, Estudio para Homenaje al Cuadrado: Ahora, 1962, óleo sobre masonite, 60,9 x 60,9 cm. Cortesía: Josef and Anni Albers Foundation

 

ALEMANIA, 1888- ESTADOS UNIDOS, 1976

Josef Albers nació en Bottrop (Westfalia, Alemania) en 1888 y murió en 1976 en New Haven, Connecticut, EEUU, su país de adopción y al que emigró en 1933, el año de acceso al poder de los nazis que, entre otras acciones, intervinieron en la Bauhaus, de la que Albers, hasta entonces, había sido profesor en sus distintas sedes: Weimar, Dessau y Berlín. Al instalarse en Estados Unidos, trabajó en la facultad de Black Mountain College (Carolina del Norte) hasta 1949. Posteriormente dirigiría el Departamento de Diseño de la Universidad de Yale (New Haven, Connecticut), de la que se jubiló en 1958. Siempre, pues, desde los tiempos de la Bauhaus, en su Alemania natal, hasta Yale, en su país de acogida, Albers compaginó la creación artística con la pedagogía, siendo muchos los artistas norteamericanos de peso que fueron alumnos suyos.

Josef Albers, Oscilante (C), 1940-1945, óleo sobre masonite, 68,5 x 60, 9 cm. Cortesía: Josef and Anni Albers Foundation

Josef Albers, Oscilante (C), 1940-1945, óleo sobre masonite, 68,5 x 60, 9 cm. Cortesía: Josef and Anni Albers Foundation

 

LA OBRA GRÁFICA DE ALBERS, EN PALMA Y CUENCA

De forma paralela a esta exposición en Madrid, la Fundación Juan March ha organizado una exposición comisariada por Brenda Danilowitz para los museos de Palma (Museu Fundación Juan March, 2 de abril – 28 de junio de 2014) y Cuenca (Museo de Arte Abstracto Español, 11 de julio – 5 de octubre de 2014) sobre el proceso de trabajo en la obra gráfica de Josef Albers. Su obra gráfica, que Albers desarrolló durante toda su carrera, ofrece la misma idea de economía de la producción, experimentación e innovación que el resto de su obra. La exposición muestra, en una selección de más de cien obras procedentes de la Josef and Anni Albers Foundation, la variedad de técnicas desarrolladas por Albers en su obra gráfica: grabados en hueco, entalladuras, xilografías, litografías y serigrafías. La exposición incluye, además de obra gráfica, estudios y dibujos -en su mayoría inéditos y nunca antes expuestos-, que muestran su proceso de trabajo y el progreso de definición de la imagen. Albers transforma la idea en forma y ofrece al espectador experiencias visuales sorprendentes.

CONFERENCIAS EN TORNO A JOSEF ALBERS

Con motivo de esta exposición, en la primera semana de abril se ha programado en la Fundación Juan March el ciclo En torno a Josef Albers. El martes 1 de abril, José Francisco Yvars presenta Josef Albers: caleidoscopio. Enigmas del color. El jueves 3 de abril, Laura Martínez de Guereñu estará a cargo de la conferencia Josef Albers y España. Un antes y un después.

 


Josef Albers: Medios Mínimos, Efecto Máximo

Fundación Juan March, Madrid

Del 28 de marzo al 6 de julio de 2014

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