Carolina Redondo:the Limit of The Present

Bajo el sugestivo título The Limit of the Present, la artista chilena Carolina Redondo presentó el pasado septiembre su primera exposición individual en Europa. La muestra, llevada a cabo en el Kunstraum Fuhrwerkswaage, en Colonia Alemania, fue la primera edición del ciclo de exposiciones New Talents – Wide Space, un prometedor proyecto curatorial conexo a la Bienal de Arte de Colonia, New Talents. Junto a la curadora alemana Anne Mager, Redondo concibió una instalación de gran formato en donde articuló, en un diálogo multimedial, obras en video con materiales cotidianos. La instalación, que fue diseñada según las condiciones arquitectónicas del centro de exposiciones, expone su contenido en un juego de relaciones indexicales, fundadas en la construcción de barreras espaciales que, en interactividad multimedial, se ven fracturadas virtualmente.

Carolina Redondo, The Limit Of The Present, 2012, vista de Instalación en Kunstraum Fuhrwerkswaage, Alemania. Todas las Imágenes son Cortesía de la artista y Kunstraum Fuhrwerkswaage.

Punto de partida es la noción de transición: recurriendo al performance y el video, Redondo explora estados de transición en los que el cuerpo, en su interacción con la materia, pretende transgredir los límites físicos en los que se ve inmerso. En el paroxismo performativo, la acción suscita asociaciones en cuyo centro levita la idea de transgresión de barreras que, de acuerdo a la situación contextual, pueden ser interpretadas como sociales, culturales, o psicológicas.

Carolina Redondo, Voltage Spike, 2012, video instalación (stills de video)

La obra central de la exposición, titulada Voltage Spike, ejemplifica claramente esta estrategia. Utilizando correas de polipropileno, Redondo construye un entramado de gran escala. Las bandas entrelazadas forman una pared que se extiende hasta el techo de la sala de aproximadamente seis metros de altura. El tejido constituye en su materialidad la pantalla de proyección de un vídeo en el que la artista apuñala con punciones repetidas una membrana similar al tejido de polipropileno presente. La penetración virtual de una estructura real mediante una acción documentada irrumpe en el espacio real del espectador que experimenta la convergencia unísona de virtualidad y realidad. Tal convergencia transgrede el momento metafórico implícito en la acción de punzar, inaugurando un espacio estético cuya autarquía subsume al espectador en la inmediatez del presente.

Esta estrategia, cuyas filiaciones se extienden hasta los videos autoreferenciales de Peter Campus de los años setenta, representa una posibilidad más allá de la mimesis y el compromiso que corrientemente se espera del arte latinoamericano en la actualidad. Sin pathos ni afelio, la obra se afirma a si misma en el universo de su existencia, pronunciando su propia legitimidad estética.

Carolina Redondo, Voltage Spike, 2012 Mixed Media Video Instalación, 5:33 (loop), stereo, color, 5,8 x 5 m. marco de madera, cintas de Prolipropileno. Detalle, vista de instalación en Kunstraum Fuhrwerkswaage, Alemania.

Un catálogo monográfico trilingüe fue producido para la exhibición con textos de la curadora y de Julia Scher – artista norteamericana y actualmente profesora de Multimedia y Performance en la Academia de Artes Audiovisuales de Colonia (Kunsthochschule für Medien Köln). La filiación estética entre Redondo y Scher – en cuya clase la artista latinoamericana concluyó su formación artística – se ve claramente expuesta en el texto que no sólo precisa los parámetros formales de la muestra, sino también revela el pensamiento detrás de la acción, el programa estético de Redondo. A continuación el texto de Julia Scher:

The Limit of the Present tiene, como parte de su fuerza, la capacidad de implicar al pasado y el futuro en el actual debate de lo que es el arte. Carolina Redondo llega hasta el margen de sus propios límites psíquicos y físicos, poniendo en primer plano una declaración de oposicionalidad, e indagando los bordes, los medios y las rutas propias de su discurso.

Carolina Redondo extiende, como enlace y guía, tres obras contextualizadas dentro de una antigua estación de transferencia eléctrica, el Kunstraum FUHRWERKSWAAGE, en Colonia. Desvaneciendo los márgenes entre la materialidad de la arquitectura, las pantallas, los objetos inanimados y las proyecciones electrónicas, el curso de la instalación conduce a los espectadores a través de tres zonas separadas, manifiestas como eventos investigativos.

Carolina Redondo, vista de la Exhibición The Limit Of The Present en Kunstraum FUHRWERKSWAAGE, Alemania.

The Limit of the Present toma sus puntos de referencia adicionales de la literatura sobre viajes en el tiempo, la intimidación en la red, así como reflexiones sobre la ciencia y la industria. Su objetivo es confrontarse con la psiquis bajo las garras de esta red y del fuerte control artificial de un tejido social que ha perdido los estribos.

La obra sirve para poner a prueba la problemática de la objetivación personal y globalizada, a través de penetraciones performativas. Su pieza central, titulada Voltage Spike, es una intervención arquitectónica de gran escala. Físicamente, es una compleja red de material flejado, colgada verticalmente como una diana e impregnada por la imagen proyectada que se reproduce en su superficie. Aquí, los videos proyectados presentan estacadas y punciones relampagueantes que perforan la suave red de seguridad, abriéndose paso en la compacta estructura del tejido (50 mm, cada correa).

Carolina Redondo, THE LIMIT OF THE PRESENT, 2012, vista de instalación en Kunstraum FUHRWERKSWAAGE, Alemania.

