EL SURREALISMO S.XXI DE NICOLÁS FRANCO

La obra que presentará Nicolás Franco en su próxima muestra individual tiene la magia de situar al espectador en un espacio cuasi siniestro, en el que confluyen la oscuridad del cine expresionista alemán, operaciones formales vinculadas al surrealismo y reminescentes del virtuoso del collage John Stezaker, y la teatralidad y el misterio que surgen de la convivencia entre el terciopelo negro y una selección de seductores fotogramas vintage.

La exhibición, que abre mañana en la Sala Mall Plaza Vespucio -del proyecto Museo sin Muros del Museo Nacional de Bellas Artes (MNBA)- se concentra en grabados, fotografías y pinturas recientes, obras que se desplazan de su trabajo instalativo más conocido. La producción de las obras se realizó con el apoyo de la Beca Pollock-Krasner Foundation de Nueva York.

Casi todo el material comprendido en la exposición profundiza en la amplia gama de recursos sentimentales provenientes del imaginario para-fílmico y documental de la corriente surrealista de principios del siglo XX (Luis Buñuel en primer plano).

Ya sea a través de la apropiación de material, del trabajo fotográfico o escultórico, Franco siempre ha sentido interés por preservar y reanimar artefactos y experiencias culturales pasadas, en una operación que intenta establecer nexos con el imaginario subliminal del espectador. La presente exposición le permite ahora al autor ampliar este diálogo a medios gráficos, llevados todos al extremo en montajes de características monumentales.

En la serie de grabados Paisajes en las Hurdes, Franco selecciona fotogramas aparecidos en la película “Las Hurdes: Tierra sin Pan” (1932), de Buñuel. Los fotogramas son intervenidos mediante un elaborado sistema de transferencias pictóricas y grabado artesanal. El resultado final son obras gráficas de gran formato, en donde las imágenes no se revelan del todo, sino que intentan forzar interpretaciones subjetivas y personales. Mediante este proceso, Franco vincula el paisaje y su tradición pictórica con la morbosidad presente en el polémico seudo documental de Buñuel.

DVR es una serie compuesta por 14 fotografías en blanco y negro, adheridas a la pared por medio de imanes. La obra se antoja como un híbrido entre mural y fotografía, estableciendo una relación con el imaginario colectivo.

La tercera serie de esta muestra se titula Hidden men with terrible eyes sunk deep in their sockets (Hombres ocultos con ojos terribles hundidos en sus órbitas). Este texto es una variación realizada sobre un extracto de los Cantos de Maldoror (Conde de Lautréamont, 1869), en que la palabra hideous (repulsivos) del original traducido al inglés es sustituida por hidden (ocultos). Esta simple alteración de sentido sobre un elemento determinado permite al autor crear una serie pictórica de grandes dimensiones.

Nicolás Franco continúa desarrollando ideas relacionadas con la producción, construcción y consecuente deconstrucción de narrativas históricas paralelas a partir de la experiencia e interpretación de la subjetividad del autor y de su identificación con y como espectador. El artista -siempre fuertemente marcado por una búsqueda poética en la descontextualización y la apropiación- intenta aislar ese momento en el que la imagen se convierte en idea.

Con motivo de esta exposición, el Museo Nacional de Bellas Artes editará el primer catálogo monográfico del autor.

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Nicolás Franco ha expuesto individualmente en el Museo de Bellas Artes Juan Manuel Blanes (Montevideo),  El Museo del Barro (Asunción), CEC (Rosario), Galería D21, Galería Liquidación total (Madrid) y Galería Gabriela Mistral (Santiago). De manera colectiva destacan sus participación en la Primera Trienal de Chile (2009), I Assasin- Wallspace Gallery (Nueva York, 2004)  y Ni Pena Ni Miedo, Galería Blanca Soto (Madrid 2010), ocasiones en la que ha trabajo junto a destacados artistas como Martin Kippenberger, Christian Marclay, Aida Ruilova, Nobuyoshi Araki, Slater Bradley, Asier Mendizábal y Eugenio Dittborn,  entre otros.  Durante su carrera ha recibido diversos reconocimientos como el Fondart y Dirac de la república de Chile,  Becas del ministerio de Cultura y Ciencias de los Países bajos, del Ministerio de Educación de España, Stroom Then Hag y, recientemente y por segunda vez la Pollock-Krasner Foundation Grant de Nueva York.