Las cosas suceden aquí cuando son requeridas, de tal forma suceden los golpes lacerantes en el momento justo. Para Redondo, los proyectores como faros de localización son parte de su trabajo en el que redefine interacción así como congruencia social, política y cultural. No muy diferente al hit de los Doors en 1967 Break On Thru (to the other side), el “ir a través” de Redondo puede provocar una llamada a la acción y la posibilidad de una revuelta.

Con los ecos sonoros de la obra y sus extraordinarios campos de choque oscilando plenamente, Redondo transforma una estación de transferencia eléctrica en un micro “espacio-evento no digital” para la experimentación. Un lugar para “encender” y probar conexiones entre el tiempo, el lugar, la teoría y la fisicalidad.

Físicamente, la obra es un diálogo con los mecanismos de suspensión del telar, las poleas de suspensión, los proyectores multimedia y el juego de la interacción humana.

Un “pergamino” combinado de material físico y luz proyectada en forma de secuencias de video, la acción se desarrolla en una gran superficie colgante. Redondo – que no se ve en el video – agujera un plano combinado. El esfuerzo físico de la acción de punzar a través de la superficie confunde al espectador respecto a lo que es real y lo que es ilusión, lo que es reproducido (y presentado en circuito) y lo que es presencial. Redondo es insistente en su “juego con superficies, texturas, intermediación y punción”, en la fascinación de la acción de “punzar penetrando la superficie”, un acto de sostenimiento e ilusión, cuya energía inanimada se puede percibir aquí ahora en el presente.

Los “agujeros guía” nuevos, producidos durante la acción, pueden ser imaginados como un símbolo de la transformación. Los conflictos sociales desgarran el tejido humano, sin embargo, existe la posibilidad de volver a empezar. Redondo ha dejado claro que, al final de cada ciclo proyectado, el clavo (su herramienta) se cae muy ruidosamente, como un despertador, como un timbre de alarma o una bomba.

Ni entrelazando o desgarrando completamente, la punción es una actuación de desplazamiento, un gesto de echar a un lado para abrir; sin embargo, esta misma acción de empuje se utiliza para fundir materiales separados o superficies en una sola, como en el desplazamiento de un clavo a través de algo. El conjunto de zonas de tiempo, que se utiliza para crear la apariencia de algo que penetra en el presente casi de la misma manera que la luz en las estrellas, se desprende de su propia vida y se libera en nuestro campo perceptivo presente. El espectador está al tanto de contemplar nuevos agujeros; la perforación contiene una ruptura a través de puntos hacia universos aun no vistos en el presente.

Carolina Redondo, Hanging Symphony I, 2012, C-Print en Alu-Dibond, 40 x 60 cms. Edición 1/6 + PA

Hanging Symphony

Esta obra se basa en trabajos anteriores de video y multimedia que demuestran el riesgo, el equilibrio, la búsqueda anónima y la experimentación absorta. El equilibrio, la fuerza y la vigilancia se combinan en un reto situacional y en una simbología trascendente. Redondo asciende una escalera de cuerdas, girando y retorciéndose; mientras golpea lentamente los peldaños, alejándose de ellos, sus pies se balancean en el presente. Tomando control de sus brazos, señala a todos los espacios vacíos, a las cavidades y la gravedad circundante. A medida que su cuerpo transita por la escalera giratoria, son producidas madejas de geometría diagonal.

Hanging Symphony insiste en un asentimiento vertical y peligroso de la mujer y el trabajo, y Zona Abisal continúa el ascenso.

Carolina Redondo, THE LIMIT OF THE PRESENT, 2012, Performance Hanging Symphony en Kunstraum FUHRWERKSWAAGE, Alemania.

Carolina Redondo, Performance Hanging Symphony en Kunstraum FUHRWERKSWAAGE, Alemania.

Vista la pieza, al salir, madejas blancas de flejes reflectantes, tiradas en un torbellino, sirven como material base de este video proyectado en el techo. Plegado sueltamente y perfilado hacia un punto central, el flejado levanta a Redondo en decúbito o inclinada de otra manera. La artista se mueve lentamente hacia un centro invisible e insonoro: un agujero negro en el espacio, un cono de succión altamente sofisticado o una aparente cooperación con William Gibson y su instrumento de ubicación del ciberespacio. Cual rizos de niebla gris en el centro, Redondo se adentra cada vez más en ese medio.

Redondo afirma su llamamiento contra la inmovilidad y la gravedad. A través de la repetición del video, Redondo aparece aquí y luego en el fondo en un presente continuo.

Su ida y vuelta intertextual entre zonas del pasado y del presente es parte de su insistencia en un depósito de la memoria colectiva para la acción. The Limit of the Present salva el pasado para el futuro, es una disuasión emocional contra el estancamiento. The Limit of the Present tiene como sus medios críticos un foro de nuevos formatos y posibilidades. Cuando el medio se desploma (como Redondo astilla, corta y desprende), el margen de los limites está pronto a seguir.

(Julia Scher, Carolina Redondo – The Limit of the Present, cat. exp. Kunstraum Fuhrwerkswaage, Colonia 2012, pp. 23-35.)

Carolina Redondo, Zona Abisal, Film Stills.

Carolina Redondo nació en Santiago de Chile en 1977. Estudió Arte en la Universidad Católica de Chile. Desde el 2006, vive en Alemania. El 2011 terminó un Postgrado en Medienkunst en la Academy of Media Arts Cologne con Prof. Julia Scher y Prof. Mischa Kuball entre otros. Entre Octubre del 2010 y Enero del 2011 realizó la residencia en Flux Factory, Nueva York. Actualmente vive y trabaja en Colonia.